El Gobierno propicia la construcción de nuevas viviendas para productores.

La provincia avanza en la construcción de nuevas viviendas para los pequeños productores agropecuarios en inmediaciones de sus propias chacras y de sus casas tradicionales.

La provincia avanza en la construcción de nuevas viviendas para los pequeños productores agropecuarios en inmediaciones de sus propias chacras y de sus casas tradicionales, agregando al sistema constructivo que se canaliza a través del Instituto provincial de la Vivienda una novedosa modalidad por el sistema precooperativo que incorpora la participación de los futuros propietarios en la ejecución de los trabajos.
Este fue uno de los temas abordados por el coordinador general del Instituto PAIPPA, doctor Alberto Marcelo Zorrilla con el administrador general del IPV, ingeniero Martín Muracciole (foto).
Ambos hicieron un repaso de las acciones habitacionales recordando que 500 unidades se encuentran en proceso de construcción mientras se completa el procedimiento licitatorio para otras 1.500.
Pero la cuestión diferente que formó parte de la agenda de Zorrilla y Muracciole tiene que ver con el inicio en Colonia Montelindo de una metodología de trabajo particular que recrea la acción mancomunada, articulada y solidaria entre el estado y los pequeños productores de las colonias.
Para el caso, el IPV hace el aporte de materiales y también de la orientación técnica mientras que los propios campesinos colaboran en el proceso constructivo de sus futuras casas.
Se recordó que la situación socio habitacional y de tenencia de la tierra de la población rural dispersa de la provincia planteó la necesidad de desarrollar un programa de viviendas rurales para pequeños productores agropecuarios, ideado por el gobernador Gildo Insfrán sujeto a las particularidades culturales y a las tradiciones campesinas.
Las políticas canalizadas a través del IPV se basaron en el propósito de promover el desarrollo sustentable de los asentamientos rurales.; promover el arraigo reduciendo la migración del campo a la ciudad; promover la educación técnica agraria; proveer condiciones sanitarias básicas; promover la erradicación definitiva de enfermedades endémicas (Mal de Chagas, parasitosis, lepra, etc.).
Las autoridades consideraron en su momento que mediante la construcción de viviendas, en cada unidad productiva, acompañado de la regularización dominial, a través del Subprograma de Viviendas PAIPPA , dentro del marco del Programa de Acción Integral para Pequeños Productores Agropecuarios, se evitarían las consecuencias negativas tales como el deterioro de las economías regionales y la pérdida de la capacidad humana.
Esta propuesta vino a corregir la falta de política de vivienda construida por el estado en el ámbito rural.
Hasta ese momento los programas que han contado con financiamientos presupuestarios exigían la hipoteca como garantía lo que tornaba casi imposible su aplicación en el área rural.
Es que el hombre de campo no podía poner en peligro su capital de trabajo y subsistencia, por lo que es necesario buscar otros mecanismos de financiamiento que permitan promover el acceso a una vivienda saludable a las familias rurales que se encuentran con alta vulnerabilidad habitacional. Con este programa el estado garantiza el derecho de toda familia de acceder a una vivienda, como lo proclama la Constitución Provincial y Nacional.
En función de esos propósitos se lanzo la construcción de las primeras viviendas rurales realizadas en forma masiva en la provincia de Formosa, las viviendas PAIPPA (nombre con que se popularizaron los prototipos VR2 y VR3, y después la producción del prototipo de la Nueva Vivienda Rural 1 (NVR1).
Con el objetivo de variar la tipología mediante nuevas soluciones y evitar, entonces, la monotonía en las soluciones, este nuevo proyecto de vivienda rural no sólo eleva el nivel de vida de las familias formoseñas sino también incrementa la calidad de los espacios y las instalaciones.
El citado prototipo -del cual ya se encuentran terminados varios asentamientos en diversos distritos rurales del interior de la provincia- está siendo ejecutado en forma intensiva en toda Formosa.
Se considera que esta tipología es, sin duda, la mejor vivienda rural del país. Con superficies generosas y de amplios ambientes, cuenta con un número inicial de tres dormitorios y luego de dos dormitorios, un núcleo sanitario de baño y cocina, lavadero, tanque de bombeo y reserva, aljibe -si no existe agua potable- y un extenso espacio destinado a la vida familiar. El nuevo prototipo incluye todas las comodidades de una vivienda y los beneficios de una buena implantación en un espacio libre rural, sin medianeras.
Como en los casos de las VR2 y VR3 (las PAIPPA), el nuevo modelo es también totalmente ampliable, ya que respeta el principio de crecimiento lineal por agregación simple, que proviene de la vivienda simple o tipo "chorizo".
Además, el espacio central multiuso supera ampliamente las funciones de una sala-living, ya que también sirve de lugar de ejecución de los productos artesanales, de juegos infantiles, de tareas de economía doméstica o de intercambio comercial con el exterior.
Las primeras 500 viviendas aprobadas en función de la nueva modalidad están encarándose en cincuenta colonias distribuidas en los departamentos Pilcomayo, Pirané, Patiño y Pilagás, para luego seguir avanzando en el resto del territorio formoseño.
Lo mismo ocurrirá con el sistema alternativo sobre el que abordaron Zorrilla y Muracciole y que se aplicará en parajes y colonias dispersos.
05-06-2008 | Cargada en Fsa. en Marcha - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social