Como positivo calificaron las autoridades del Ministerio de la Producción y Ambiente, la Fundación Biodiversidad y la Wildlife Conservation Society, el impacto del Programa Curiyú, por el cual se trabaja en el uso sustentable de esta especie,
y más de trescientos cincuentas familias se han beneficiado durante los nueve años que ya lleva el programa, durante los tres meses que dura la actividad.
La última campaña de investigación conjunta entre el Programa Curiyú (compuesto por el Ministerio de la Producción y Ambiente) y la Fundación Biodiversidad) y la Wildlife Conservation Society tuvo lugar en julio, en el Paraje La Palma Chueca, ubicado en la zona del Bañado La Estrella. De la misma participaron los biólogos Mariano Barros y Juan Draque de la Fundación Biodiversidad y la médica veterinaria Virginia Rago como responsable por la WCS.
Por su parte el Ministerio de la Producción y Ambiente, a través de la Subsecretaria de Recursos Naturales Ordenamiento y Calidad Ambiental, envió al ingeniero Guillermo Lerea y una comisión de inspectores de la Dirección de Registro, Control y Fiscalización, quienes participaron de las tareas de campo y de la colección de datos de interés.
El objetivo principal de la misión consistió en obtener información biológica y sanitaria de ejemplares capturados en el marco de la zafra de curiyu y provenientes de un sitio aún no investigado. A tal efecto se realizaron seis salidas en compañía de cazadores habilitados, y, si bien el clima resultó sumamente adverso se alcanzaron los objetivos propuestos.
Con un total de 14 ejemplares seleccionados fueron estudiados por el equipo, buscando complementar información sobre el estado de salud de la población sujeta a manejo: estado nutricional, componentes de la dieta, presencia de parásitos, enfermedades, valores sanguíneos, fecundidad y otros indicadores que aporten información sobre esta población de serpientes.
Esta es la segunda campaña de investigación conjunta entre personal del Ministerio de la Producción, biólogos y veterinarios que se lleva a cabo durante esta temporada en la provincia de Formosa. La primera, que tuvo lugar durante el mes de junio, generó información similar para 60 ejemplares de la localidad de Fortín Soledad.
El Programa Curiyú tiene como responsable biológico a la Fundación Biodiversidad por la parte privada y por parte del estado provincial la Subsecretaria de Recursos Naturales Ordenamiento y Calidad Ambiental y la Dirección de Registro Control y Fiscalización.
El proceso
Tras el correspondiente monitoreo biológico, ya habilitada la temporada, los cazadores venden sus cueros al acopiador quien también enajena a las empresas habilitadas, siempre en compañía del agente fiscalizador que debe velar por el cumplimiento de las medidas adoptadas en el acto administrativo conjunto de habilitación de zafra y el precio justo, como así también técnicos de la subsecretaria de Recursos Naturales Ordenamiento y Calidad Ambiental acompañando y velando por la perpetuidad de la especie en el tiempo para el aprovechamiento del recurso para las generaciones futuras (sustentabilidad del recurso natural).
Una vez retirado los cueros de los acopiadores con sus precintos correspondientes son trasladados a la empresa acopiadora- Caimanes de Formosa S .A- ,ubicada en el Parque Industrial de Formosa.
Una vez que los cueros llegan a la curtiembre son seleccionado por el personal por lote ,largo, ancho , sexado y el curado de los mismos . Del punto de vista de la industrialización de los cueros crudos el primer proceso que se realiza en la curtiembre es el denominado "Piquelado".
El Plan de manejo desarrollado por el ministerio de la Producción y Ambiente y la Fundación Biodiversidad permitió eliminar el intermediario reforzando la figura del cazador como un doble oficio y como un acto principal para la administración de un recurso .
Se desarrolló un sistema que permite trazar el origen de los 5000 cueros producidos al año y mantener bajo control variables socio-económicas y biológicas de la actividad.
La participación de los agentes de control y el acompañamiento de los técnicos de la provincia en todas las operaciones de la zafra tiene como fin el garantizar en todo momento la transparencia y legalidad de los movimientos, permitió no solo controlar situaciones no solo de la curiyu sino de otras especies.
Algunos cazadores de las distintas localidades formoseñas, recuperaron el oficio de sus padres y abuelos y siendo aun adolecentes, y en los albores del programa han podido proyectarse un futuro creciente económicamente y valorando el trabajo. El estado tiene la responsabilidad de de velar la correcta distribución de los beneficios de los aforos aplicados a los derechos de uso de un bien común, y asi con ellos se han garantizado la devolución equitativa de la sociedad toda incrementando y perfeccionando la presencia allí donde el estado realiza un seguimiento de los bienes de todos y garantiza su correcta utilización.
