Tras el ajuste y puesta a punto del laboratorio o biofábrica de vegetales en el Centro de Validación de Tecnologías de Misión Tacaaglé por parte de expertos internacionales ...
Tras el ajuste y puesta a punto del laboratorio o biofábrica de vegetales en el Centro de Validación de Tecnologías de Misión Tacaaglé por parte de expertos internacionales, se indico que para fines de este año deben estar funcionando todos y cada uno de sus componentes ,inclusive todo lo que se relacione con los cultivos que fueron experimentados en estos tres años y que incorpora a los meristemas de banana israelíes que ya deben arrojar los primeros frutos así como también experiencias con ananá, mamón y mango de modo tal de avanzar hacia el cultivo de unas 18.000 a 20.000 hectáreas con frutas exóticas y tropicales.
Pero sobre todo, el CEDEVA pondrá el acento en el mejoramiento cualitativo de los cultivares de banana para afirmar el reposicionamiento nacional de Formosa que hace algunos años fuese la que abasteciese mayoritariamente al mercado nacional.
Actualmente se cuenta con un área cultivada de 4.000 hectáreas con rendimientos que promedian entre 15 y 20 toneladas por cada una de ellas mientras que las pretensiones de los técnicos consisten en avanzar hacia unas 15.000 hectáreas con rindes de 40 toneladas.
El CEDEVA de Tacaaglé se desarrolla en una superficie de 80 hectáreas donde se han instalado el laboratorio con equipamiento de punta traído de EEUU y de Alemania ; el invernadero francés; el cablevía adquirido en Colombia y un equipo de riego de ultima generación de origen israelí para unas 60 hectáreas, totalmente computarizado, con un sistema centralizado que ordena cuánto hay que fertilizar, qué parcela hay que tratar, a qué hora deben realizarse los procedimientos y todos otros aspectos que se efectivizan automáticamente y simplemente oprimiendo las teclas de la PC.
"A lo mejor al productor eso no le va a servir mucho aunque sí a nosotros que estamos empeñados en ajustar lo que es costo de milímetros costo de fertilizantes con el rendimiento. El profesional sí debe saberlo, a él le sirve", explicó el ingeniero Gerardo Tenaglia, director de dicho centro quien reveló que para responder a las expectativas de fertirriego de los pequeños y el medianos productores, se está desarrollando un equipo móvil muy sencillo y barato que va por el tercer año de valuación dentro de la estación que será destinado a ese efecto.
"Por eso es que tenemos las dos alternativas: lo muy específico de la investigación porque se necesitan tener datos técnicos muy finos y muy importantes que son agendados por la computadora y lo destinado al pequeño productor que no está en condiciones de invertir en semejante computadora", explica Tenaglia.
Sobre el modo de transpolar esos conocimientos dijo que se van a tomar los parámetros del equipo grande de Tacaaglé, bien medidos en la computadora para luego transferirlos al aparato muy pequeño que lo maneja sencillamente un productor.
Hay ya cuatro kilómetros de cablevías que ya han sido probados, una técnica que se va a ir imponiendo sola porque es esencial para sacar productos de muy buena calidad.
Además anunció la próxima licitación de las obras de construcción y equipamiento del galpón de empaque, recordándose que técnicos del CEDEVA Tacaaglé han realizado visitas en Brasil y Bolivia para que un ingeniero observase el equipo de construcción que tenían a fin de adaptarlo a las necesidades de Formosa.
Comentó Tenaglia que en el interior del galpón se instalarán dos piletas de enormes dimensiones en una de las cuales se "desmana" la banana y se echa a la pileta que tiene unos nueve metros de largo promedio. "Va circulando la fruta mientras recibe pequeños chorros de agua y permanece durante unos veinte minutos que es el tiempo en que pierde todo el látex que es el causante de las manchas en la cáscara. No le produce ningún daño a la banana pero la mancha y estéticamente queda poco atractiva para los ojos de los consumidores", relata.
Luego se pasan los frutos a una segunda pileta donde se la somete a desinfección con el uso de un fungicida para proceder de inmediato a su embalaje en cajas de cartón o de madera.
"Lo que estamos tratando de hacer ahí es el núcleo es decir las piletas con el lugar para desmanar y para embalar. Después hay lugar suficiente como para embalarlas, apilarlas y empacarlas así como cintas transportadoras de las cajas, es decir todo lo que es práctico. Pero lo esencial son esas dos piletas para producir la perdida del látex y el desinfectado de las frutas", acota.
Tenaglia también admitió que hay otros proyectos de innovación tecnológica en ciernes, mencionando entre ellos algo que facilite la tarea de fumigación.
"El pequeño productor no tiene una mochila ni puede comprar nada que le salga oneroso y por eso buscamos algo que le resulte accesible y que aun siendo económico permita una extraordinaria aplicación de productos", reveló.
"Es que tenemos un objetivo bien claro. Queremos banana libre de pesticidas lo que significa no herbicidas, no fungicidas, no insecticidas. Pero al fertilizante todavía no se lo puede reemplazar", expresó.
Admitió Tenaglia que también necesita de un equipo móvil como el de la embaladora que permita realizar una aplicación de los productos orgánico o de los fertilizantes y tenemos que desarrollar el cablevía en función de nuestra propia realidad porque no podemos estar importándolo.
