El aumento de la producción de carbón se plantea como una necesidad del mercado interno y externo por lo que se afirma el propósito de incrementarle rendimientos y valor en función a necesidades laborales de la gente.
Las autoridades locales abocadas a la ejecución de los aspectos productivos contenido en el plan estratégico Formosa 2015, reconocen que el aumento de la producción de carbón se plantea como una necesidad del mercado interno y el exterior por lo que se afirma el propósito de incrementar los rendimientos y agregarle valor en función de las necesidades laborales de la gente.
En ese contexto se trabaja en un proyecto de envasado para dejar de depender de establecimientos extraprovinciales en ese aspecto, pensándose en una antigua desmotadora de algodón, actualmente inactiva, como instalación física para llevar adelante el emprendimiento.
Específicamente la iniciativa incluye el aumento de la producción de carbón que cuenta con una sobredemanda creciente así como también de la instalación de una planta de procesamiento y empaque cuyo valor se estima en unos 300.000 euros, es decir 1.500.000 pesos aproximadamente.
Se estima que el impulso de esta iniciativa (de la que participarán de modo conjunto el sector publico y el privado) se registrará un aumento del ingreso provincial, sobre todo como resultado del envasado para lo que resulta necesario la instalación de una planta formoseña de acopio, destinada a procesar y a empacar el carbón.
Funcionarios de los ministerios de la Producción y de Economía, Hacienda y Finanzas relatan que en la provincia se producen unas 5.000 toneladas anuales de carbón aunque la mayoría de ellas se envasa fuera de Formosa.
Como consecuencia de los contactos realizados con quienes demandan permanentemente este mineral, no es improbable que la inversión necesaria para avanzar en la transformación y modernización del proceso podría ser aportada por inversiones del extranjero para lo cual se necesitarían cerca de 2.300.000 pesos.
La cifra surge de considerar lo que debe invertirse para poder refaccionar plenamente una ex planta de desmotadora de algodón para convertirla en procesadora de carbón, unos 800.000 pesos a lo que debe agregarse la máquina para el envasado que cuesta unos 300.000 euros, es decir 1.500.000 de pesos.
Destacaron los funcionarios que la infraestructura requerida por una planta de las características de la propuesta no es demasiado compleja, sobre todo por la facilidad que importa la posibilidad de adaptar para el caso uno de los edificios que sirvió para el funcionamiento de plantas de desmote de algodón.
Quienes intervienen en el diseño de este proyecto incluyeron a Ibarreña entre las primeras opciones para radicarlo, sobre todo porque del departamento Patiño proceden dos tercios del carbón que se produce en la provincia. En la futura planta podrían trabajar 40 personas.
Respecto del futuro de la actividad, se admite como válida la sugerencia de quienes apuestan a un aumento de la producción primaria de modo tal de lograr mejor rentabilidad aun con el mejoramiento de la escala, un aspecto considerado clave en la actividad de embolsado.
Para el caso, se debe trabajar en un uso intensivo de los hornos existentes de modo tal de llegar a generar dos ciclos y medio por mes aunque para afrontar las nuevas demandas se deberán construirse otros nuevos.
En la actualidad, solamente se logra un ciclo por mes por lo que de avanzarse en el proceso de expansión podría hasta cuadruplicarse la necesidad de mano de obra directa empleada en el sector.
En ese contexto se trabaja en un proyecto de envasado para dejar de depender de establecimientos extraprovinciales en ese aspecto, pensándose en una antigua desmotadora de algodón, actualmente inactiva, como instalación física para llevar adelante el emprendimiento.
Específicamente la iniciativa incluye el aumento de la producción de carbón que cuenta con una sobredemanda creciente así como también de la instalación de una planta de procesamiento y empaque cuyo valor se estima en unos 300.000 euros, es decir 1.500.000 pesos aproximadamente.
Se estima que el impulso de esta iniciativa (de la que participarán de modo conjunto el sector publico y el privado) se registrará un aumento del ingreso provincial, sobre todo como resultado del envasado para lo que resulta necesario la instalación de una planta formoseña de acopio, destinada a procesar y a empacar el carbón.
Funcionarios de los ministerios de la Producción y de Economía, Hacienda y Finanzas relatan que en la provincia se producen unas 5.000 toneladas anuales de carbón aunque la mayoría de ellas se envasa fuera de Formosa.
Como consecuencia de los contactos realizados con quienes demandan permanentemente este mineral, no es improbable que la inversión necesaria para avanzar en la transformación y modernización del proceso podría ser aportada por inversiones del extranjero para lo cual se necesitarían cerca de 2.300.000 pesos.
La cifra surge de considerar lo que debe invertirse para poder refaccionar plenamente una ex planta de desmotadora de algodón para convertirla en procesadora de carbón, unos 800.000 pesos a lo que debe agregarse la máquina para el envasado que cuesta unos 300.000 euros, es decir 1.500.000 de pesos.
Destacaron los funcionarios que la infraestructura requerida por una planta de las características de la propuesta no es demasiado compleja, sobre todo por la facilidad que importa la posibilidad de adaptar para el caso uno de los edificios que sirvió para el funcionamiento de plantas de desmote de algodón.
Quienes intervienen en el diseño de este proyecto incluyeron a Ibarreña entre las primeras opciones para radicarlo, sobre todo porque del departamento Patiño proceden dos tercios del carbón que se produce en la provincia. En la futura planta podrían trabajar 40 personas.
Respecto del futuro de la actividad, se admite como válida la sugerencia de quienes apuestan a un aumento de la producción primaria de modo tal de lograr mejor rentabilidad aun con el mejoramiento de la escala, un aspecto considerado clave en la actividad de embolsado.
Para el caso, se debe trabajar en un uso intensivo de los hornos existentes de modo tal de llegar a generar dos ciclos y medio por mes aunque para afrontar las nuevas demandas se deberán construirse otros nuevos.
En la actualidad, solamente se logra un ciclo por mes por lo que de avanzarse en el proceso de expansión podría hasta cuadruplicarse la necesidad de mano de obra directa empleada en el sector.