En la Escuela 335 del barrio Namqom se pudo apreciar a aborígenes participar de manera activa en el proceso electoral, y no solo militando para tal o cual partido, sino como autoridades de mesa, entre ellos jóvenes que estaban haciendo su estreno como votantes.
Incluso, hubo una mujer que algo renuente en principio, aunque luego si adhirió, sobre todo cuando le señalaron que iba a cobrar por la labor, que fue nombrada en el momento mismo como presidente de mesa ante la ausencia de la que fuera nombrada originalmente. Esta se mostró muy bien informada acerca de las PASO y la responsabilidad que entraña ser autoridad de mesa.
Es más, coincidente con un dirigente indígena del barrio, dijo que "por mas que hay algunos que nos menosprecian, somos inteligentes y entendemos bastante todo, así que podemos actuar como cualquier otro en estas elecciones".
Justamente el vecino Catalino Sosa, señaló que "cuando vemos por la televisión que desde Buenos Aires creen que se nos encierran y se nos saca los documentos como si nosotros no entendemos nada, da bronca. Es porque no son cosas ciertas y nos humilla. Sabemos cómo y por quién votar, y ya lo demostramos cuando tenemos que elegir nuestra autoridad del ICA, como hicimos hace pocos meses, y ahora nuevamente y con nuestros jóvenes participando como autoridades de mesa, queda demostrado todo esto, por más que se trate de menospreciarnos".
Matías, quien con sus 21 años estaba votando por segunda vez, dijo que estudiaba en el nivel Superior y que en ese ambiente pudo cosechar ricas experiencias en materia política, evocando que "cuando era más chico y vivía en el interior no se daba todo esto. Ahora hay grandes cambios, somos parte integrante de la provincia, se nos tiene en cuenta y fíjense que estamos acá participando de las elecciones, no solamente votando, sino siendo autoridades en las mesas, y eso antes no había".
En tanto que madres jóvenes, con algunas que con sus 23 años exteriorizaban estar ante su tercera participación en esto de concurrir a las urnas, junto a quienes estrenaban esa condición, incluso como fiscales partidarios, se mostraban muy satisfechas de ser activas partícipes de este proceso democrático nacional, fundamental para la vida institucional del país.
Presentes más allá de los achaques.
"Por mas que ya esté rozando los 80 y no tenga la obligación de votar, personalmente entiendo que estar tantos años sin poder elegir democráticamente y ahora que sea algo continuando de casi treinta años, me entusiasma a no faltar ahora, por más que tenga bastantes achaques", expuso don Remigio Díaz.
En la Escuela 31 se apreció a varios otros que como él no ocultaban su satisfacción de estar en la "jornada cívica festiva", exhibiendo con orgullo sus viejas y con evidentes signos del deterioro producido por más de siete u ocho décadas de deambular entre carteras, bolsillos, los cajones de la cómoda y algún monedero, la vieja Libreta Cívica, la cual pese a todo, mostraba su resistencia, al igual que su titular sobreviviente de mil batallas.
Incluso advertían que "aunque todo se esté modernizando ahora con las computadoras y el Internet, yo mantengo mi libreta, es mi tesoro que siempre cuidé y conservo",
Varios de estos ancianos exhibían verdaderos tesoros, es que sus Libretas Cívicas exhiben sellos de procesos comiciales de la década del 50, por lo que no faltaron los nostálgicos recuerdos al general Juan Domingo Perón, a Evita,
Arturo Illía, y otros grandes próceres de la política argentina.
Poco antes de que su joven nieto lo dejara frente a la mesa de voto asignada, doña Juliana comentó con una conocida acerca la molesta artrosis, pero que pudo más la opción electora porque dijo que siempre le gustó votar, y picaronamente dijo que no tardaría mucho mas allá de las dificultades para desplazarse, porque aclaró que "tengo la boletita en mi bolsillo".
El entusiasmo de los votantes jóvenes.
Estados de ánimos muy parecidos se apreció en los jóvenes que por primera vez votaban, sobre todo aquellos de 16 y 17 años habilitados por la vigencia de la ley que facultó el sufragio a esa edad (Ley 26.774): Ansiedad, expectativa y marcado interés en esta experiencia democrática, además de la real conciencia de la importancia del acto.
