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“Hay muy baja probabilidad de la ocurrencia de un foco de aftosa en nuestra provincia por los niveles de vacunación que tenemos y también por los controles que se realizan, con lo cual nuestro margen de seguridad es realmente alto”, afirmó el ministro de la Producción, Luis Basterra.
De todos modos aludió a que dado el brote en Corrientes “se profundizan tareas en la zona afectada y obviamente se empieza a poner mayor énfasis y celeridad en el resto de las regiones, aunque Formosa y por decisión de nuestra Comisión de Sanidad Animal apoyó la decisión de iniciar la vacunación el primero de febrero. La campaña en nuestro territorio está teniendo un muy buen grado de avance, aunque esto de ninguna manera hace que bajemos la guardia, marco en el cual recordó que esta parte del país, al igual que Brasil, Paraguay y Bolivia se encuentre en una zona endémica”.
Subrayó asimismo el titular de la cartera Productiva que “el gobernador (Gildo) Insfrán por su formación profesional y su visión de estadista tiene los elementos para dimensionar la importancia de este tema, dispone de los conocimientos técnicos y obviamente ha sido un protagonista central para que la ganadería formoseña haya dado este vuelco gravitante, tanto en términos productivos como en lo que significa los aspectos sanitarios”, aludiendo a que “en forma permanente sigue de cerca la evolución no sólo de este problema en particular, sino todo lo relativo al sector ganadero”.

Menos afectadas
que años atrás

Opinó Basterra que “lo ocurrido con la aftosa hace más compleja la situación de la comercialización externa de nuestras carnes y, obviamente genera inconvenientes a todas las relaciones de los sistemas ganaderos de la región”, aunque marcó como altamente positivo que la UE haya dispuesto circunscribir la suspensión de compras de carnes a los departamentos correntinos señalados como de riesgo por el brote.
“No obstante, en esta circunstancia, la provincia está saliendo mucho menos afectada de lo que ocurrió con el brote del año 2001 y con lo que posteriormente fue una sospecha de brote en el 2003 en Tartagal, que produjo finalmente el cierre de la hacienda del Chaco y Formosa en ese momento”, sostuvo, agregando que “sin dudas la situación es muy distinta, ya que en aquel momento se trabajaba bajo la percepción de que el servicio argentino no era confiable, ya que hay que recordar que durante la gestión (Fernando) De la Rúa se mintió y ocultó información, lo que generó un descrédito. Eso fue justamente lo que llevó que ante una sospecha en Tartagal, preventivamente se cierre a varios estados, entre ellos el nuestro, que nada tenían que ver con decisiones de tipo epidemiológicas”.
Atribuyó los logros de los últimos tiempos “al excelente accionar que está teniendo el SENASA en este momento, respetando y promoviendo las economías regionales, lo que hizo que nuestro servicio esté trabajando con una seriedad reconocida internacionalmente, con lo cual la respuesta de los distintos organismos de sanidad del mundo es totalmente distinta a años atrás, lo que evidencia que se ha recuperado el prestigio. Si todo esto continua así creemos que el impacto será mucho menor”.

Actitud de Paraguay

Consideró Basterra que “Paraguay tuvo una actitud madura y acorde a la circunstancia, circunscribiendo la restricción del movimiento de hacienda exclusivamente a lo que indica SENASA. Respeta lo que plantea nuestro ente sanitario como criterio técnico de inmovilización de hacienda”.
Subrayó que “hoy más que nunca resulta válido el concepto de que si trabajamos en tiempo de paz, tenemos que abroquelarnos y hacerlo en tiempo de guerra o dificultad. Esto significa que lo que venimos realizando hace varios años a nivel de productores, como también entre organismos departamentales en materia sanitaria y los entes gubernamentales, hace que la desconfianza de mucho tiempo haya disminuido con nuestros vecinos”.