Otra importante acción del Gobierno de la Provincia de Formosa en el extremo oeste, fue la cesión de tierras con títulos de propiedad destinadas a pueblos indígenas...
Otra importante acción del Gobierno de la Provincia de Formosa en el extremo oeste, fue la cesión de tierras con títulos de propiedad destinadas a pueblos indígenas, que la utilizarán para actividades productivas y para la construcción de escuelas y otros emprendimientos.
Junto a los beneficios que otorga el operativo solidario integral “Por Nuestra Gente Todo”, los pobladores de esta zona de la provincia donde la vida no es fácil como consecuencia del rigor que impone la naturaleza, también están recibiendo de parte del gobierno otros elementos que les cambiará la vida, como obras y enormes parcelas de tierra.
El caso más importante se registró en la localidad de Pozo de Maza, población mayoritariamente aborigen. Allí, el gobernador le entregó a la comunidad del lugar, una carpeta donde se ceden 53 hectáreas para que trabajen en la labranza, la ladrillería y emprendimientos como el procesamiento de la chaucha del algarrobo. Este gesto fue agradecido por miembros de la comunidad aborigen y en respuesta, el gobernador Gildo Insfrán, aconsejó utilizar las tierras con fines beneficiosos y exhortó a trabajar en forma responsable, “para que entre todos, el gobierno, el municipio y los miembros de la comunidad, reciban los beneficios de estas mejoras. No siempre las autoridades gubernativas deben hacerlo todo, porque es imposible y es aquí donde deben aparecer los intendentes, presidentes de comisiones de fomento y la misma comunidad, que debe entender que la mejora será estrictamente para su municipio”, dijo enfáticamente en su mensaje.
En la localidad de General Mosconi, la cesión sin cargo una hectárea de tierra se concretó a favor de la comunidad indígena para la construcción de la Escuela Provincial Anexo Nº 441. Por cuestiones administrativas, fue el Ministerio de Cultura y Educación quién recibió la parcela aludida, para el beneficio de la comunidad aborigen wichi de 7 de Junio.
Para el caso de Pozo de Maza, en esas 53 hectáreas se construirán también viviendas para las comunidades aborígenes, lo dijo el propio Insfrán, donde además ya están listas 209 unidades habitacionales listas para ser entregadas.
La cesión de tierras con títulos que garantiza la propiedad benefició a otras comunidades también del lugar, para erigir en ellas viviendas o escuelas y también para las actividades productivas. Todos estos beneficios fueron profundamente agradecidos por los beneficiarios, cuyas actividades dentro de estos predios serán analizados para que lo pactado se cumpla.
La satisfacción no se detiene por lo que ya se recibió. Se sabe que el gobernador Insfrán ya instruyó a las autoridades del Instituto Provincial de Colonización y Tierras Fiscales (IPCAF), en especial a su titular, Manuel Augusto Rodríguez, para que se siga esta política de ceder tierras con títulos de propiedad a favor de comunidades aborígenes del territorio provincial.
En consecuencia, la entrega de varias hectáreas a comunidades aborígenes e instituciones productivas, continuarán en el futuro, para emprender actividades ligadas a la producción que en todos los casos rinden sus frutos mediante trabajos de labranzas que tienden al autoconsumo mediante la siembra de frutas y hortalizas y otros rubros que puedan arrojar sus buenos dividendos. Y en otros casos, para la construcción de escuelas, viviendas y centros de salud.
Junto a los beneficios que otorga el operativo solidario integral “Por Nuestra Gente Todo”, los pobladores de esta zona de la provincia donde la vida no es fácil como consecuencia del rigor que impone la naturaleza, también están recibiendo de parte del gobierno otros elementos que les cambiará la vida, como obras y enormes parcelas de tierra.
El caso más importante se registró en la localidad de Pozo de Maza, población mayoritariamente aborigen. Allí, el gobernador le entregó a la comunidad del lugar, una carpeta donde se ceden 53 hectáreas para que trabajen en la labranza, la ladrillería y emprendimientos como el procesamiento de la chaucha del algarrobo. Este gesto fue agradecido por miembros de la comunidad aborigen y en respuesta, el gobernador Gildo Insfrán, aconsejó utilizar las tierras con fines beneficiosos y exhortó a trabajar en forma responsable, “para que entre todos, el gobierno, el municipio y los miembros de la comunidad, reciban los beneficios de estas mejoras. No siempre las autoridades gubernativas deben hacerlo todo, porque es imposible y es aquí donde deben aparecer los intendentes, presidentes de comisiones de fomento y la misma comunidad, que debe entender que la mejora será estrictamente para su municipio”, dijo enfáticamente en su mensaje.
En la localidad de General Mosconi, la cesión sin cargo una hectárea de tierra se concretó a favor de la comunidad indígena para la construcción de la Escuela Provincial Anexo Nº 441. Por cuestiones administrativas, fue el Ministerio de Cultura y Educación quién recibió la parcela aludida, para el beneficio de la comunidad aborigen wichi de 7 de Junio.
Para el caso de Pozo de Maza, en esas 53 hectáreas se construirán también viviendas para las comunidades aborígenes, lo dijo el propio Insfrán, donde además ya están listas 209 unidades habitacionales listas para ser entregadas.
La cesión de tierras con títulos que garantiza la propiedad benefició a otras comunidades también del lugar, para erigir en ellas viviendas o escuelas y también para las actividades productivas. Todos estos beneficios fueron profundamente agradecidos por los beneficiarios, cuyas actividades dentro de estos predios serán analizados para que lo pactado se cumpla.
La satisfacción no se detiene por lo que ya se recibió. Se sabe que el gobernador Insfrán ya instruyó a las autoridades del Instituto Provincial de Colonización y Tierras Fiscales (IPCAF), en especial a su titular, Manuel Augusto Rodríguez, para que se siga esta política de ceder tierras con títulos de propiedad a favor de comunidades aborígenes del territorio provincial.
En consecuencia, la entrega de varias hectáreas a comunidades aborígenes e instituciones productivas, continuarán en el futuro, para emprender actividades ligadas a la producción que en todos los casos rinden sus frutos mediante trabajos de labranzas que tienden al autoconsumo mediante la siembra de frutas y hortalizas y otros rubros que puedan arrojar sus buenos dividendos. Y en otros casos, para la construcción de escuelas, viviendas y centros de salud.