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Una de las facetas de desarrollo sobre la cual se viene poniendo acento en el Centro de Validación Agropecuaria es la producción de semillas, como la de maíz –entre otras-, las cuales en 45 días más serán entregadas para luego ser distribuidas a pequeños productores paipperos.
Así lo anticipó el propio titular del Programa de Desarrollo del Centro Oeste (PRODECO), Jorge Balonga, quién explicó justamente que “este año hemos incrementado más el tonelaje de producción de simientes, y en los próximos 45 días estaremos entregando 20 toneladas de semillas de maíz envasadas en bolsas de siete kilos”.
Aludió a que se trata de un trabajo conjunto con el Ministerio de la Producción en el marco de un plan que se viene desarrollando desde hace cuatro años en beneficio del pequeño productor. “El año pasado también entregamos semillas de algodón, y a la fecha ya manejamos cien hectáreas de semillas que comenzamos a cosechar, aunque esta producción se estará entregando mucho después de que la hagamos con la de maíz”.
También refirió Balonga al desarrollo de un programa nuevo diseñado por el gobierno y que tiene que ver con “la recuperación del germoplasma, es decir la recuperación de material genético existente en maíces criollos en la zona norte de la provincia, en los departamentos Pilcomayo y Pilagá”. “Estos ya están siendo sembrados en el CEDEVA de Misión Tacaaglé, con lo cual estaremos definiendo líneas adaptadas a la zona y que sean productivas”, sostuvo.

Incremento de
atos caprinos

Por otra parte y al explicar los alcances del reciente acuerdo entre el PRODECO con la Facultad de Veterinarias de la UNNE, Balonga señaló que “básicamente es para trabajar sobre dos líneas: la primera se basará en un análisis económico de la actividad caprina en la zona de Laguna Yema, abordandose las tareas de extensión que se hizo desde el CEDEVA, sobre todo en torno a los sistemas productivos existentes, y ver la forma de avanzar sobre cada uno de ellos y hacerlos más eficientes”.
Añadió que “también se trabará sobre un estudio que es más largo y llevará muchos años, para definir el biotipo de la raza de cabra criolla formoseña.
Sobre esto ya desde el año pasado comenzamos hacer estudios, tenemos un ato de animales muy representativo que nos permite obtener datos muy representativos sobre distintas áreas de los tres departamentos del oeste (Ramón Lista, Matacos y Bermejo) y de una franja del Patiño. Disponemos de un rodeo de cabras criollas con su genotipo característico”, considerando que “cada uno de estos animales pueden resolver diferentes problemas”.
Hizo referencia a las acciones que en materia de cruzamientos se trabajó “con buenos resultados al obtener un animal muy vigoroso y de rápido crecimiento. Pero esto puede hacerlo un productor más avanzado, y nuestra tarea apunta esencialmente a darle respuesta al pequeño productor”.
Aludió asimismo a que “tras trabajar con unos 120 productores en capacitación y sanidad, ya tenemos datos muy auspiciosos después del segundo sangrado de cabras hecho en la zona, en una de las cuatro áreas donde se accionó fuerte en materia sanitaria y capacitación, dado que se ha verificado un incremento de los rebaños en un 28%”.
Abundó sobre el particular refiriendo a que “es realmente estimulante esto, como también al apreciar la calidad de animal que ha dejado, y la gente ya distingue cuales son los animales que debe retener en su majada y cuales no, además de incorporar aspectos sobre el manejo de los animales, corrales, plan sanitario y alimentación”.
Otra faceta tuvo que ver “con el canje de animales enfermos por sanos, inclusive se le proporcionó cabras mejoradas genéticamente, lo que sin dudas hizo posible que se estén dando resultados benéficos”.
Balonga aseveró que “hoy los lugareños son tenedores de cabras y no productores, es decir lo toman como un animal de subsistencia, y una de las metas propuestas es que deje de constituir una economía de subsistencia a una que les de rentabilidad y les cambie su realidad”