En una nota remitida al Defensor del Pueblo, el Ministro Director de Coordinación de las Comisiones de la Cuenca del Plata, expresó que el impacto no causó efectos ambientales, pues el combustible derramado, literalmente, se consumió en el incendio producto de la colisión entre las embarcaciones.
El Área de Defensa del Ambiente de la Defensoría del Pueblo, cursó una actuación a la Cancillería Argentina, a fin de interiorizarse respecto de las acciones que se llevaron a cabo, ni bien ocurrido el accidente que involucró al buque tanque argentino Polaris, que transportaba 2.600 toneladas de combustible y llevaba 17 tripulantes a bordo, el remolcador paraguayo Cavallier VII, que transportaba 16 barcazas con mineral de hierro, harina y soja y llevaba 10 tripulantes a bordo y una tercera embarcación de porte menor, también de bandera paraguaya. Hecho ocurrido a unos 50 km al sur de la localidad de Puerto Pilcomayo.
Al respecto, en nota remitida al Defensor del Pueblo, el Ministro Director de Coordinación de las Comisiones de la Cuenca del Plata, expresó que el impacto no causó efectos ambientales, pues el combustible derramado, literalmente, se consumió en el incendio producto de la colisión entre las embarcaciones.
No obstante lo cual, de manera preventiva, a fin de evitar todo suceso contaminante, la empresa armadora del buque argentino, contrató a la Empresa Clean S.A., especializada en la detección y ejecución de medidas reparadoras del ambiente frente a sustancias contaminantes, producto de accidentes. De igual manera, la empresa Paraná Port S.A., fue contratada para el salvamento del buque de bandera nacional siniestrado y su transporte a un astillero, informándose que la nave se encuentra varada a unos 15 metros de la costa argentina, a la altura del kilómetro 333 de navegación del Río Paraguay, asegurado por medio de dos líneas de fondeo a efectos de impedir su corrimiento.
Sobre este particular, Giallucua, expresó: "Tres consecuencias se derivan del accidente, la más lamentable, la pérdida de vidas humanas, a este respecto el Ministro Mignini, remarcó que se siguen investigando las causas del accidente, estimamos que, en la búsqueda de determinar responsabilidades. Por otro lado, nos preocupaban sobremanera las consecuencias ambientales que se pudieran derivar del siniestro.
La respuesta de Cancillería nos trajo alivio al respecto, pues han trabajado, la Prefectura de ambos países, así como áreas de ambiente nacionales y provinciales a fin de concluir que no hay impacto ambiental negativo. Finalmente, los daños materiales, la consecuencia menor, deberán ser reparados por los responsables, una vez que finalicen las investigaciones del caso.
Desde el Área de Ambiente, adelantaron que el seguimiento de parte de la Defensoría, continuará, esencialmente hasta tanto la embarcación nacional sea conducida al astillero para su reparación y no quede en aguas del Río Paraguay, sobre la margen formoseña, ningún tipo de desecho material derivado del accidente.
Al respecto, en nota remitida al Defensor del Pueblo, el Ministro Director de Coordinación de las Comisiones de la Cuenca del Plata, expresó que el impacto no causó efectos ambientales, pues el combustible derramado, literalmente, se consumió en el incendio producto de la colisión entre las embarcaciones.
No obstante lo cual, de manera preventiva, a fin de evitar todo suceso contaminante, la empresa armadora del buque argentino, contrató a la Empresa Clean S.A., especializada en la detección y ejecución de medidas reparadoras del ambiente frente a sustancias contaminantes, producto de accidentes. De igual manera, la empresa Paraná Port S.A., fue contratada para el salvamento del buque de bandera nacional siniestrado y su transporte a un astillero, informándose que la nave se encuentra varada a unos 15 metros de la costa argentina, a la altura del kilómetro 333 de navegación del Río Paraguay, asegurado por medio de dos líneas de fondeo a efectos de impedir su corrimiento.
Sobre este particular, Giallucua, expresó: "Tres consecuencias se derivan del accidente, la más lamentable, la pérdida de vidas humanas, a este respecto el Ministro Mignini, remarcó que se siguen investigando las causas del accidente, estimamos que, en la búsqueda de determinar responsabilidades. Por otro lado, nos preocupaban sobremanera las consecuencias ambientales que se pudieran derivar del siniestro.
La respuesta de Cancillería nos trajo alivio al respecto, pues han trabajado, la Prefectura de ambos países, así como áreas de ambiente nacionales y provinciales a fin de concluir que no hay impacto ambiental negativo. Finalmente, los daños materiales, la consecuencia menor, deberán ser reparados por los responsables, una vez que finalicen las investigaciones del caso.
Desde el Área de Ambiente, adelantaron que el seguimiento de parte de la Defensoría, continuará, esencialmente hasta tanto la embarcación nacional sea conducida al astillero para su reparación y no quede en aguas del Río Paraguay, sobre la margen formoseña, ningún tipo de desecho material derivado del accidente.