A pesar de las altas temperaturas en casi todo el año, en Ingeniero Juárez se está llevando adelante con éxito y con prácticas de diversificación productiva, el Programa Pro Huerta, colaborando ...
A pesar de las altas temperaturas en casi todo el año, en Ingeniero Juárez se está llevando adelante con éxito y con prácticas de diversificación productiva, el Programa Pro Huerta, colaborando con la nutrición de las familias.
No solo se incursiona con fortuna en la conformación de huertas con resultados ya a la vista (para dos estaciones: verano e invierno) sino que dentro de la pregonada diversificación productiva del gobierno provincial, también se experimenta con éxito en los rubros frutícolas y granjas.
Los resultados de este loable emprendimiento socio- productivo fue puesto en relieve ayer por la bióloga Inés Caballero, que está trabajando en Ingeniero Juárez con mucho entusiasmo, junto a técnicos y promotores barriales, además de otros voluntarios.
“En una zona de temperatura muy elevada y donde siempre falta el agua, no solamente trabajamos con huerta, como lo denomina el programa, sino además con granja y frutales, es decir que estamos diversificando la producción.
Todas estas actividades lo llevamos a cabo adaptando estas producciones a la zona”, especificó la profesional.
Añadió que “como hay poco agua en la zona que dificulta el cultivo de la huerta, estamos experimentando con frutales y así estamos entregando plantines de cítricos a las familias, como limoneros, naranjos y mandarinas. También estamos entregando limones o papayas como también se lo conoce.
Estamos entregando unos tres plantines por familia como manera de aporte de vitaminas y minerales para las familias y en el caso de las huertas, planteamos una de verano y otra de invierno, con especies que se adaptan a las distintas temperaturas”.
Reveló que “el Programa Pro Huerta tiene una base muy fuerte que son los promotores. En cada zona está un agente de proyectos y muchos promotores, que son quienes entregan las semillas y plantines a cada una de las familias beneficiarias de los barrios. Estos promotores están a cargo del seguimiento y observan si las familias cuentan con algunos problemas para llevar a cabo la huerta o si aparecen determinadas plagas o si falta algún tipo de capacitación y luego de estas actividades, se comunica todo al técnico y se desarrollan las acciones que correspondan”.
Puntualizó que “los beneficiarios del Programa Pro Huerta son familias NBI, es decir, con necesidades básicas insatisfechas, pero en nuestra zona, cualquier persona o familia interesada en montar una huerta, lo puede hacer, solicitando las semillas al técnico o promotor del barrio y ponerse luego a armar la huerta.
Dieta diversificada y equilibrada
El Pro Huerta es un programa dirigido a la población en condición de pobreza, que enfrenta problemas de acceso a la alimentación saludable, promoviendo una dieta más diversificada y equilibrada, mediante la autoproducción en pequeña escala de alimentos frescos por parte de sus destinatarios. El conjunto de prestaciones brindado se concreta en modelos de huertas y granjas orgánicas de autoconsumo a nivel familiar, escolar, comunitario e institucional.
Se trata de un programa enmarcado en la seguridad alimentaria, cuya piedra angular amalgama la capacitación progresiva, la participación solidaria y el acompañamiento sistemático de las acciones en el terreno, resultando estratégicos en su operatoria la intervención activa del voluntariado, que son los promotores y de redes de organizaciones de la sociedad civil.
Los objetivos del programa son complementar la alimentación mediante la autoproducción de alimentos; mejorar la calidad de la dieta alimentaria y el gasto familiar en alimentos; promover la participación comunitaria en la producción de alimentos; generar tecnologías apropiadas para la autoproducción de alimentos y promover pequeñas alternativas productivas agroalimentarias.