Basterra puso de ejemplo a Formosa en cuanto a mejoras de la productividad

El gobernador Gildo Insfrán asistió ayer a la ceremonia de apertura del Congreso Mundial del Algodón, oportunidad en la que se manifestó el propósito de que la riqueza agrícola debe quedar en los territorios que la producen, razón por la cual el Gobierno nacional promueve el agregado

de valor en origen, la industrialización de los productos primarios y la defensa de la tierra como recurso estratégico.


Participaron, además, la ministra de Industria de la Nación Débora Giorgi y su par de la cartera de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez; la secretaria de Desarrollo Rural y Economía Familiar, Carla Campos Bilbao, y el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Lorenzo Basso, entre otras autoridades.

La Argentina vuelve a ser sede de este evento luego de 25 años.

El ministro Domínguez dijo que "el país dejó atrás el modelo agroexportador y produce alimentos con alto valor agregado", en el acto inaugural llevado a cabo en el Hotel Panamericano de la Ciudad de Buenos Aires, donde también se desarrolla la 70ª Reunión Plenaria del Comité Consultivo Internacional del Algodón (CCIA), integrado por 43 países.

"Queremos asegurar que el 83% de los productores de algodón, que son de pequeña escala, no queden fuera del sistema productivo", manifestó el ministro, quien significó que la "Argentina incrementará un 60% su producción agroalimentaria en los próximos años y este desarrollo debe estar liderado por los productores, con un fuerte acompañamiento del Estado".

Domínguez dijo que la industrialización de la ruralidad es el eje principal del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial, señalando que las metas productivas para el año 2020 son el resultado de un trabajo conjunto entre universidades, empresarios, colegios agrotécnicos y organizaciones rurales.

Se destacó que se ha trabajo en el nivel nacional con toda intensidad durante un año y medio con el objetivo principal de agregar valor a nuestra producción primaria, asegurar que la riqueza quede en los pueblos rurales y defender la tierra como recurso estratégico no renovable, una política central encomendada, según se expresó, por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Se ponderó el rol del asociativismo y de las cooperativas al considerarlos modelos que permiten mejorar la eficiencia productiva, la sustentabilidad económica en el tiempo, el acceso a créditos y a medidas de apoyo del Estado.

Se resaltó que la Argentina es un importante productor mundial de algodón, y muestra signos de crecimiento continuo, precisándose que durante la campaña 2010/11 se sembraron 595.000 hectáreas que, se estima, arrojará una producción estimada de 300.000 toneladas de fibra, las cifras más altas de los últimos 10 años.

Se hizo notar que el aumento de la productividad fue posible gracias a la evolución tecnológica, indicándose que en las últimas tres campañas se incorporaron nuevos sistemas de cultivo, como la siembra directa en surco estrecho, los cultivares genéticamente modificados y el desarrollo de maquinaria para la cosecha mecánica.

Otro aspecto que se hizo notar en el acto del que participó el gobernador Insfrán tiene que ver con el hecho de que el cultivo es además una importante economía social ya que demanda más de 100.000 puestos de trabajo en la producción primaria y se estima que de un total de 25.500 productores, el 83% pertenece a la agricultura de pequeña escala. A nivel industrial, el sector textil aporta el 10% del empleo industrial argentino.


Ejemplo

Al hablar en la apertura, el vicepresidente del INTA, Luis Basterra, expuso uno de los grandes saltos que tuvo el país en este segmento productivo a través del aporte tecnológico, señalando justamente el sistema de surco estrecho, que se dio entre los algodoneros de baja escala, es decir los pequeños y medianos productores, que es justamente el que sobresale en Formosa.

Ante el relevante auditorio, señaló como ejemplo una colonia rural de nuestra provincia, "donde apenas se llegaba a las 30 hectáreas cinco campañas atrás. Ahora con doce productores participando de esta experiencia, que en promedio tenían 2,5 hectáreas, lograron duplicar su superficie individual y colectivamente a través de esta interacción entre el sector público con el privado".

Afirmó que "se consiguió no sólo aumentar la superficie sino también los rendimientos, pasando de 900 kilogramos de algodón en bruto a los 1.