Dijo que el que se encuentra ya instalado en Tacaaglé fue adquirido en Colombia y se adecua perfectamente a las realidades geográficas formoseñas, aunque se trata de un equipo que también se puede fabricar en Formosa. "Esas son las patas que nos hacen falta, es decir controlar el cultivo y sus enfermedades con los fumigadores y cosecharlos. En caso del productor mediano y grande necesita de un cablevía y el pequeño productor deberá apelar a la planta empacadora móvil. Además, nos hace falta resolver la aplicación de los productos orgánicos a través de alguna pequeña máquina que se propulse entre los bananales, todo esto a futuro", relató finalmente el director del CEDEVA Tacaaglé.
Pero sobre todo, el CEDEVA pondrá el acento en el mejoramiento cualitativo de los cultivares de banana para afirmar el reposicionamiento nacional de Formosa que hace algunos años fuese la que abasteciese mayoritariamente al mercado nacional.
Actualmente se cuenta con un área cultivada de 4.000 hectáreas con rendimientos que promedian entre 15 y 20 toneladas por cada una de ellas mientras que las pretensiones de los técnicos consisten en avanzar hacia unas 15.000 hectáreas con rindes de 40 toneladas.
El CEDEVA de Tacaaglé se desarrolla en una superficie de 80 hectáreas donde se han instalado el laboratorio con equipamiento de punta traído de EEUU y de Alemania ; el invernadero francés; el cablevía adquirido en Colombia y un equipo de riego de ultima generación de origen israelí para unas 60 hectáreas, totalmente computarizado, con un sistema centralizado que ordena cuánto hay que fertilizar, qué parcela hay que tratar, a qué hora deben realizarse los procedimientos y todos otros aspectos que se efectivizan automáticamente y simplemente oprimiendo las teclas de la PC.
"A lo mejor al productor eso no le va a servir mucho aunque sí a nosotros que estamos empeñados en ajustar lo que es costo de milímetros costo de fertilizantes con el rendimiento. El profesional sí debe saberlo, a él le sirve", explicó el ingeniero Gerardo Tenaglia, director de dicho centro quien reveló que para responder a las expectativas de fertirriego de los pequeños y el medianos productores, se está desarrollando un equipo móvil muy sencillo y barato que va por el tercer año de valuación dentro de la estación que será destinado a ese efecto.
"Por eso es que tenemos las dos alternativas: lo muy específico de la investigación porque se necesitan tener datos técnicos muy finos y muy importantes que son agendados por la computadora y lo destinado al pequeño productor que no está en condiciones de invertir en semejante computadora", explica Tenaglia.
Sobre el modo de transpolar esos conocimientos dijo que se van a tomar los parámetros del equipo grande de Tacaaglé, bien medidos en la computadora para luego transferirlos al aparato muy pequeño que lo maneja sencillamente un productor.
Hay ya cuatro kilómetros de cablevías que ya han sido probados, una técnica que se va a ir imponiendo sola porque es esencial para sacar productos de muy buena calidad.
Además anunció la próxima licitación de las obras de construcción y equipamiento del galpón de empaque, recordándose que técnicos del CEDEVA Tacaaglé han realizado visitas en Brasil y Bolivia para que un ingeniero observase el equipo de construcción que tenían a fin de adaptarlo a las necesidades de Formosa.
Comentó Tenaglia que en el interior del galpón se instalarán dos piletas de enormes dimensiones en una de las cuales se "desmana" la banana y se echa a la pileta que tiene unos nueve metros de largo promedio. "Va circulando la fruta mientras recibe pequeños chorros de agua y permanece durante unos veinte minutos que es el tiempo en que pierde todo el látex que es el causante de las manchas en la cáscara. No le produce ningún daño a la banana pero la mancha y estéticamente queda poco atractiva para los ojos de los consumidores", relata.
Luego se pasan los frutos a una segunda pileta donde se la somete a desinfección con el uso de un fungicida para proceder de inmediato a su embalaje en cajas de cartón o de madera.
"Lo que estamos tratando de hacer ahí es el núcleo es decir las piletas con el lugar para desmanar y para embalar. Después hay lugar suficiente como para embalarlas, apilarlas y empacarlas así como cintas transportadoras de las cajas, es decir todo lo que es práctico. Pero lo esencial son esas dos piletas para producir la perdida del látex y el desinfectado de las frutas", acota.
Tenaglia también admitió que hay otros proyectos de innovación tecnológica en ciernes, mencionando entre ellos algo que facilite la tarea de fumigación.
"El pequeño productor no tiene una mochila ni puede comprar nada que le salga oneroso y por eso buscamos algo que le resulte accesible y que aun siendo económico permita una extraordinaria aplicación de productos", reveló.
"Es que tenemos un objetivo bien claro. Queremos banana libre de pesticidas lo que significa no herbicidas, no fungicidas, no insecticidas. Pero al fertilizante todavía no se lo puede reemplazar", expresó.
Admitió Tenaglia que también necesita de un equipo móvil como el de la embaladora que permita realizar una aplicación de los productos orgánico o de los fertilizantes y tenemos que desarrollar el cablevía en función de nuestra propia realidad porque no podemos estar importándolo.
Dijo que el que se encuentra ya instalado en Tacaaglé fue adquirido en Colombia y se adecua perfectamente a las realidades geográficas formoseñas, aunque se trata de un equipo que también se puede fabricar en Formosa. "Esas son las patas que nos hacen falta, es decir controlar el cultivo y sus enfermedades con los fumigadores y cosecharlos. En caso del productor mediano y grande necesita de un cablevía y el pequeño productor deberá apelar a la planta empacadora móvil. Además, nos hace falta resolver la aplicación de los productos orgánicos a través de alguna pequeña máquina que se propulse entre los bananales, todo esto a futuro", relató finalmente el director del CEDEVA Tacaaglé.