Por su parte la fundación Biodiversidad no ha percibido beneficios directos, por ser una entidad sin fines de lucro, ha logrado crear capacidades sostener la cuidadosa investigación biológica de un recurso de esta naturaleza y amerita difundir por el mundo, la iniciativa del gobierno formoseño las inversiones totales.
La última campaña de investigación conjunta entre el Programa Curiyú (compuesto por el Ministerio de la Producción y Ambiente) y la Fundación Biodiversidad) y la Wildlife Conservation Society tuvo lugar en julio, en el Paraje La Palma Chueca, ubicado en la zona del Bañado La Estrella. De la misma participaron los biólogos Mariano Barros y Juan Draque de la Fundación Biodiversidad y la médica veterinaria Virginia Rago como responsable por la WCS.
Por su parte el Ministerio de la Producción y Ambiente, a través de la Subsecretaria de Recursos Naturales Ordenamiento y Calidad Ambiental, envió al ingeniero Guillermo Lerea y una comisión de inspectores de la Dirección de Registro, Control y Fiscalización, quienes participaron de las tareas de campo y de la colección de datos de interés.
El objetivo principal de la misión consistió en obtener información biológica y sanitaria de ejemplares capturados en el marco de la zafra de curiyu y provenientes de un sitio aún no investigado. A tal efecto se realizaron seis salidas en compañía de cazadores habilitados, y, si bien el clima resultó sumamente adverso se alcanzaron los objetivos propuestos.
Con un total de 14 ejemplares seleccionados fueron estudiados por el equipo, buscando complementar información sobre el estado de salud de la población sujeta a manejo: estado nutricional, componentes de la dieta, presencia de parásitos, enfermedades, valores sanguíneos, fecundidad y otros indicadores que aporten información sobre esta población de serpientes.
Esta es la segunda campaña de investigación conjunta entre personal del Ministerio de la Producción, biólogos y veterinarios que se lleva a cabo durante esta temporada en la provincia de Formosa. La primera, que tuvo lugar durante el mes de junio, generó información similar para 60 ejemplares de la localidad de Fortín Soledad.
El Programa Curiyú tiene como responsable biológico a la Fundación Biodiversidad por la parte privada y por parte del estado provincial la Subsecretaria de Recursos Naturales Ordenamiento y Calidad Ambiental y la Dirección de Registro Control y Fiscalización.
El proceso
Tras el correspondiente monitoreo biológico, ya habilitada la temporada, los cazadores venden sus cueros al acopiador quien también enajena a las empresas habilitadas, siempre en compañía del agente fiscalizador que debe velar por el cumplimiento de las medidas adoptadas en el acto administrativo conjunto de habilitación de zafra y el precio justo, como así también técnicos de la subsecretaria de Recursos Naturales Ordenamiento y Calidad Ambiental acompañando y velando por la perpetuidad de la especie en el tiempo para el aprovechamiento del recurso para las generaciones futuras (sustentabilidad del recurso natural).
Una vez retirado los cueros de los acopiadores con sus precintos correspondientes son trasladados a la empresa acopiadora- Caimanes de Formosa S .A- ,ubicada en el Parque Industrial de Formosa.
Una vez que los cueros llegan a la curtiembre son seleccionado por el personal por lote ,largo, ancho , sexado y el curado de los mismos . Del punto de vista de la industrialización de los cueros crudos el primer proceso que se realiza en la curtiembre es el denominado "Piquelado".
El Plan de manejo desarrollado por el ministerio de la Producción y Ambiente y la Fundación Biodiversidad permitió eliminar el intermediario reforzando la figura del cazador como un doble oficio y como un acto principal para la administración de un recurso .
Se desarrolló un sistema que permite trazar el origen de los 5000 cueros producidos al año y mantener bajo control variables socio-económicas y biológicas de la actividad.
La participación de los agentes de control y el acompañamiento de los técnicos de la provincia en todas las operaciones de la zafra tiene como fin el garantizar en todo momento la transparencia y legalidad de los movimientos, permitió no solo controlar situaciones no solo de la curiyu sino de otras especies.
Algunos cazadores de las distintas localidades formoseñas, recuperaron el oficio de sus padres y abuelos y siendo aun adolecentes, y en los albores del programa han podido proyectarse un futuro creciente económicamente y valorando el trabajo. El estado tiene la responsabilidad de de velar la correcta distribución de los beneficios de los aforos aplicados a los derechos de uso de un bien común, y asi con ellos se han garantizado la devolución equitativa de la sociedad toda incrementando y perfeccionando la presencia allí donde el estado realiza un seguimiento de los bienes de todos y garantiza su correcta utilización.
Por su parte la fundación Biodiversidad no ha percibido beneficios directos, por ser una entidad sin fines de lucro, ha logrado crear capacidades sostener la cuidadosa investigación biológica de un recurso de esta naturaleza y amerita difundir por el mundo, la iniciativa del gobierno formoseño las inversiones totales.