Los jóvenes formoseños menores de 18 años que estaban habilitados en estas elecciones se contabilizaron en 12.349, lo que representó el 3,14 por ciento del electorado provincial.
Lautaro Coronel de 16 años estuvo temprano porque dijo que debía ayudar en algunos quehaceres del hogar, admitió que hasta hace algunas semanas atrás no estaba muy al tanto de las PASO, pero que en el último mes y con la campaña más activa, sobre todo por lo conversado con sus padres y amigos del colegio, se entusiasmo y espero con expectación este domingo. "Ya sabía a quién iba a votar hace algunos días, y fue algo que estuvimos hablando con los amigos, y bastante de acuerdo todos, aunque como siempre, están los que dudan y quienes piensan diferente".
Carla, con sus 18 años recién cumplidos, expuso que "yo en el colegio trabajé en los centros de estudiantes, así que algo sé de esto. Pero claro esto es más importante, aunque igual no es que tuve que andar preguntando mucho, por Internet y lo que veo en la televisión me sirvió para saber lo que quiero y lo que no quiero".
Juan Manuel, a poco de festejar sus 17 años y acompañando a su abuelo de 74, ambos votantes en la Escuela 147 del barrio Lujan, con bastante convicción afirmo que "mi papara que salió en el padrón en otra escuela y mi abuelo son peronistas de siempre. Yo primero por hacerle la contra le decía que no estaba seguro a quien iba a votar, pero conociendo mas la historia de la provincia y todo lo que se cambio ahora, acompaño lo de toda la familia", asumiendo así la preferencia por el modelo del gobernador Gildo Insfrán.
María Paula, a poco de salir de votar de la Escuela 66, muy animada por su debut en las urnas con sus 18 años, manifiesta ya un tiempo de militancia con otras amigas, dijo que "estoy ahora ayudando para que la elección salga bien", y bastante clara en lo que le interesa, expone inquietudes referidas al impuesto a las ganancias, el aborto, lo ambiental y más posibilidades laborales.
Para Kevin, de 19 años, que adhiere al espacio opositor del radicalismo donde apareció "Apo" González, expone "hay que meterse más en la política, porque si no después no hay que quejarse cuando las cosas se hacen mal", exponiendo que su mayor preocupación está dada en resolver las cuestiones sociales y mejores servicios en los barrios de la periferia de la ciudad.
Este año, entonces, es la primera oportunidad en la que los chicos y chicas de esas edades tienen la posibilidad de concurrir a las urnas tanto en la instancia de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) como en los comicios legislativos del 27 de octubre.
Es más, coincidente con un dirigente indígena del barrio, dijo que "por mas que hay algunos que nos menosprecian, somos inteligentes y entendemos bastante todo, así que podemos actuar como cualquier otro en estas elecciones".
Justamente el vecino Catalino Sosa, señaló que "cuando vemos por la televisión que desde Buenos Aires creen que se nos encierran y se nos saca los documentos como si nosotros no entendemos nada, da bronca. Es porque no son cosas ciertas y nos humilla. Sabemos cómo y por quién votar, y ya lo demostramos cuando tenemos que elegir nuestra autoridad del ICA, como hicimos hace pocos meses, y ahora nuevamente y con nuestros jóvenes participando como autoridades de mesa, queda demostrado todo esto, por más que se trate de menospreciarnos".
Matías, quien con sus 21 años estaba votando por segunda vez, dijo que estudiaba en el nivel Superior y que en ese ambiente pudo cosechar ricas experiencias en materia política, evocando que "cuando era más chico y vivía en el interior no se daba todo esto. Ahora hay grandes cambios, somos parte integrante de la provincia, se nos tiene en cuenta y fíjense que estamos acá participando de las elecciones, no solamente votando, sino siendo autoridades en las mesas, y eso antes no había".
En tanto que madres jóvenes, con algunas que con sus 23 años exteriorizaban estar ante su tercera participación en esto de concurrir a las urnas, junto a quienes estrenaban esa condición, incluso como fiscales partidarios, se mostraban muy satisfechas de ser activas partícipes de este proceso democrático nacional, fundamental para la vida institucional del país.
Presentes más allá de los achaques.
"Por mas que ya esté rozando los 80 y no tenga la obligación de votar, personalmente entiendo que estar tantos años sin poder elegir democráticamente y ahora que sea algo continuando de casi treinta años, me entusiasma a no faltar ahora, por más que tenga bastantes achaques", expuso don Remigio Díaz.
