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Entre el 7 y el 10 de octubre y con la presencia de productores de todo el país, la muestra Caminos y Sabores se celebrará en Puerto Madero, y allí en esa zona “VIP”, estará marcando presencia el charque artesanal que es elaborado en la lejana comunidad de El Quebracho, en el extremo oeste formoseño.
Con las premisas de revalorizar los alimentos típicos de las diferentes regiones de la Argentina y recuperar el placer de la buena mesa durante los viajes, Caminos y Sabores será la primera muestra de cultura, alimentos típicos y turismo rural del país, el cual se llevará a cabo en el Complejo UCA de Puerto Madero, en Buenos Aires.
Caminos y Sabores será la gran oportunidad para encontrarse con una nueva manera de conocer el país: a través de las rutas alimentarias, recorridos regionales que vinculan los paisajes más llamativos con sus habitantes, las tradiciones culturales y los alimentos que producen la tierra y el hombre, en muchos casos desde tiempos ancestrales.
La exposición propone recorrer la Argentina con todos los sentidos y rescatar la posibilidad única que dan los viajes. Es especialmente en ellos cuando el tiempo libre y la predisposición a adquirir nuevos conocimientos permiten rescatar antiguos ritmos y estilos de vida, recuperando y disfrutando comidas y recetas típicas que el ritmo de las grandes ciudades suele hacer olvidar.
Organizada por Ferias y Exposiciones Argentinas, y con el respaldo de Clarín y el Suplemento Viajes, la feria reunirá a las más destacadas empresas y productores de cada rubro y exhibirá una gran variedad de productos que, conformando una especie de "mapa alimenticio", definen la identidad de la Argentina.
Uno de los grandes objetivos de Caminos y Sabores es barrer con las distancias para acercar asociaciones y cooperativas de productores del interior. Habrá productos de todos los rincones del país: desde miel orgánica de los montes chaqueños elaborada por familias tobas a diferentes variedades de quesos de vaca, como los de la empresa familiar Don Eugenia, en Pergamino; desde una gran variedad de maíces —cultivados desde épocas precolombinas— producidos en los Valles Calchaquíes catamarqueños, al charque (carne vacuna desecada) de la Asociación de Productores de El Quebracho.
Desde la Escuela de Frontera Nº 5 de dicha comunidad formoseña, se han preparado convenientemente, para que además del charque, la muestra les sirva para evocar el paisaje, el clima y las culturas que dieron origen a esta producción. En su stand, también habrá artesanías e información sobre lugares y otras facetas sobre el turismo rural y de la tradición ancestral de los aborígenes de esa zona.

Sabores de tierra adentro

Cada sector contará con un área de información donde se describirán las distintas rutas gastronómicas que se pueden recorrer en nuestro país, y cada una de esos itinerarios contará además con un área destinada a conferencias sobre las distintas modalidades de elaboración artesanal y la comercialización. También se realizarán encuentros con compradores del exterior.
Durante las cuatro jornadas habrá actividades, como charlas, conferencias y clases de cocina dictadas por especialistas que enseñarán, por ejemplo, a cocinar el charque, entre otras carnes como de yacaré, ñandú y búfalo.
Caminos y Sabores destaca las producciones regionales como expresión del patrimonio cultural argentino, descontando que los sabores hablan siempre de la tierra que los genera, de sus frutos y de sus historias, que han modificado —y continúan haciéndolo— lugares y costumbres. El objetivo central de la muestra es consolidar los productos y las cocinas regionales como auténticos exponentes de la identidad cultural del país, con la certeza de que el turismo rural es una opción diferente a la que suele experimentarse en las grandes ciudades.
Esta opción brinda algo más que cocina: atrae los cinco sentidos y, con frecuencia, revela tesoros escondidos. Porque las gastronomías regionales resisten el paso del tiempo —sobre todo, en el interior del país— y la competencia, muchas veces desigual, de otras costumbres y culturas.
Es un viaje de 4 días por todas las regiones de la Argentina, para disfrutar de aromas y sabores, en el que se pondrá de manifiesto el verdadero patrimonio nacional, el que le dio al país su imagen de productor de alimentos.