Gobierno y ruralistas trabajan contra venta ilegal de carne .

Un tema desvela a los ruralistas y al gobierno de la provincia, que acusa el impacto en forma directa, al tratarse Formosa de una tierra altamente ganadera...


Un tema desvela a los ruralistas y al gobierno de la provincia, que acusa el impacto en forma directa, al tratarse Formosa de una tierra altamente ganadera. Se trata del abigeato y la comercialización clandestina de productos cárnicos, que entre ambos delitos, infligen cuantiosos daños económicos al sector, a tal punto que ayer provocó una reunión entre varias partes involucradas.
La lucha contra el abigeato o cuatrerismo se libra sin cuartel y aún así, a pesar de los estrictos controles policiales y de otros organismos involucrados, el delito sigue causando estragos entre los hacendados, al igual que el faenamiento clandestino con posterior comercialización sin los controles sanitarios ni bromatológicos.
Por tal motivo, ayer se desarrolló una reunión entre el ministro de Gobierno, Justicia y Trabajo, Lorenzo Elvio Borrini, presidentes de sociedades rurales de un par de departamentos de Formosa, jefes policiales y otras autoridades sanitarias de la provincia, en el despacho del funcionario aludido, para analizar el problema que aqueja al sector.
Durante el encuentro, los asistentes manifestaron su preocupación por los problemas que causan el abigeato y el faenamiento clandestino de reses y posterior comercialización de los productos. Los presentes en la reunión en el Cuarto Piso fueron eminentemente presidentes de sociedades rurales y productores ganaderos de las poblaciones o campos situados en cercanías del río Pilcomayo, una zona donde estos delitos proliferan a pesar de las acciones para contrarrestarlas.
Los ganaderos, de acuerdo a las afirmaciones del presidente de la Sociedad Rural de Formosa, Dr. Carlos Montoya, encuentran como solución acudir al gobierno provincial, buscando que se establezca un “real control sobre el problema y que también los municipios de la provincia tomen el control necesario en el caso de los faenamientos” para que dejen de ser clandestinos.
En la audiencia, las partes expusieron sus intenciones, tratando de atemperar los efectos nocivos que causa esta actividad delictual entre estos productores que se dedican a la cría de reses y venta de carnes.
Montoya aseveró que la Policía de la Provincia cuenta con los medios operativos y estratégicos diagramados para poner fin a estos delitos. “Ellos tienen sus cuerpos especializados que permanentemente actúan en varios frentes y están detrás de los causantes de estos delitos, en el marco de una política de control del robo de animales”, dijo.
Los presentes reflejaron su preocupación por la existencia aún de “bolsones de faenamiento clandestino y ese es el tema que actualmente trae incontables problemas a los ganaderos de la zona inmediata a la vera del río Pilcomayo, especialmente”, afirmó Montoya.
Los asistentes a la reunión subrayaron la importancia de que las comunas del interior hagan hincapié en el control de los lugares de faenamiento, adecuándolas a las exigencias contempladas para los ganaderos, para que dejen de ser clandestinos y procedan a aplicar los requisitos legales para el caso de la comercialización. Los municipios deben exigir los exámenes sanitarios correspondientes y no permitir que ingresen al ejido urbano carne clandestina que no se sabe de donde proviene.
Finalmente, Montoya consideró que estos delitos acarrean daños inestimables a la economía del sector ganadero. “Calculamos en términos generales que existe un 30 por ciento de comercialización clandestina sobre el volumen total en la provincia y eso realmente es mucho para nosotros, con los daños que implica”, se lamentó.
18-05-2005 | Cargada en Fsa. en Marcha - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social