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Culminó exitosamente y con buenos rendimientos la cosecha de maní realizada en el centro oeste formoseño con la participación de tres firmas que lograron, en conjunto , 4.000 toneladas del tipo “confitería” destinadas totalmente a la exportación a países de la Unión Europea, convirtiéndose en otras de las expresiones valiosas del proceso de diversificación agrícola impulsada por las actuales autoridades en el modelo formoseño para el desarrollo provincial.
El ciclo duró seis meses y en sus inicios en el mes de enero pasado, el establecimiento principal donde se radicaron los hermanos Cavigliaso de Córdoba con la firma Poragro, estuvo observando el comienzo de las evolución de las plantas el gobernador Gildo Insfrán quien viajó a la zona acompañado por integrantes de su gabinete, entre ellos los ministros de la Producción, Luis Basterra y el de Planificación, Jorge ibáñez, además del titular de ENARSA, doctor Ricardo Cabrera; el administrador del Instituto de Colonización y Tierras Fiscales, ingeniero Manuel Rodríguez y el delegado en la zona de la cartera de Producción, doctor Ricardo Florentín.
En esa ocasión, la comitiva tuvo ocasión de recorrer la finca de Proagro acompañada por el encargado, Fernando Racca, quien les mostró las maquinarias y equipamiento tecnológico de punta del que dispone la firma así como las unidades de transporte que se encargan de llevar los productos allí logrados hacia los mercados de consumo del país.
Según representantes de la finca de PROAGRO en Las Lomitas, que fue la impulsora de esta nueva etapa manicera, la producción de cada hectárea demandó una inversión de 600 dólares, sin incluir allí los gastos de cosecha lográndose en el proceso de comercialización que el maní de primera, superselección, sea colocado a 380 dólares la tonelada mientras que el destinada para la elaboración de aceite para industria  se vende a razón de 80 a 90 pesos la tonelada.

Formosa, una alternativa

Esta provincia se ha convertido, por la calidad de sus tierras y el clima, en una alternativa para los cultivares de maní que tienen su núcleo principal en Córdoba y la realidad muestra resultados excelentes en la presente trilla llevada a cabo en el centro oeste donde en las 2.000 hectáreas sembradas se han conseguido 2.000 kilogramos por hectárea al término del ciclo
El maní es un cultivo casi sin historia en Formosa ya que solo registra antecedentes experimentales en la década del 70  y en 2000, aunque con resultados regulares que no alentaron la continuidad de los ensayos.
Sin embargo, empresarios cordobeses , con asiento en Río Cuarto, creyeron en las aptitudes de los suelos de Las Lomitas, Juan G. Bazán y el paraje La Palizada y se lanzaron a invertir sumas significativas para cultivar el grano tipo “confitería” que tiene destino seguro hacia países de la unión Europea como España, Italia, Francia y Alemania y próximamente hacia Japón y China. En este aspecto, ya hubo contacto con directivos de la firma Shirotawa Company con sede en Asunción del Paraguay para concertar los envíos hacia Oriente.
Los impulsores de la actividad manicera son los hermanos Daniel y Delmo Cavigliaso , dueños de la firma Proagro junto con Aroldo Suave, primo de ambos, que en enero pasado sembró 1.400 hectáreas entusiasmando también a Winter Hermanos y a  Carlos Kerndiesky quienes sembraron 300 hectáreas cada uno.
La trilla  se prolongó hasta mediados de julio, lográndose , finalmente,  4.000.000 kilogramos.
Los Cavigliaso reconocen a los de Formosa como uno de los mejores suelos del país para la actividad manicera pues tienen la ventaja de ser blandos con buen drenaje y sin el riesgo de anegamientos. Además, tienen salida rápida hacia los mercados pues cuentan con la ruta 81 pavimentada, el agua del complejo de Laguna Yema que se nutre del río Bermejo y el centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias, CEDEVA, que les ofrece información copiosa sobre clima, suelo y las canastas de cultivos de mejor evolución en la zona.
Se radicaron en las cercanías de Las Lomitas, a 300 kilómetros de esta ciudad, donde adquirieron 7.000 hectáreas en las que también ya están cosechando 1.00 hectáreas de sorgo que le han rendido 5.000 kilos y 500 has. de maíz, con 4.000 kilogramos por cada una de ellas.

Equipamiento moderno

Fernando Racca, el encargado de PROAGRO, admite que con una alta inversión se incorporaron a la finca unas 35 unidades mecánicas de ultima generación compuesta por grandes y modernos tractores con cabinas presurizadas, aire acondicionado y música; banderillero satelital y sistemas de posicionamiento GPS.
A medida que se registra el acopio de maní, se remiten las cargas hacia General Cabrera, Córdoba, donde se encara la selección y el procesamiento que termina en la separación de las cáscara-utilizada para la elaboración de alimentos balanceados- del grano, que se destina para confitería y para la fabricación de aceites.
La planificación empresaria contempla, en función de los avances que se den en los próximos ciclos, montar aquí mismo la infraestructura necesaria para el almacenamiento y procesamiento de la mercadería.
En Córdoba hay más de 30 plantas de procesamiento que genera una significativa oferta laboral a punto tal que hay quienes la comparan con la de la propia industria automotriz.

La demanda europea

La demanda europea es creciente. Los granos son importantes y en los países de la UE se los consume en latas, fritos y salados.
Pero también se los utiliza para la elaboración de helados, chocolate, tortas y manteca.
En julio de este año se realiza otra edición de la EXPO 2006 en Asunción del Paraguay, estimándose que, con marketing novedoso, los maniceros formoseños presentaran en sociedad una variada gama de productos con marca propia registrada.
Argentina se ubica en segundo lugar como productor de maní y coloca en el mercado mundial cerca del 20% de 1.200.000 toneladas que se demandan.
Los empresarios coinciden en que los suelos de Formosa son ideales y que la búsqueda de alternativas para el maní se debe a que en la provincia mediterránea las fluctuaciones climáticas- sobre todo por la existencia de otoños que no son de los más convenientes para los cultivos- imponen el descubrimiento de nuevas zonas productoras.