Elogios a las viviendas rurales formoseñas

El plan de construcción de viviendas rurales tiene continuidad con la revelación gubernamental de que este año estarán en ejecución 6.000 nuevas unidades y al mismo tiempo recibió elogios de parte de profesionales y técnicos...

El plan de construcción de viviendas rurales tiene continuidad con la revelación gubernamental de que este año estarán en ejecución 6.000 nuevas unidades y al mismo tiempo recibió elogios de parte de profesionales y técnicos que trabajan en este tipo de temas que las consideran las mejores del país en su tipo. Para esa calificación tienen en cuenta su fortaleza estructural, su adecuación a la naturaleza, sus ventajas para el control solar y de la temperatura y las de ventilación y humedad a lo que se agrega su adaptabilidad a todo tipo de materiales de construcción, sobre todo los que se producen en la provincia.
El anuncio realizado en la legislatura el primero de marzo el gobernador  sobre la decisión de poner en ejecución 6.000 viviendas rurales a partir de este año, fue celebrado no solamente por los destinatarios naturales de estas unidades por lo que implica para acabar con el desarraigo campesino sino porque la iniciativa ha hallado comprensión en los altos niveles del gobierno nacional lo que garantiza la continuidad del programa.
Cuando en septiembre de 1996 fue lanzado en General Belgrano el programa PAIPPA-Programa de Asistencia Integral para los Pequeños Productores Agropecuarios-hubo algunos que le restaron mérito a esta idea de Insfrán y uno de los aspectos en los que más se acentuaba tenía relación con la construcción de las viviendas para los campesinos minifundistas.


En la propia chacra


Sobre todo, la duda se planteaba porque el autor de la iniciativa les había garantizado:”Las construiremos en su propia chacra, para que no tengan que abandonar sus afectos”.
Ocurre que hasta ese momento los planes habitacionales solamente contemplaban conglomerados, es decir conjuntos habitacionales que en la mayoría de los casos se nuclealizaba para evitar la dispersión de recursos en lo que atañe a la incorporación de los servicios esenciales.
Además, prometió que ninguna de las 8.500 familias paipperas se quedaría sin su casa. Y hubo un envió que permitió que se cubriesen las demandas de `poco más de 2.000 de ellas hasta que llegó la crisis que resultó de las políticas ejecutadas entre 1999 y 2001.
Tras las contingencias emergentes y la aparición del proyecto nacional encarnado por Néstor Kirchner, hubo posibilidad de darle continuidad a esta idea de Insfrán y al viejo anhelo de los campesinos.
Campo Hardy fue el lugar elegido para la inauguración de la primera casa PAIPPA y le siguieron El Alba y Potrero de los Caballos.
Cuando Sergio Giménez, interventor del Instituto Provincial de la Vivienda, explicaba las particularidades de estas casas rurales muchos entendieron recién las connotaciones sociales y también culturales de su diseño porque la indicación gubernamental se sostenía en el afán de que se respeten las costumbres y el modo de vida de los pequeños productores.


Investigación previa


Fue por eso que se realizó una investigación previa del hábitat campesino de modo que se respetasen esas pautas culturales.
Los técnicos, según lo relataba Giménez, se basaron en tres presupuestos: el tipo de vivienda del tipo chorizo que permite agregaciones sucesivas a partir de un eje, las modernas o funcionales y la vivienda típica de los campesinos que habitualmente tiene un espacio central con dos células laterales.
Lo cierto es que se adoptó el prototipo que facilita la agregación pero también de la de tipo funcional se adoptó su buena distribución y la concentración del núcleo húmedo. Para quienes sienten la costumbre guaranítica saben lo que significa culata yobái. Es una de las características del prototipo elegido que permite ese crecimiento del tipo chorizo y dispone del confort de las unidades funcionales.
Quienes conocen este tema de la arquitectura en zonas rurales aplaudieron la idea ya que consideran que el de la culata yobái es de una alta eficiencia aerodinámica y de mejor resistencia a los temporales de la región que habitualmente provocan las voladuras de las viviendas.


Las características


Giménez, en coincidencia con los 33 años del IPV, no duda en afirmar que las de Formosa son las mejores viviendas rurales del país. La nueva tiene 100 metros cuadrados de superficie, tres habitaciones iniciales, baño, cocina, lavadero, tanque de bombeo y de reserva, aljibe y un amplio espacio social, incluido un hogar.
Se ha asegurado que este paquete de 6.000 nuevas viviendas rurales y su renovada concepción arquitectónica brinda la ventaja de contar con fortaleza estructural, adecuación a la naturaleza, ventajas para el control solar y de la temperatura así como de las ventilaciones y la humedad.
Pero, además, ofrece la posibilidad de que se construyan con los materiales de la zona, generando posibilidades laborales para los carpinteros, aserraderos, ladrilleros y peones formoseños que encuentran en esta reactivación-que globalmente incluye para este año más de 13.000 respuestas habitacionales-la posibilidad de llevar ingresos dignos a sus hogares.

07-05-2005 | Cargada en Fsa. en Marcha - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social