Dos firmas que apuntalan el cultivo de frutos exóticos.

La diversificación ha llegado también al campo de la fruticultura en esta provincia que ahora deberá acostumbrarse al cultivo y al consumo de productos exóticos, como por ejemplo el litchí procedente de la China.

La diversificación ha llegado también al campo de la fruticultura en esta provincia que ahora deberá acostumbrarse al cultivo y al consumo de productos exóticos, como por ejemplo el litchí procedente de la China.
Dicho de otro modo, cultivos milenarios que solamente se degustaban en Singapur, Nueva Zelanda, Taiwán, las islas Fidji o la propia China ahora se pueden paladear en este territorio norteño.
En realidad el pionero es el taiwanés José Cheng, propietario de “Frutasia”, un proyecto que desarrolla en Isla Puén, localidad ubicada a 144 kilómetros de esta ciudad, en las proximidades del riacho El porteño cuya reactivación le permitirá ampliar las áreas de cultivo y al mismo tiempo lograr mayor cantidad y calidad en los finales de cosecha.
Pero a Cheng se le suma ahora la multinacional Hathor Agropecuaria instalada en General Belgrano que ha iniciado la experiencia con las primeras 5 hectáreas de una planta a la que se le debe tener paciencia ya que hay que aguardar entre cuatro y cinco años hasta que el árbol evolucione y comience a fructificar.
Cheng hace siete años que comenzó a experimentar con litchí y dispone en la actualidad de un total de 15 hectáreas sembradas aunque solamente en 5 de ellas se logran los mejores rendimientos por una cuestión de antigüedad.
La prolongada sequía hizo que solamente cosechara en 2006 un total de 500 kilogramos que se vende a razón de 25 a 30 pesos por cada uno de ellos en el mercado central de Buenos Aires, en el barrio Chino o en las grandes cadenas de supermercados, como Jumbo y Norte.
“Con agua suficiente, que es la que ya está llegando por la reactivación de El porteño, en 2007 pienso conseguir por lo menos 30.000 kilos”, anticipa entusiasmado.


Frutilla del árbol


Por su parte, el ingeniero Ezequiel Beltramone, de Hathor, reveló que esta “frutilla de árbol”, como se la llama en el Paraguay, pueda ser comercializada en 2009 como fresco para ser consumida en ensaladas de frutas, licuados o como fruta desecada."Hemos implantado unos mil plantines bajo riego por goteo", contó para confirmar que el litchí es ni mas ni menos que un árbol que se conoce desde tiempos milenarios, anteriores a Cristo, y que llega a alcanzar una altura que fluctúa entre los diez y doce metros alcanzando desarrollos favorables en las zonas subtropicales como la de Formosa.
"Por ahora planificamos comercializar los frutos como frescos......de todos modos son también exquisitos industrializados, consumiéndoselos enlatados en almíbar", reveló Beltramone quien confirmó que dentro de la programación de la multinacional Hathor-que cuenta con 1.000 hectáreas de las cuales aún no ha utilizado un tercio- figura el cultivo de carambolas y de rambután. En el primer caso, se trata de una fruta dulce, rica en potasio aunque con un bajo aporte de sodio lo que la convierte en predilecta de los enfermos diabéticos, hipertensos y cardíacos.


El rambután


En cuanto al rambután consigna Beltramone que " es de la familia de las sapindáceas al igual que el litchí y se lo conoce como el "litchí peludo" aunque también como "mamón chino".
"Es muy jugosa y dulce....tiene una especie de verruga", relata por su parte Cheng quien aspira incrementar las áreas de siembra de litchí ya que acaba de recibir un pedido de España para el envío, como mínimo, de 30.000 kilogramos.
"Pretendo llegar a las 30 hectáreas para que fructifiquen para 2010", planifica el taiwanés quien sorprende al hablar de los rendimientos de la planta: "permite cosechas durante 150 años".
Cheng sabe que la competencia crece y por eso ha podido aun proveedor internacional semillas de mamón de la China y de sandías sin semillas.
En ambos casos, cada kilogramo cuesta 1.500 dólares. "Pero en el caso del mamón, voy a sembrar unas 30 hectáreas para conseguir entre 40.000 y 50.000 kilogramos por cada una de ellas", se entusiasma.
Mientras tanto, comercializa los rendimientos de 40 hectáreas de mango de oro. En el mercado Central y otras bocas de expendio importantes de Buenos Aires le están pagando 35 pesos cada cajón de  10 kilogramos que totalizan 70 unidades."En 60 días, calculo que voy a estar en condiciones de vender unas 15.000 cajas , una cantidad que pretende duplicar para el año que viene y llegar a 200.000 en el año 2010", precisó.


El taiwanés Cheng


José Cheng lleva la delantera en tiempo y también en creatividad permanente. Junto con todo lo que tiene y aspira, suma a las tunas cabeza de dragón que se producen entre diciembre y mayo."En 40 o 45 días ya van a estar listos ", anticipa para comentar que cuenta con 3 hectáreas que producen unos 15.000 kilogramos en total.
"La de color rojos es la que más se pide porque la blanca es ácida.....las tunas se consumen como ensaladas o jugos", explica.
Además, tiene otra fruta típica del subtrópico en "Frutasia": maracuyá.
En las dos hectáreas actuales logra unos 15.000 kilogramos, pagándose entre 5 y 8 pesos el kilo en el mercado nacional.
Tanto Hathor cuanto Frutasia tienen otros planes productivos, más aún que se van conociendo sus producciones, los empresarios llegan para realizar transacciones y hay agua abundante y garantida para los 365 días del año aportada por las obras de reactivación del riacho El Porteño que ha sido ponderada y bienvenida porque incentiva las ideas y proyectos de los empresarios frutícolas radicados en Formosa.

18-12-2006 | Cargada en Fsa. en Marcha - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social