El subsecretario de la Producción, Enrique Saita, insistió en la necesidad de que los productores destruyan los rastrojos del algodón, dado que la campaña está ingresando precisamente en su ciclo final.
El subsecretario de la Producción, Enrique Saita, insistió en la necesidad de que los productores destruyan los rastrojos del algodón, dado que la campaña está ingresando precisamente en su ciclo final.
Se ratificó el hecho de que "el cultivo del algodón no culmina al fin de la cosecha, sin que llega a su término con la destrucción total de los rastrojos mediante las técnicas en vigencia".
"Estamos en la etapa de finalización del ciclo de cosecha del algodón, inclusive el clima ya se manifiesta con las condiciones habituales de otoño, es decir poco favorable para cosechar bien. Aunque la mayoría de los productores ya han levantado su producción, por lo que ahora viene una fase fundamental que es la destrucción de los rastrojos, algo que muchos lo hacen en forma inmediata luego de haber cosechado", sostuvo Saita.
Refirió a que "venimos trabajando en una fuerte promoción para que se tome real conciencia de lo importante que resulta cumplir con esta tarea. Si bien hay sanciones previstas para quién no efectúe la destrucción de los rastrojos, aunque de ninguna manera queremos llegar a eso, sino que accionamos para evitarlo", recordando que el plazo para hacerlo se extiende al 31 de mayo, es decir que hay tiempo aún, por lo que los productores deben hacerlo.
En tanto que desde la esfera del Programa de Lucha coontra el Picudo, se advirtió que "el picudo algodonero está entre nosotros. No es para tenerle miedo pero sí mucho respeto. Tenemos que usar la inteligencia para imponernos ante su ataque, pero debemos tener un fuerte compromiso con todas las acciones que requieren la lucha contra el picudo".
Se confió en que si se cumplen con estas actividades regidas desde organismos específicos, es decir "si se destruyen los rastrojos del algodón apenas culmina la recolección, evitaremos la propagación del picudo, una plaga que está causando profunda inquietud en la región algodonera sudamericana por sus ataques voraces.
Se viene brindando charlas a los productores acerca de las labores de preparación y control de plagas que deben desarrollar para lograrse buenos resultados en sus cosechas. Esto, sobre todo teniéndose en cuenta que el picudo puede permanecer hasta 120 días sin comer, con lo cual resulta fundamental eliminar toda fuente de alimento por lo menos cuatro meses, con lo cual se estará previniendo de su presencia en la próxima campaña algodonera.