Reconocen que el campo está demandando la mecanización de la cosecha algodonera.

La disponibilidad de mano de obra para el levantamiento de la cosecha se fue convirtiendo progresivamente en un problema para los hombres de campo, y sostienen que se trata de un problema nacional e internacional ya que la agricultura tiende a la mecanización.

Uno de los aspectos que llama la atención de la campaña agrícola tiene que ver con el creciente interés de los productores por apelar a la siembra de algodón de surco estrecho y las autoridades del ministerio de la Producción y Ambiente lo justifican en las ventajas económicas ya que el mayor rendimiento favorece mejores ingresos.
"En los ensayos teníamos de un 30 % a un 100 % más de producción, reconoce el director de Agricultura, ingeniero Edgar Pajuelo, quien explicaba que había lotes, alambrado de por medio, que haciendo distintas formas de siembra, esto es del modo convencional y surco estrecho, mostraban la contundencia de las diferencias ya que en los primeros se alcanzaban los 1.000 kilogramos por hectáreas y en los segundos se alcanzaba hasta 4.000.
Respecto del comportamiento de las 10.000 hectáreas que fueron sembradas en la última campaña utilizando el sistema de surco estrecho, Pajuelo dijo que con un buen manejo cada hectárea tiene un potencial de entre 3.000 y 4.000 kilos y si se habla de situaciones promedio el rendimiento es de 2.500 kilos.
Sobre la disponibilidad de mano de obra para el levantamiento de la cosecha que se fue convirtiendo progresivamente en un problema para los hombres de campo, el funcionario dijo que se trata ese de un problema nacional e internacional ya que la agricultura tiende a la mecanización.
"La mano de obra disponible que teníamos hace veinte, diez o cinco años ahora ya no está", fundamentó para explicar que ello ocurre por las migraciones hacia las zonas urbanas y sobre todo porque ha sido absorbida por la gran cantidad de obras públicas que se ejecutan.
"Pero también el campo está demandando la modernización y está bien que ocurría eso", opinó.
Sobre la respuesta que propone el Plan Agrícola Provincial explicó que no se aconsejaba que se saliera a comprar masivamente maquinarias cosechadoras sino que se sugirió que se apelara a la contratación de servicio, instalando en cada zona productora a las empresas que se encargan de prestarlo.
"Nosotros valoramos mucho el trabajo pero si se puede jerarquizarlo, mucho mejor", manifestó para aclarar que "estoy hablando de pasar de una mochila a un tanque pulverizador, que de por sí tiene un gran impacto para el pequeño productor del mismo modo que trabajar con un arado a mancera a pagar un servicio de preparación de suelo....se libera mucho más tiempo y se le facilita la realización del cultivo", expuso.
Informó Pajuelo que para ello el pequeño y el mediano productor disponen de créditos y a su vez se están organizando esos servicios que, a los precios que se están manejando los productos, les cierran los números y la operación se presenta como económicamente rentable permitiéndole pagar lo que tomó prestado.
"Nosotros estamos abocados a organizar los grupos de siembra por zona, una tarea que estamos encarando de manera progresiva", acotó.
El ingeniero Pajuelo, tras ese análisis, reconoce que el tema de la cosecha algodonera es el cuello de botella de la expansión del cultivo en la provincia.
Explicó que en el marco del desarrollo de nuevas tecnologías también había que buscar nuevas máquinas de acuerdo a ellas para lo cual se financió un prototipo junto con el INTA de Reconquista, la reconocida Javiyú.
Ahora se validó el prototipo y se está fabricando a escala industrial con la empresa Dolbi aunque también aparecieron otras empresas como Auros , Argento y John Deere que están trabajando en las trasformaciones de las maquinas del sistema "pickers" al "strippers".
Viendo la realidad y como se apreciaba la proclividad hacia el sistema de surco estrecho y que faltaban maquinarias se concretó la compra de diez primeras unidades de Javiyú a Dolbi y se entregó en leasing a los productores que ya trabajaron durante la campaña pasado sumándose a otras cinco que están en el campo a las que se sumaron las que ingresaron en forma privada a vender el servicio de cosecha.
Para este año tenemos previsto tomar algunos fondos que vienen para la sustentabilidad del cultivo de algodón por la ley 26.060 y se presentó una propuesta para la mecanización del algodón.
Los mayores recursos van a ir destinados a la adquisición de unas 20 cosechadoras por lo que habría, básicamente, 35 maquinas para la recolección algodonera.
A algunas se las considera maquinas nuevas ciento por ciento que enganchan con el tractor y otras transformaciones, es decir maquinas cosechadoras que se utilizaban por el otro sistema y que se readecuaron en sus plataformas para que tengan una capacidad operativa mucho más grande.
En la provincia si incorporamos estas 20 maquinas más y sumándole los servicios que se pueden llegar a tener, se podría disponer de una cobertura mecánica del 60% de la cosecha.
Sobre la capacidad de recolección, por ejemplo, de las maquinas Javiyú los ensayos realizados en febrero del año pasado un algodón con rendimientos de 2.500 kilogramos levanta entre tres y cuatro hectáreas diarias.
20-01-2011 | Cargada en Fsa. en Marcha - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social