Brindan recomendaciones para evitar incendios forestales, ya que causan daños al ambiente y la producción

Se pide especial cuidado en verano, debido a las "altas temperaturas, escasa humedad y vientos moderados".

Desde el Ministerio de la Producción y Ambiente de la provincia (MPyA), con la intención de evitar las quemas recurrentes y de crear conciencia individual y colectiva, se puso a disposición de la población una serie de consejos. Se recordó que, ante un foco de incendio, se debe llamar al Comando de la Policía de Formosa: 911 o dirigirse a la Dirección de Registro, Control y Fiscalización del MPyA, en José María Uriburu 1505 de Formosa Capital.

Se explicó que “un incendio forestal es aquel fuego que se extiende sin control por un terreno forestal que no estaba destinado a arder. Estos incendios de distinta magnitud afectan todos los años extensas superficies de bosques, arbustales y pastizales que causan daños ambientales y generan consecuencias negativas de índole ecológicas, económicas, sociales y sanitarias”.

Se recordó que “esta situación lamentablemente incluye a la provincia de Formosa. Por eso, se debe tener en cuenta el actual período estival, en el que predominan las altas temperaturas, escasa humedad y vientos moderados, donde no se prevé a corto plazo precipitaciones importantes y existe un significativo volumen de masa vegetal acumulado”.

Recomendaciones

En ese sentido, desde la cartera productiva y ambiental se recomienda no arrojar colillas de cigarrillos encendidas desde vehículos en movimiento, en rutas o por caminos vecinales. “Si no se puede dejar de fumar, se debe prestar atención a dónde caen las cenizas y cómo se apagan los cigarrillos”, se insistió.

A su vez, se recordó que “si se acampa, hay que hacerlo en lugares autorizados, donde se pueda encender fuego. Si se observa un fogón encendido abandonado, apagarlo con abundante agua”. Del mismo modo, “no arrojar ni dejar residuos en bosques y lugares de acampe, ya que las latas y vidrios pueden actuar de lupa y provocar incendios”.

Se remarcó que “nunca hay que hacer fuego debajo de árboles”, mientras que se apuntó que “la forma correcta de apagar fogatas es con abundante agua; después hay que remover las cenizas para verificar que queden bien apagadas”.

Daños en el ambiente

En esa línea, desde el MPyA se indicó que “los incendios causan problemas ecológicos, porque se destruye el hábitat de la flora y la fauna. La alta temperatura del fuego daña las copas y los troncos de los árboles, quedando debilitados o muertos”.

Además, “disminuyen la biodiversidad, subsistiendo solo las especies más resistentes al fuego, facilitan la erosión del suelo, al eliminar la cubierta vegetal que protegen a los agentes erosivos, y reducen la administración del agua que se produce gracias a la cubierta vegetal”.

De igual manera, “disminuyen los animales que, en la cadena trófica, controlan aquellas plagas que se pretende desterrar, contaminando el aire, los cursos y los reservorios de agua”.

Daños en la producción

Asimismo, los incendios generan consecuencias económicas: “Pérdida de cosechas, pasturas y especies forestales de valor comercial, muerte del ganado y daños materiales a instalaciones, tales como alambrados con sus postes y varillas, corrales, viviendas y otros”.

Adicionalmente, con el tiempo “disminuye la producción de pasturas de calidad para el ganado, además de la belleza paisajística, disminuyendo las especies forestales de valor maderable y la fertilidad del suelo para cultivos, por efecto de la erosión, y se reduce el valor recreativo de un área”.