En la Escuela 31 se apreció a varios otros que como él no ocultaban su satisfacción de estar en la "jornada cívica festiva", exhibiendo con orgullo sus viejas y con evidentes signos del deterioro producido por más de siete u ocho décadas de deambular entre carteras, bolsillos, los cajones de la cómoda y algún monedero, la vieja Libreta Cívica, la cual pese a todo, mostraba su resistencia, al igual que su titular sobreviviente de mil batallas.
Incluso advertían que "aunque todo se esté modernizando ahora con las computadoras y el Internet, yo mantengo mi libreta, es mi tesoro que siempre cuidé y conservo",
Varios de estos ancianos exhibían verdaderos tesoros, es que sus Libretas Cívicas exhiben sellos de procesos comiciales de la década del 50, por lo que no faltaron los nostálgicos recuerdos al general Juan Domingo Perón, a Evita,
Arturo Illía, y otros grandes próceres de la política argentina.
Poco antes de que su joven nieto lo dejara frente a la mesa de voto asignada, doña Juliana comentó con una conocida acerca la molesta artrosis, pero que pudo más la opción electora porque dijo que siempre le gustó votar, y picaronamente dijo que no tardaría mucho mas allá de las dificultades para desplazarse, porque aclaró que "tengo la boletita en mi bolsillo".
El entusiasmo de los votantes jóvenes.
Estados de ánimos muy parecidos se apreció en los jóvenes que por primera vez votaban, sobre todo aquellos de 16 y 17 años habilitados por la vigencia de la ley que facultó el sufragio a esa edad (Ley 26.774): Ansiedad, expectativa y marcado interés en esta experiencia democrática, además de la real conciencia de la importancia del acto.
Los jóvenes formoseños menores de 18 años que estaban habilitados en estas elecciones se contabilizaron en 12.349, lo que representó el 3,14 por ciento del electorado provincial.
Lautaro Coronel de 16 años estuvo temprano porque dijo que debía ayudar en algunos quehaceres del hogar, admitió que hasta hace algunas semanas atrás no estaba muy al tanto de las PASO, pero que en el último mes y con la campaña más activa, sobre todo por lo conversado con sus padres y amigos del colegio, se entusiasmo y espero con expectación este domingo. "Ya sabía a quién iba a votar hace algunos días, y fue algo que estuvimos hablando con los amigos, y bastante de acuerdo todos, aunque como siempre, están los que dudan y quienes piensan diferente".
Carla, con sus 18 años recién cumplidos, expuso que "yo en el colegio trabajé en los centros de estudiantes, así que algo sé de esto. Pero claro esto es más importante, aunque igual no es que tuve que andar preguntando mucho, por Internet y lo que veo en la televisión me sirvió para saber lo que quiero y lo que no quiero".
Juan Manuel, a poco de festejar sus 17 años y acompañando a su abuelo de 74, ambos votantes en la Escuela 147 del barrio Lujan, con bastante convicción afirmo que "mi papara que salió en el padrón en otra escuela y mi abuelo son peronistas de siempre. Yo primero por hacerle la contra le decía que no estaba seguro a quien iba a votar, pero conociendo mas la historia de la provincia y todo lo que se cambio ahora, acompaño lo de toda la familia", asumiendo así la preferencia por el modelo del gobernador Gildo Insfrán.
María Paula, a poco de salir de votar de la Escuela 66, muy animada por su debut en las urnas con sus 18 años, manifiesta ya un tiempo de militancia con otras amigas, dijo que "estoy ahora ayudando para que la elección salga bien", y bastante clara en lo que le interesa, expone inquietudes referidas al impuesto a las ganancias, el aborto, lo ambiental y más posibilidades laborales.
Para Kevin, de 19 años, que adhiere al espacio opositor del radicalismo donde apareció "Apo" González, expone "hay que meterse más en la política, porque si no después no hay que quejarse cuando las cosas se hacen mal", exponiendo que su mayor preocupación está dada en resolver las cuestiones sociales y mejores servicios en los barrios de la periferia de la ciudad.
Este año, entonces, es la primera oportunidad en la que los chicos y chicas de esas edades tienen la posibilidad de concurrir a las urnas tanto en la instancia de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) como en los comicios legislativos del 27 de octubre.