Un interesante programa de monitoreo satelital para cultivos de la región, además de la humedad en mantos de vegetal y de los modelos hidrológicos sobre el Norte Grande que el Banco Interamericano de Desarrollo ...
Un interesante programa de monitoreo satelital para cultivos de la región, además de la humedad en mantos de vegetal y de los modelos hidrológicos sobre el Norte Grande que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) financiara, incluye a nuestra provincia.
Justamente, como una actividad lateral a la reciente XVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado de Uruguay, la ministra de Economía, Felisa Miceli, acordó con el presidente del BID, Luis Moreno, los "detalles" de dos programas que ese organismo financiará en esta zona del país: el plan satelital para cultivos de la región y el electroducto NEA-NOA, obra esta última que tendría su inicio con la línea de 500 kv. entre Bastiani-Formosa.
Aunque sobre el programa satelital –PROSAT-, que tendría una inversión del orden de los 50 millones de dólares, se explicó que se trata de una una iniciativa bajo la política de ciencia y tecnología y la estrategia nacional de desarrollo de Argentina que se espera contribuya a aumentar a largo plazo la productividad y la sostenibilidad de la economía.
“El aumento de la productividad, necesario para un desarrollo económico y social a largo plazo, está determinado mayormente por el nivel de desarrollo científico y la capacidad de innovación” afirmó el jefe del equipo de proyecto del BID.
“Un aspecto interesante de los sensores remotos es que representan un medio menos costoso y más veloz para obtener datos de extensas zonas geográficas, que la observación en el terreno”.
Los sensores remotos montados en satélites de observación de la Tierra pueden arrojar una variedad de mediciones ambientales”, agregó. “El programa fortalecerá la prestación de servicios espaciales y las capacidades científicas y de ingeniería para diseñar, construir y operar en forma exitosa un sistema satelital de avanzada para la observación de la Tierra. Ayudará a desarrollar e implementar aplicaciones de alto impacto socioeconómico utilizando los datos obtenidos”.
Aplicaciones
de alto impacto
Las tres aplicaciones de alto impacto seleccionadas para su implementación mediante el Programa Satelital (Prosat) son las siguientes:
1.- Mapas sobre humedad del suelo, para aumentar la productividad agrícola, para ayudar a optimizar un cronograma de decisiones de sembrar y aplicar fertilizantes en los cultivos de trigo, maíz y girasol.
2.- Mapas sobre la humedad del manto vegetal y los suelos superficiales para reducir las pérdidas de cosechas mediante una predicción más exacta de las plagas que afectan cultivos importantes.
3.- Modelos hidrológicos y mapas de riesgos para una alerta temprana y un mejor manejo de inundaciones en las cuencas de los ríos de la Plata (NEA-Litoral), Salado (Santiago del Estero, Santa Fe) y Bermejo (Salta, Formosa y Chaco).
El programa también fomentará la participación del sector privado para desarrollar servicios de valor agregado basados en imágenes satelitales, e impulsará actividades de investigación y desarrollo en la comunidad académica nacional e internacional para apoyar el desarrollo de nuevas aplicaciones.
Los beneficios de los satélites de observación de la Tierra son considerables, tanto por las aplicaciones que se implementan una vez lanzados, como por las capacidades que se desarrollan durante el diseño, construcción y prueba de satélites avanzados y de las correspondientes ramificaciones para el resto de la economía, que derivan en el desarrollo de nuevos productos y servicios”, explicó el jefe del equipo a cargo del proyecto en el BID.
Se espera que el programa fortalezca la capacidad actual de Argentina en materia de ciencia y tecnología, ubicando al país en un segmento tecnológico y estableciendo una colaboración significativa con la base industrial del país y con los proveedores de los servicios y productos necesarios para el diseño, construcción y operación de los satélites y de sus aplicaciones.
La Observación Satelital de la Tierra (EO) como técnica para el trazado de mapas y seguimiento en el área medioambiental quedó establecida con el programa Landsat de Estados Unidos en los años setenta. A diferencia de los satélites de telecomunicaciones que pueden ser manejados como inversiones comercialmente rentables, los satélites de observación de la Tierra son inversiones públicas operadas generalmente por las entidades espaciales del país debido a su naturaleza tecnológica de avanzada y a la capacidad de muchas de sus aplicaciones de desarrollar bienes públicos.
PROSAT es el primer programa de desarrollo satelital financiado por un organismo financiero multilateral. Otros organismos multilaterales han financiado en el pasado el uso de datos satelitales, el desarrollo de estaciones terrestres y garantías a firmas de servicios de lanzamiento.
Norte Grande: Programa satelital para sustentabilidad de los cultivos.