Trabajan en alcanzar una producción de ocho mil hectáreas de banana para el 2015.

La progresiva buena aceptación de la banana formoseña en el ámbito nacional, hace que la provincia se apreste a comenzar el nuevo ciclo con el convencimiento acerca de lo que se tiene que hacer y contando con metodologías para lograr que el pequeño productor lo pueda realizar en su propio campo.

Junto con el ministerio de la Producción y Ambiente y la colaboración de la metalúrgica formoseña Tecnoga- abocada a la fabricación de herramientas y maquinarias que faciliten las tarea- la coordinación ejecutiva de los Centros de validación de tecnologías agropecuarias -CEDEVA- trabaja en el apoyo al pequeño productor considerado su principal cliente así como de los organismos públicos.
Ello ocurre así porque se considera que los más grandes tienen capacidad financiera como para hacerse un pequeño galpón de empaque para no golpear sus frutas y ellos van a ganar en forma directa porque de ese modo se las van a pagar mucho más.
Pero aquí el principal cliente de los organismos del estado que trabajan para el mejoramiento de la oferta de frutas al país es el pequeño productor.
Por ejemplo, el ministerio de la Producción y Ambiente tiene algunas líneas de subsidios y de financiamiento.
Pero el tema actual es que se carece de la suficiente cantidad de técnicos en territorio como para transferir rápidamente, razón por lo que lo estamos haciendo en forma lenta pero sin pausa, armando los grupos de calidad como para bajarles toda la información y que se haga la dispersión.
De allí que se esté trabajando con los alumnos a punto de egresar de las escuelas agrotécnicas de la provincia a los que se provee de un verdadero caudal de conocimientos para que se encarguen de salir al campo y de actualizar a los productores sobre la realidad bananera.
Además, se ha previsto montar tres o cuatro galpones de empaque en territorio para que productores de la zona que estén dentro del grupo de calidad puedan tener ese servicio que redundará en un precio final mayor.
De las 800 familias productoras de banana , 500 corresponden a los pequeños productores bananeros que para comenzar deben disponer básicamente de dos hectáreas y realizar las plantaciones en los marcos que sugiere el principal proveedor de información que es el Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias de Misión Tacaaglé.
Se utilizan materiales de la zona bananera que son muy buenos y que ya están adaptados a ella y que ofrece una excelente calidad de fruta terminal y de lo que se está seleccionando en el centro de Tacaaglé ya se está en proceso de hacer una marcación para decirlos correctamente en territorio y comenzar a multiplicarlos en el laboratorio donde en la actualidad ya se trabaja con dos variedades que son las mejores halladas y los testigos de referencia que se trajeron hace algunos años desde Israel.
Con respecto a la política bananera local, se estima contar para entonces con unas 8.000 hectáreas en producción, es decir más del doble de la actual superficie cultivada.
La tarea prioritaria está dirigida a unas 500 familias de pequeños productores a las que progresivamente se le están transfiriendo los conocimientos esenciales para que logren producir banana de alta calidad y con una presencia en el mercado nacional que esté vigente, básicamente, durante cuatro meses al año.
Se garantiza que los técnicos y profesionales del CEDEVA Tacaaglé están preparados para brindar todas las orientaciones que fuesen necesarias para lograr ese objetivo aunque hay requisitos básicos para que la tarea resulte fructífera.
Cada familia debe poseer, por lo menos, un predio de dos hectáreas y realizar las plantaciones en los marcos sugeridos desde dicho centro.
Se reconoce que en la actualidad existen materiales de la zona que son muy buenos y que están adaptados al ambiente a punto tal que ha permitido conseguir una excelente calidad de fruta.
Además, de los materiales que ya se están seleccionado se ha previsto una marcación para definirlos correctamente en territorio y comenzar a multiplicar en laboratorio.
Allí ya se están multiplicando dos variedades que son las mejores que se encontraron y a las que se suman los testigos del material que se trajo como referencia desde Israel para verificar la productividad de los propios.
Existe mucho material para ofrecer al productor, sugerirle cual le conviene hacer, que marco de plantación debe encarar, que tratamiento de fertilizantes debe realizarse y en qué momento y , sobre todo, el sistema de riego a utilizar y los trabajos de pos cosecha.
Confían en que si se siguen las pautas del CEDEVA que no utiliza tecnologías caras y sí blandas, un productor pequeño que tiene a los miembros de su familia trabajando con él está en condiciones de manejar perfectamente un lote de dos hectáreas y de tener una renta muy interesante.
A modo de advertencia, se hizo hincapié en la necesidad de realizar una buena definición de los lotes a utilizar porque hay veces que se encara el cultivo de banana en predios complicados que son mucho más aptos para otras frutas como mango y otros cultivos anuales como anquitos, zapallos y melones que les asegure una renta.
Sobre el laboratorio de Tacaaglé se reveló que actualmente está en plena producción y se calcula que se puede llegar a contar con cerca de 50.000 plantines al final de esta campaña, reconociéndose que no serán suficiente para responder a la demanda.
Respecto de la posibilidad de abastecer a todo el espectro de productores bananeros de material allí multiplicado, se explica que aún debe trabajarse varios años para producir plantas para todos ellos.
Mientras tanto, se tienen definidos lotes buenos de campo, sin enfermedades, para extraer material vegetal y disponer de hijuelos hasta que se cuente con suficiente cantidad de material de laboratorio para distribuirlos.
Resuelto un problema sobre con la calidad de agua el laboratorio ya está en condiciones de operar a pleno y de incrementar la cantidad de material semana a semana.
El proceso entre la recepción del material vegetal para extraer los tejidos hasta salir de laboratorio demanda ocho meses y de allí hay que contabilizar tres o cuatro meses para la rustificación de la planta y enmaletado para que esté lista para ser llevada a campo.
Por tratarse de una planta de altísima productividad, debe prestarse atención para que estén dadas las condiciones para que ella quede expresada.
Sobre el ciclo bananero, la implantación con nuevos materiales debería iniciarse en septiembre, pasados los riesgos de las heladas y por el hecho de que los suelos están muy secos, ya se estará saliendo del invierno, estarán en condiciones de comenzar la plantación los que cuenten la posibilidad de regar y si se trata de pequeñas superficies acometer esa tarea con un tractor al que se le puede adosar un tanque de agua hasta que la planta se afinque ya que debe dárseles buenas condiciones para que desarrolle rápidamente.
De allí que se afirme que en la medida que se pueda ir tecnificando al pequeño productor, se verán evolucionar los cultivos con mayor seguridad.
23-04-2012 | Cargada en Fsa. en Marcha - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social