Técnicos especializados de la Fundación Biodiversidad encabezados por el biólogo Patricio Micucci, se encuentran en plena etapa de investigación biológica de la boa curiyú, con marcación, medición y liberación de ejemplares, en el marco del Programa de Conservación
y Aprovechamiento Sustentable de esta especie en la provincia de Formosa.
Desde el año 2002, este programa sustenta a trescientas familias y pobladores rurales que viven en cercanías del Bañado La Estrella. Cuando antiguamente, -la caza de la curiyú data de la década del 40-, se cambiaba un cuero por insumos para la comida diaria, hoy se ha establecido y se exige, el pago de un valor que se ajusta anualmente según el incremento de la canasta básica familiar, y que ronda los 10 dólares. El Estado está presente acá y en todas las instancias que movilizan este Programa y garantiza una distribución adecuada de sus beneficios, asumiendo los éxitos pero también los riesgos.
Este año la zafra comenzará el 1° de junio y concluirá el 31 de agosto. Los acopiadores serán inscriptos personalmente en sus domicilios, y aquellos pobladores que deseen participar en carácter de cazadores de curiyú deberán acercarse al acopiador zonal a fin de dejar sus datos y quedar registrados en el Registro Provincial de Cazadores de Curiyú.
La información fue suministrada por el Ministerio de la Producción y Ambiente, a través de la Dirección de Registro, Control y Fiscalización. Este año se anunció la incorporación al equipo de investigación, un grupo de veterinarios procedentes de la WCS (Wildlife Conservation Society) una institución de acción internacional interesada en las investigaciones que se llevan adelante en Formosa.
En este marco, el miércoles último se llevó a cabo una intensa jornada de trabajo de la que participaron técnicos tanto de la Fundación Biodiversidad como de Producción y Ambiente, donde se ajustaron las pautas para la captura, acopio y faena para el año 2010, donde estuvieron tanto Patricio Micucci como el Dr. Orlando A. Mendoza, director de Registro, Control y Fiscalizaciòn.
Este programa tiene por objeto desarrollar un plan de manejo sostenible para la boa curiyú (Eunectes notaeus) que, mediante su valorización como recurso natural renovable, promueva un desarrollo equitativo de las comunidades locales y la conservación de la especie y de su hábitat.
En este sentido, se cumplen nueve años de trabajo ininterrumpido y con resultados satisfactorios, y es Formosa la primera provincia en Argentina, y en el mundo, en desarrollar un proyecto de ésta naturaleza. Es función del Estado el acompañamiento del desarrollo de modelos de aprovechamiento de los recursos naturales que sean compatible con una distribución justa de los beneficios que puedan otorgar, respetando el derecho de las generaciones futuras y garanticen el un uso racional.
A tal efecto, el trabajo de del Ministerio a través de la Subsecretaria de Recursos Naturales y Calidad Ambiental y la Dirección de Registro Control y Fiscalización, con la colaboración de la Fundación Biodiversidad consiste en la supervisión constante de las variables de control (lo que el Estado determina) y de stock poblacional (lo que el Estado investiga). Las variables de control implican limitar de forma justa y en virtud de una metodología de trabajo adecuada y consensuada, la cantidad de acopiadores que pueden participar anualmente, inscribiéndolos personalmente en sus domicilios.
También, el límite de tiempo a la duración de la zafra, fiscalizando la pauta de cuereado que cambia anualmente y precintando individualmente en el campo cada cuero obtenido. El estado además debe fiscalizar que se cumpla con las medidas legales en cada cuero adquirido.
En cuanto a las variables de stock poblacional se debe tener en cuenta la relación entre la cantidad de cazadores y el rendimiento obtenido, la proporción de sexos que se obtiene de la observación de los cueros, que debe conservarse intacta anualmente. También, el control de la estructura demográfica de la población de curiyúes, el tamaño de los cueros y los metros totales producidos anualmente.
Desde el año 2002, este programa sustenta a trescientas familias y pobladores rurales que viven en cercanías del Bañado La Estrella. Cuando antiguamente, -la caza de la curiyú data de la década del 40-, se cambiaba un cuero por insumos para la comida diaria, hoy se ha establecido y se exige, el pago de un valor que se ajusta anualmente según el incremento de la canasta básica familiar, y que ronda los 10 dólares. El Estado está presente acá y en todas las instancias que movilizan este Programa y garantiza una distribución adecuada de sus beneficios, asumiendo los éxitos pero también los riesgos.
Este año la zafra comenzará el 1° de junio y concluirá el 31 de agosto. Los acopiadores serán inscriptos personalmente en sus domicilios, y aquellos pobladores que deseen participar en carácter de cazadores de curiyú deberán acercarse al acopiador zonal a fin de dejar sus datos y quedar registrados en el Registro Provincial de Cazadores de Curiyú.
La información fue suministrada por el Ministerio de la Producción y Ambiente, a través de la Dirección de Registro, Control y Fiscalización. Este año se anunció la incorporación al equipo de investigación, un grupo de veterinarios procedentes de la WCS (Wildlife Conservation Society) una institución de acción internacional interesada en las investigaciones que se llevan adelante en Formosa.
En este marco, el miércoles último se llevó a cabo una intensa jornada de trabajo de la que participaron técnicos tanto de la Fundación Biodiversidad como de Producción y Ambiente, donde se ajustaron las pautas para la captura, acopio y faena para el año 2010, donde estuvieron tanto Patricio Micucci como el Dr. Orlando A. Mendoza, director de Registro, Control y Fiscalizaciòn.
Este programa tiene por objeto desarrollar un plan de manejo sostenible para la boa curiyú (Eunectes notaeus) que, mediante su valorización como recurso natural renovable, promueva un desarrollo equitativo de las comunidades locales y la conservación de la especie y de su hábitat.
En este sentido, se cumplen nueve años de trabajo ininterrumpido y con resultados satisfactorios, y es Formosa la primera provincia en Argentina, y en el mundo, en desarrollar un proyecto de ésta naturaleza. Es función del Estado el acompañamiento del desarrollo de modelos de aprovechamiento de los recursos naturales que sean compatible con una distribución justa de los beneficios que puedan otorgar, respetando el derecho de las generaciones futuras y garanticen el un uso racional.
A tal efecto, el trabajo de del Ministerio a través de la Subsecretaria de Recursos Naturales y Calidad Ambiental y la Dirección de Registro Control y Fiscalización, con la colaboración de la Fundación Biodiversidad consiste en la supervisión constante de las variables de control (lo que el Estado determina) y de stock poblacional (lo que el Estado investiga). Las variables de control implican limitar de forma justa y en virtud de una metodología de trabajo adecuada y consensuada, la cantidad de acopiadores que pueden participar anualmente, inscribiéndolos personalmente en sus domicilios.
También, el límite de tiempo a la duración de la zafra, fiscalizando la pauta de cuereado que cambia anualmente y precintando individualmente en el campo cada cuero obtenido. El estado además debe fiscalizar que se cumpla con las medidas legales en cada cuero adquirido.
En cuanto a las variables de stock poblacional se debe tener en cuenta la relación entre la cantidad de cazadores y el rendimiento obtenido, la proporción de sexos que se obtiene de la observación de los cueros, que debe conservarse intacta anualmente. También, el control de la estructura demográfica de la población de curiyúes, el tamaño de los cueros y los metros totales producidos anualmente.