El administrador general de la DPV afirmó que con la pavimentación de la ruta provincial 28 se está dando un paso fundamental en la consolidación de la red vial formoseña y reprobó a quienes perturbaron para que la obra hidrovial se ejecutase en tiempo y forma.
Además de presentar un meticuloso relato que exhibió las peripecias vividas por miles de pobladores del extremo noroeste del territorio que quedaban aislados por varios meses por los desbordes del río Pilcomayo primero y por la salida de madre de las aguas del bañado La Estrella, el administrador general de la DPV afirmó que con la pavimentación de los 70 kilómetros de la ruta provincial 28 se está dando un paso fundamental en la consolidación de la red vial formoseña.
Pero sobre todo el ingeniero Jorge Jofré fustigó a quienes perturbaron para que la obra hidrovial se ejecutase en tiempo y forma lo que lo llevó a sostener que esta nueva etapa en marcha- también con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo y que implica una inversión de 290 millones de pesos- está poniendo una bisagra a una etapa en la que se trató de anteponer intereses personales por sobre los generales del pueblo formoseño.
"Se trató de impedir la concreción de obras tan valiosas sobre la ruta 28, aunque afortunadamente hoy se están haciendo realidad gracias a la convicción y decisión política de nuestro gobernador, el doctor Gildo Insfrán", explicó.
Para graficar acerca del rol estratégico de la nueva obra, recordó que la ruta 28 se une al norte de la localidad de Posta Cambio Zalazar con la ruta nacional 86 que también se está asfaltando y que este año será inaugurada estaremos inaugurando y que en el otro extremo llega hasta Las Lomitas donde se vincula con la ruta nacional 81 que es el corredor bioceánico del norte argentino y permite tener acceso a los puertos del Pacifico y los ubicados sobre el Atlántico.
Un poco de historia
Para entender el proceso de transformaciones de toda la zona de influencia de la ruta 28 en los últimos años, Jofré recordó cómo era la región tiempo atrás, mencionando que hasta la tercera década del siglo pasado el río Pilcomayo escurría encausado y desembocaba en la laguna La Bella -en el límite entre Argentina y Paraguay, a 95 kilómetros de Las Lomitas- que cuando desbordaba derivaba hacia el estero Patiño acotando que luego, ya al norte de la actual localidad de San Martín Dos, se reencausaba y terminaba en el río Paraguay.
Contó el titular de la DPV que el escaso desnivel de los terrenos que transitaba, como así también la gran cantidad de sedimentos que arrastraba, transformó al río en imprevisible relatando que esa circunstancia produjo dos situaciones: por un lado que la provincia iba perdiendo el río Pilcomayo ya que retrocedía hacia el oeste y por el otro lado, cuando las aguas desbordaban hacia el territorio argentino ocasionaban daños mayúsculos.
Mencionó el caso de los pioneros que para arribar a la zona utilizaban huellas para unir Las Lomitas con Posta Sargento Cabral- hoy conocida como Kilómetro 45- Posta Cambio Salazar e Isleta, localidad argentina situada a pocos kilómetros del Paraguay.
"Era una línea prácticamente recta, entonces se pensó en hacer un camino más estable con la ejecución de algunas obras de ingeniería, y se decidió en el año 1958 licitar esa obra, pero luego se cambio la idea y se decidió que se lleve adelante a través de un consorcio caminero que se llamó consorcio Las Lomitas, pero fracasó porque esa asociación civil no contaba ni con el personal necesario ni la maquinaria para tamaña empresa", confió.
Gestión de Vialidad
En su relato histórico, Jofre reveló que en 1959 se decide que la DPV a través de su personal técnico haga el estudio y el proyecto del primer tramo de la ruta 28, entre Las Lomitas y el Kilómetro 45, licitándose y llevándose adelante la obra.
Pero ocurrió que en los primeros meses del año 1968 el río Pilcomayo desbordó casi todo su caudal a territorio argentino y se produjo una gran inundación, bañando zonas que nunca antes se habían inundado, destruyendo el terraplén entre las progresivas del kilómetro 35 y el kilómetro 45.
