En el marco de control y fiscalización de la actividad pesquera, se establece un nuevo periodo de veda ictícola que iniciará este lunes 6 de noviembre y se extenderá al 20 de diciembre según lo acordado por los representantes de los gobiernos de las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones como también con funcionarios del Paraguay y organizaciones de pescadores artesanales y comerciales de ambos países.
Este ciclo fue establecido mediante disposición conjunta 793
/17, dictada por las direcciones de Registro, Control y Fiscalización y
la de Recursos Naturales y Gestión, ambos dependientes del ministerio de
la Producción y Ambiente de la provincia.
Sobre la veda, cabe aclarar que la medida de suspensión de la
actividad de pesca se da en las modalidades comercial y deportiva y
también alcanza a la extracción, comercialización y acopio de carnadas
vivas. En este caso, los acopiadores de carnada deben realizar las
declaraciones juradas de stock el mismo día de inicio de veda y se
autoriza el movimiento de dicho stock hasta el día 9 a las 13 horas.
Desde la dirección de Registro, Control y Fiscalización se fortalece
el control y se diagrama acciones en conjunto con las autoridades
locales para mitigar la pesca furtiva en distintos cuerpos de agua,
Policía de la Provincia, Gendarmería y Prefectura Naval Argentina.
Del mismo modo, se implementan acciones con las autoridades del
ministerio Público de Paraguay para ejecutar controles en los ríos
limítrofes, en coincidencia con la recomendación efectuada en la reunión
bilateral, según lo manifestado por el titular de la dirección de
Registro, Control y Fiscalización, Orlando Mendoza.
En una reunión desarrollada en la ciudad Buenos Aires en el mes
pasado, el Comité Coordinador del ?Convenio sobre Conservación y
Desarrollo de los Recursos Ícticos en los tramos limítrofes de los ríos
Paraguay y Paraná?, convino la implementación de una veda tradicional.
Esta medida representa una herramienta fundamental para el manejo del
recurso pesquero, cuya implementación tiende a preservar a las
poblaciones de peces que adoptan comportamientos reproductivos, quitando
presión de pesca al recurso natural.
Se trata de una medida que estará vigente a ambas márgenes del Río Paraguay, ya que la misma fue consensuada con el vecino país.