Desde la esfera de gobierno se afirmó que “el mejor legado que se le puede dejar a las nuevas generaciones de formoseños es el convencimiento de que habitarán una provincia donde se respeta el medio ambiente se aprovechan ...
Desde la esfera de gobierno se afirmó que “el mejor legado que se le puede dejar a las nuevas generaciones de formoseños es el convencimiento de que habitarán una provincia donde se respeta el medio ambiente, se aprovechan los recursos naturales para la generación de recursos genuinos a través de actividades ligadas a la producción en sus diferentes facetas y el turismo, protegiéndose los bienes que, por diferentes circunstancias, han sido explotadas a través de los años”.
La referencia tiene estrecha relación con el “Día Mundial del Medio Ambiente” que se conmemora en la fecha (5 de junio), fecha que se consideró oportuna para insistirse sobre un concepto claro y preciso de la actual gestión en torno a darle la impronta de “cuestión de estado” a este aspecto, de ahí la premisa clara por ejemplo de “sustentabilidad en el tiempo” a todo proyecto productivo, el cual debe indefectiblemente responder a estrictos estándares ambientales.
Se hizo notar que desde la actual gestión se “abrazó el criterio de promover un desarrollo sustentable a partir de una alianza natural entre el hombre y su entorno ambiental , abandonándose el antiguo concepto de separar al habitante de estos territorios de las bondades de la Creación”.
Como ejemplo de lo fructífero de esa política, se recordó el hecho de que fue aprobado por la UNESCO el proyecto formoseño de creación de las reservas de biósfera Laguna Oca y Teuquito.
Pero también puso como ejemplo la apuesta formoseña a la preservación del medio ambiente, la lucha pertinaz por la permanencia del río Pilcomayo en la provincia, con lo cual se fue dejando atrás la seria amenaza de su desaparición y con ello producir una desertificación de millones de hectáreas, inclusive la del mismo bañado La Estrella.
En efecto, la férrea lucha del gobernador Gildo Insfrán ha permitido no sólo que se mantuviera activo este humedal, el tercero en importancia en Sudamérica, y con ello se dio reaseguro a otra serie de cauces que riegan amplias regiones del territorio formoseño, sino que se han puesto en marcha obras de manejo que ya permiten un aprovechamiento racional y permanente del vital recurso.
Otra preocupación de la provincia tiene que ver con el recurso pesquero, el que se encuentra seriamente amenazado, principalmente por la inescrupulosa explotación por parte de pescadores comerciales, de ahí la activa participación de la provincia en los foros donde la cuestión es materia de debate, además de desarrollar iniciativas alternativas a favor de los pequeños pescadores, como la cría en cautiverio de diferentes especies.
La única reserva urbana
del mundo en Formosa
Otro hecho no menor reside en que “Formosa posee la única Reserva de Biosfera urbana del mundo: La Reserva De Biosfera Laguna Oca, que nos permite ser sus custodios directos a la vez de disfrutar de la naturaleza, su paisaje y por lo tanto ser responsables de su sustentabilidad”.
Además se indicó que “hoy podemos ver nuestro maravilloso río Paraguay desde la flamante costanera “Paseo Vuelta Fermosa” lo que manifiesta la preocupación del Gobierno de la Provincia por el cuidado de los ecosistemas y la integración del hombre con su entorno.”
Se sostuvo asimismo que “con estos logros se acompaña a nuestro gobernador , el doctor Gildo Insfran en su decisión de propiciar la implementación de políticas de desarrollo sustentable en todo el territorio provincial, adoptando como política de Estado, la conservación y el desarrollo, con el habitante como protagonista, legitimadas por una planificación participativa y en respuesta a los requerimiento del pueblo”.
Impacto ambiental
Por otra parte, se destacó que “otra prueba de la atención preferencial que merece el medio ambiente en la gestión de gobierno, está representado en que los diferentes proyectos de obras son sometidos a estudios de factibilidad económica, social y ambiental y, de ser necesario de impacto ambiental”.
“Esto resulta más eficaz para la etapa de diagnóstico, pues permite tomar decisiones a nivel de prefactibilidad sin avanzar imprudentemente e innecesariamente sobre presunciones anticipadas y limitar los alcances de la evaluación a las obras estructurales identificadas como estratégicas”, se ponderó.
Finalmente, “el hecho de realizarse la evaluación ambiental en paralelo a los estudios de factibilidad ha garantizado la inclusión con sus opiniones de los diferentes sectores de la sociedad, además de de los ajustes ambientales necesarios en el diseño de los proyecto así como ha orientado en la búsqueda de alternativas ambientalmente viables en las soluciones tecnológicas y de manejo de propuestas para diversos rubros, tratando de minimizar así la necesidad de disponer ex-post de medidas de mitigación o compensación, que como se sabe son caras y muchas veces no efectivas”.