"A partir de ahí, anualmente las aguas bajaban desencajadas por esas correderas y cambio totalmente el aspecto del bañado obligando a los organismos del estado analizaran una solución integral.
Así por ejemplo, en 1973 se decide continuar con la construcción de la ruta 28, entre Posta Sargento Cabral (actual Kilómetro 45) y Posta Cambio Zalazar, pero las cíclicas inundaciones destruían una y otra vez los trabajos, inundando amplias comarcas rurales, demandando grandes inversiones al estado para atender a los damnificados y restituir la transitabilidad de la ruta
"Todos los estudios que se hicieron a partir de ahí indicaban que en la ruta 28 había que hacer grandes inversiones, y no solo pensar en restablecer la transitabilidad, sino pensar también en un correcto manejo de los recursos hídricos a partir de las aguas que ahora se captaban en el departamento Ramón Lista y que debíamos formar un gran reservorio al costado de la ruta 28 para manejarla con vertederos, compuertas, canalizaciones a través de paleocauces, que lleven el agua no sólo para el consumo humano, sino también para vastos sectores de la producción y comenzar con un nuevo rubro: el turismo", expuso.
Un gran terraplén
Jofré reconoce que si bien en la década del ´90 se hicieron algunos intentos y se trabajó teniendo en cuenta esas consideraciones, recién en el año 2003, se proyectó y licitó a través de la UCAP una obra que se inició en el 2004 que consideraba todos los aspectos técnicos, precisando que se realizó un gran terraplén que aseguraba la transitabilidad, además de todas las obras hidráulicas necesarias para el correcto manejo de la masa hídrica que se acopiaba al lado de la ruta 28.
"Esta obra fue financiada por el BID con la participación de la Unidad Ejecutora de Programas y la Unidad de Coordinación de Proyectos y Programas financiados por créditos internacionales que dependen del Ministerio de Planificación Federal. Y hoy otra vez estos organismos se hacen presentes para financiar la última etapa de nuestra ruta, que va a consistir en la pavimentación, en la ejecución de un puente de 40 metros sobre el riacho Madrejón y también de un viaducto de 900 metros en concordancia con el vertedero por el cual pasa el agua del bañado, garantizando una transitabilidad segura y permanente los 365 días del año", indicó.
Un viejo sueño
Opinó Jofré que con las nuevas obras de la ruta 28 se hace realidad el sueño de miles de comprovincianos que nacieron, crecieron y desarrollaron su vida luchando ante las adversidades que planteaba cada crecida del bañado. "Sufrían aislamiento, falta de oportunidades para el crecimiento personal y económico, padeciendo el desarraigo, teniendo que salir a caballo, en canoa, o en tractores, cada vez que tenían un problema de salud o realizar trámites impostergables, incluso para abastecerse para alimentarse", expresó para vaticinar:" Si Dios quiere, dentro de dos años todo esto pasará a ser un recuerdo que será trasmitido a sus hijos y nietos".
El apoyo nacional
"Se dice que toda obra pública es la respuesta a una necesidad, a una posibilidad de mejorar la calidad de vida, a una demanda de la comunidad que todo gobierno quiere y debe atender. Pero debemos tener claro que esto sólo es posible por tener un gobierno como la de la doctora Cristina Fernández de Kirchner que está decidida a dejar atrás los desequilibrios territoriales de nuestro país, poniendo adelante al hombre antes que al mercado", reflexionó el administrador de la DPV.
"Es un gobierno -afirmó- que no piensa en el ajuste ni golpea al que menos tiene, sino que apuesta a la inversión que genera trabajo genuino, de acceso a la salud y educación, y también preserve la seguridad social y personal del hombre y su familia".
Evocó a Perón cuando en 1944 aludía al hombre y su misión creadora, consignando que enseñaba que realizar grandes obras, existir y permanecer es andar por las obras que ya han realizado otros.
