Con la iniciativa de la legisladora formoseña Graciela De la Rosa, la Cámara de Diputados de la Nación creó un programa de fomento a la producción de búfalos con un fondo de 5 millones de pesos.
La provincia de Formosa aparece como una de las principales beneficiadas con la media sanción de la Cámara de Diputados de la Nación al proyecto de ley de la diputada Graciela de la Rosa (Formosa-PJ) creando un Programa Federal para el Fomento y Desarrollo de la Producción Bubalina, estableciendo un Fondo de 5 millones de pesos para ejecutar e impulsar políticas de desarrollo de la producción de búfalos, con el objetivo de generar y promover políticas ganaderas alternativas y especificas para el desarrollo del NEA y litoral del país.
Se trata sin dudas de un proyecto con un interesante horizonte dado el nivel de demanda mundial de carnes rojas que muestra un inexorable ascenso en el planeta debido al incremento de la población global -se calculan 2.000 millones de habitantes más en 2050- . Para ello justamente se propició la creación de este régimen para la promoción y desarrollo de la actividad bubalina con miras a incrementar la producción de carne y ampliar la capacidad exportadora en materia de alimentos al resto del mundo.
Regiones del país entre las cuales se encuentra la provincia de Formosa, la segunda productora bubalina en Argentina (28 mil cabezas) podrían ser incorporados con esta ley a la actividad ganadera y productiva, al igual que Corrientes (45 mil animales), Chaco con cerca de 5 mil, Misiones, Entre Ríos y Santa Fe con unas 2 mil cabezas cada provincia.
De La Rosa recordó que estas regiones pertenecen a una "superficie de alrededor de 8 millones de hectáreas subexplotadas (anegadizas, inundables, baja calidad forrajera, altas temperaturas promedio, etcétera) donde la cría de bovinos tradicionales no resulta eficiente ni rentable".
De allí que la promoción para la producción de búfalos de agua se infiere como un uso racional del espacio actualmente improductivo, y viene a cubrir una necesidad de demanda futura mucho menos lejana de la que la coyuntura avizora.
Esta ley comprende el aprovechamiento de la hacienda bubalina en toda su extensión: tanto de animales en pie, como de leche, cuero, semen y todos productos y subproductos derivados, ya para el consumo interno o para exportación.
Se trata de fomentar la actividad regional en cada una de las regiones mencionadas. Para poner en marcha la ley se establece un mínimo de 5 millones de pesos que aportará la Nación mediante el presupuesto, que administrará la secretaría de Agricultura como autoridad de aplicación.
Con esos recursos se podrán financiar proyectos de inversión en la actividad bubalina así como la compra de animales para el mejoramiento de la calidad de los productos buscados.
Según datos que aporta la legisladora en la Argentina ya habría un rodeo de búfalos que sería en número el tercero de América. Las tres razas presentes en el país son la mediterránea, Murrah y Jafarabadi, que se distribuyen desde el norte del delta bonaerense hasta los límites con el Paraguay.
También se registran ejemplares en las provincias de Tucumán, Salta, Buenos Aires, San Luis y La Pampa, que suman aproximadamente 9 mil búfalos aunque en estas provincias la cría se realiza a menor escala.
Unánime apoyo
La iniciativa fue apoyada por todos los bloques políticos, es decir que contó con un consenso unánime sobre un proyecto que legisla en materia agropecuaria para una actividad de fuerte potencial extrapampeano. El segundo mérito, no menor, es que la ley procura hoy sentar las bases de una actividad futura.
El proyecto, que aguarda ahora su tratamiento en el Senado de la Nación, prevé financiar proyectos de inversión muy amplios y diversos: desde la adquisición de especímenes hasta la apertura de canales de comercialización atendiendo la demanda interna y externa. Pero también se ocupa de los pequeños productores: para ellos hay un tratamiento diferencial por medio de subsidios y asistencia técnica a efectos de incorporar el ganado bubalino a sus unidades productivas, propendiendo a la mejora de la rentabilidad, diversidad productiva y arraigo a la tierra.
Se trata sin dudas de un proyecto con un interesante horizonte dado el nivel de demanda mundial de carnes rojas que muestra un inexorable ascenso en el planeta debido al incremento de la población global -se calculan 2.000 millones de habitantes más en 2050- . Para ello justamente se propició la creación de este régimen para la promoción y desarrollo de la actividad bubalina con miras a incrementar la producción de carne y ampliar la capacidad exportadora en materia de alimentos al resto del mundo.
Regiones del país entre las cuales se encuentra la provincia de Formosa, la segunda productora bubalina en Argentina (28 mil cabezas) podrían ser incorporados con esta ley a la actividad ganadera y productiva, al igual que Corrientes (45 mil animales), Chaco con cerca de 5 mil, Misiones, Entre Ríos y Santa Fe con unas 2 mil cabezas cada provincia.
De La Rosa recordó que estas regiones pertenecen a una "superficie de alrededor de 8 millones de hectáreas subexplotadas (anegadizas, inundables, baja calidad forrajera, altas temperaturas promedio, etcétera) donde la cría de bovinos tradicionales no resulta eficiente ni rentable".
De allí que la promoción para la producción de búfalos de agua se infiere como un uso racional del espacio actualmente improductivo, y viene a cubrir una necesidad de demanda futura mucho menos lejana de la que la coyuntura avizora.
Esta ley comprende el aprovechamiento de la hacienda bubalina en toda su extensión: tanto de animales en pie, como de leche, cuero, semen y todos productos y subproductos derivados, ya para el consumo interno o para exportación.
Se trata de fomentar la actividad regional en cada una de las regiones mencionadas. Para poner en marcha la ley se establece un mínimo de 5 millones de pesos que aportará la Nación mediante el presupuesto, que administrará la secretaría de Agricultura como autoridad de aplicación.
Con esos recursos se podrán financiar proyectos de inversión en la actividad bubalina así como la compra de animales para el mejoramiento de la calidad de los productos buscados.
Según datos que aporta la legisladora en la Argentina ya habría un rodeo de búfalos que sería en número el tercero de América. Las tres razas presentes en el país son la mediterránea, Murrah y Jafarabadi, que se distribuyen desde el norte del delta bonaerense hasta los límites con el Paraguay.
También se registran ejemplares en las provincias de Tucumán, Salta, Buenos Aires, San Luis y La Pampa, que suman aproximadamente 9 mil búfalos aunque en estas provincias la cría se realiza a menor escala.
Unánime apoyo
La iniciativa fue apoyada por todos los bloques políticos, es decir que contó con un consenso unánime sobre un proyecto que legisla en materia agropecuaria para una actividad de fuerte potencial extrapampeano. El segundo mérito, no menor, es que la ley procura hoy sentar las bases de una actividad futura.
El proyecto, que aguarda ahora su tratamiento en el Senado de la Nación, prevé financiar proyectos de inversión muy amplios y diversos: desde la adquisición de especímenes hasta la apertura de canales de comercialización atendiendo la demanda interna y externa. Pero también se ocupa de los pequeños productores: para ellos hay un tratamiento diferencial por medio de subsidios y asistencia técnica a efectos de incorporar el ganado bubalino a sus unidades productivas, propendiendo a la mejora de la rentabilidad, diversidad productiva y arraigo a la tierra.