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Ya casi sobre la finalización del año 2006, los técnicos y agentes del Instituto PAIPPA siguen desarrollando tareas en beneficio de los pequeños productores, además de ir preparando la agenda de trabajo para los primeros meses del 2007.
“Como en años anteriores, lo realizado marca claramente los objetivos del Instituto PAIPPA, donde las capacitaciones fueron el accionar fundamental, las que estuvieron destinadas a docentes, pequeños productores y promotores del instituto y con variados temas en su desarrollo”, se subrayó
En este sentido es que se hizo referencia a las temáticas abordadas en las diferentes jornadas de capacitación, como ser: planificación de la producción, salud comunitaria, cultivo de citrus, huertas comerciales, producción de conservas, dulces y queso criollo paippero, cultivo y prevención de plagas del algodón, relevamiento y producción de ganado caprino y recuperación de suelos a través de la aplicación de abono verde, orientada hacia la siembra con laboreo mínimo.
Se indicó asimismo que “el aspecto social comenzó a tomar relevancia con los Talleres de Fortalecimiento Familiar, Costura y Peluquería, donde las mujeres paipperas encontraron un importante espacio de desarrollo personal, a tal punto que ya es realidad la instalación de un taller de costura en la Colonia Posta del Salado, que está en plena producción”.
Otra faceta ponderada tuvo que ver con el hecho de que los agentes del PAIPPA también se ocuparon del aspecto recreativo a través de la realización de talleres de Cultura Musical y de Armado de Títeres, en este último caso, no solo los niños fueron beneficiados sino padres y docentes de las escuelas donde se concretaban, llegando a interpretarse obras con los muñecos construidos basándose en temas o vivencias del lugar.

Una década

“El año 2006 también tuvo su momento especial en la vida del Instituto PAIPPA ya que el 15 de septiembre se celebró sus diez años de creación. El centro del festejo fue el encuentro paippero realizado en el Salón Juan Pablo II de nuestra ciudad, donde cerca de cuatrocientos pequeños productores se reunieron para contar sus experiencias como paipperos”, se recordó.
Al mismo tiempo se abundó en torno a que este encuentro dejó como resultado el pensamiento generalizado de que “el PAIPPA es algo muy importante para el pequeño productor, ya que al no tener nosotros acceso a créditos, valemos por nuestro propio esfuerzo, lo que nos dignifica como seres humanos…”.
Aquél acontecimiento contó con otro hecho que era esperado por el grupo de trabajo del Instituto, fue la inauguración del nuevo edificio PAIPPA, como dio en llamarse a partir de ese momento. “En un acto lleno de emoción y orgullo para sus integrantes, se contó con la presencia del gobernador Gildo Insfrán y de los paipperos asistentes al encuentro”, se rememoró.

Avances

Por otra parte se aludió a que “promediando el año fueron instalados sistemas de riego por goteo en dos chacras, como un trabajo experimental, dejando excelentes resultados en su aplicación, ya que fue especialmente pensado para paipperos que no tengan acceso cercano en la provisión de agua o para sobrellevar en buenas condiciones los cultivos con épocas de sequía”.
Como ocurrió en el año 2005, el Gobierno de la Provincia tomó la decisión de comprar la producción de algodón y bananas a pequeños productores, asegurando un precio sostén rentable para los paipperos, incentivándolos a incrementar sus áreas de producción para las próximas campañas.
Las Ferias Francas siguieron atrayendo a más productores que ofrecieron el fruto de su trabajo a precios muy convenientes, favoreciendo a la economía del público consumidor que concurre a las mismas.
Otro de los hechos relevantes fue la entrega de un tractor a un grupo de pequeños productores de la localidad de Herradura, circunstancia que hizo incrementar el nivel de producción de los paipperos del lugar.
Hacia fines de año se concretaron dos operaciones comerciales a favor de los pequeños productores, las mismas consistieron en la colocación del Mercado Concentrador de Productos Frutihortícolas de Santa Fé, de 25 toneladas de coreanito provenientes de la localidad de General Belgrano, y de 24 toneladas de sandía de la localidad de Villafañe. Estas ventas abrieron una nueva perspectiva para la producción paippera.