"Y en Formosa, merced a una planificación seria y responsables, y a una capacidad de gestión y conducción excelente de nuestro gobernador, el doctor Gildo Insfrán, estamos llevando adelante obras como estas, además de otras terminadas y también en ejecución, lo que nos permite escribir la historia grande de Formosa, no sólo para nosotros, sino para las futuras generaciones", concluyó.
Pero sobre todo el ingeniero Jorge Jofré fustigó a quienes perturbaron para que la obra hidrovial se ejecutase en tiempo y forma lo que lo llevó a sostener que esta nueva etapa en marcha- también con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo y que implica una inversión de 290 millones de pesos- está poniendo una bisagra a una etapa en la que se trató de anteponer intereses personales por sobre los generales del pueblo formoseño.
"Se trató de impedir la concreción de obras tan valiosas sobre la ruta 28, aunque afortunadamente hoy se están haciendo realidad gracias a la convicción y decisión política de nuestro gobernador, el doctor Gildo Insfrán", explicó.
Para graficar acerca del rol estratégico de la nueva obra, recordó que la ruta 28 se une al norte de la localidad de Posta Cambio Zalazar con la ruta nacional 86 que también se está asfaltando y que este año será inaugurada estaremos inaugurando y que en el otro extremo llega hasta Las Lomitas donde se vincula con la ruta nacional 81 que es el corredor bioceánico del norte argentino y permite tener acceso a los puertos del Pacifico y los ubicados sobre el Atlántico.
Un poco de historia
Para entender el proceso de transformaciones de toda la zona de influencia de la ruta 28 en los últimos años, Jofré recordó cómo era la región tiempo atrás, mencionando que hasta la tercera década del siglo pasado el río Pilcomayo escurría encausado y desembocaba en la laguna La Bella -en el límite entre Argentina y Paraguay, a 95 kilómetros de Las Lomitas- que cuando desbordaba derivaba hacia el estero Patiño acotando que luego, ya al norte de la actual localidad de San Martín Dos, se reencausaba y terminaba en el río Paraguay.
Contó el titular de la DPV que el escaso desnivel de los terrenos que transitaba, como así también la gran cantidad de sedimentos que arrastraba, transformó al río en imprevisible relatando que esa circunstancia produjo dos situaciones: por un lado que la provincia iba perdiendo el río Pilcomayo ya que retrocedía hacia el oeste y por el otro lado, cuando las aguas desbordaban hacia el territorio argentino ocasionaban daños mayúsculos.
Mencionó el caso de los pioneros que para arribar a la zona utilizaban huellas para unir Las Lomitas con Posta Sargento Cabral- hoy conocida como Kilómetro 45- Posta Cambio Salazar e Isleta, localidad argentina situada a pocos kilómetros del Paraguay.
"Era una línea prácticamente recta, entonces se pensó en hacer un camino más estable con la ejecución de algunas obras de ingeniería, y se decidió en el año 1958 licitar esa obra, pero luego se cambio la idea y se decidió que se lleve adelante a través de un consorcio caminero que se llamó consorcio Las Lomitas, pero fracasó porque esa asociación civil no contaba ni con el personal necesario ni la maquinaria para tamaña empresa", confió.
Gestión de Vialidad
En su relato histórico, Jofre reveló que en 1959 se decide que la DPV a través de su personal técnico haga el estudio y el proyecto del primer tramo de la ruta 28, entre Las Lomitas y el Kilómetro 45, licitándose y llevándose adelante la obra.
Pero ocurrió que en los primeros meses del año 1968 el río Pilcomayo desbordó casi todo su caudal a territorio argentino y se produjo una gran inundación, bañando zonas que nunca antes se habían inundado, destruyendo el terraplén entre las progresivas del kilómetro 35 y el kilómetro 45.
"A partir de ahí, anualmente las aguas bajaban desencajadas por esas correderas y cambio totalmente el aspecto del bañado obligando a los organismos del estado analizaran una solución integral.
Así por ejemplo, en 1973 se decide continuar con la construcción de la ruta 28, entre Posta Sargento Cabral (actual Kilómetro 45) y Posta Cambio Zalazar, pero las cíclicas inundaciones destruían una y otra vez los trabajos, inundando amplias comarcas rurales, demandando grandes inversiones al estado para atender a los damnificados y restituir la transitabilidad de la ruta
"Todos los estudios que se hicieron a partir de ahí indicaban que en la ruta 28 había que hacer grandes inversiones, y no solo pensar en restablecer la transitabilidad, sino pensar también en un correcto manejo de los recursos hídricos a partir de las aguas que ahora se captaban en el departamento Ramón Lista y que debíamos formar un gran reservorio al costado de la ruta 28 para manejarla con vertederos, compuertas, canalizaciones a través de paleocauces, que lleven el agua no sólo para el consumo humano, sino también para vastos sectores de la producción y comenzar con un nuevo rubro: el turismo", expuso.
Un gran terraplén
Jofré reconoce que si bien en la década del ´90 se hicieron algunos intentos y se trabajó teniendo en cuenta esas consideraciones, recién en el año 2003, se proyectó y licitó a través de la UCAP una obra que se inició en el 2004 que consideraba todos los aspectos técnicos, precisando que se realizó un gran terraplén que aseguraba la transitabilidad, además de todas las obras hidráulicas necesarias para el correcto manejo de la masa hídrica que se acopiaba al lado de la ruta 28.
"Esta obra fue financiada por el BID con la participación de la Unidad Ejecutora de Programas y la Unidad de Coordinación de Proyectos y Programas financiados por créditos internacionales que dependen del Ministerio de Planificación Federal. Y hoy otra vez estos organismos se hacen presentes para financiar la última etapa de nuestra ruta, que va a consistir en la pavimentación, en la ejecución de un puente de 40 metros sobre el riacho Madrejón y también de un viaducto de 900 metros en concordancia con el vertedero por el cual pasa el agua del bañado, garantizando una transitabilidad segura y permanente los 365 días del año", indicó.
Un viejo sueño
Opinó Jofré que con las nuevas obras de la ruta 28 se hace realidad el sueño de miles de comprovincianos que nacieron, crecieron y desarrollaron su vida luchando ante las adversidades que planteaba cada crecida del bañado. "Sufrían aislamiento, falta de oportunidades para el crecimiento personal y económico, padeciendo el desarraigo, teniendo que salir a caballo, en canoa, o en tractores, cada vez que tenían un problema de salud o realizar trámites impostergables, incluso para abastecerse para alimentarse", expresó para vaticinar:" Si Dios quiere, dentro de dos años todo esto pasará a ser un recuerdo que será trasmitido a sus hijos y nietos".
El apoyo nacional
"Se dice que toda obra pública es la respuesta a una necesidad, a una posibilidad de mejorar la calidad de vida, a una demanda de la comunidad que todo gobierno quiere y debe atender. Pero debemos tener claro que esto sólo es posible por tener un gobierno como la de la doctora Cristina Fernández de Kirchner que está decidida a dejar atrás los desequilibrios territoriales de nuestro país, poniendo adelante al hombre antes que al mercado", reflexionó el administrador de la DPV.
"Es un gobierno -afirmó- que no piensa en el ajuste ni golpea al que menos tiene, sino que apuesta a la inversión que genera trabajo genuino, de acceso a la salud y educación, y también preserve la seguridad social y personal del hombre y su familia".
Evocó a Perón cuando en 1944 aludía al hombre y su misión creadora, consignando que enseñaba que realizar grandes obras, existir y permanecer es andar por las obras que ya han realizado otros.
"Y en Formosa, merced a una planificación seria y responsables, y a una capacidad de gestión y conducción excelente de nuestro gobernador, el doctor Gildo Insfrán, estamos llevando adelante obras como estas, además de otras terminadas y también en ejecución, lo que nos permite escribir la historia grande de Formosa, no sólo para nosotros, sino para las futuras generaciones", concluyó.