Vinculan a la incorporación de pasturas con la mejora ganadera en el centro-oeste.

La misión fue encomendada a los profesionales y técnicos de los CEDEVA con el objetivo de incrementar la producción de pasto y mejorar el manejo del agua mediante programas orientados a cambiar la realidad precaria en materia agropecuaria y forestal.

La falta de manejo de los recursos hídricos fue provocando un pertinaz proceso de desertificación en el centro oeste que derivó en el éxodo poblacional y la generación de un espacio semiárido que impedía encarar programas productivos, una situación que comenzó a revertirse con políticas que permitieron el manejo del agua y la puesta en marcha de programas orientados a cambiar esa realidad precaria en materia agropecuaria y forestal, para lo cual se apeló a la tecnología y la genética.
Así se expuso desde la coordinación ejecutivo de los CEDEVA, que depende del ministerio de Planificación, Inversión, Obras y Servicios Públicos, recordándose en principio que en 1996 comenzaron a habilitarse los centros de validación de tecnologías agropecuarias.
El primero fue el de Laguna Yema y luego, en 2005, el de Las Lomitas orientado a la generación de datos e información para el mejoramiento de la producción de bovinos con base forrajera y silvopastoril.
Fue señalado que al no disponerse en la zona de experiencias validadas sobre pasturas introducidas y nativas "fue necesario desarrollar información técnica confiable sobre especies a incorporar con sistemas productivos, paquetes de manejo -manejo del pastoreo, carga animal, clausuras y otros- y la confección de reservas para las épocas desfavorables".
El CEDEVA de Las Lomitas, a 305 kilómetros de esta ciudad, ocupa una superficie de 106 hectáreas a la vera de la ruta 28.
Se indicó que la Argentina posee un gran porcentaje de sus tierras ubicadas en la región subtropical, gran parte de la cual posee moderada o marcada deficiencia en su régimen de precipitaciones, definidas como zonas áridas y semi-áridas, caracterización que abarca al centro oeste y oeste de Formosa.
Allí existe una marcada estacionalidad estival de las precipitaciones que sumado a las altas temperaturas, lleva a que el crecimiento activo de los pastos ocurra solo en el período de primavera verano.
Se ha observado que la producción se basa en la ganadería extensiva y la explotación forestal.
"El sistema extensivo, de pastoreo continuo, de baja carga animal, hace que la productividad sea escasa y contribuye a la degradación ambiental. La producción de la zona es de 7 kg/ha/año ya que generalmente se requieren de 15 a 20 ha/animal y de 4 a 5 años para obtener un novillo de 450 kilogramos", se explicó.
Fue señalado que resulta de gran importancia en el mundo adoptar sistemas productivos que tiendan a asociar altas productividades con sustentabilidad de los ecosistemas, premisas adquieren aun mayor relevancia en aquellas zonas con problemas de degradación ambiental como consecuencia de prácticas agropecuarias y forestales irracionales, que van inexorablemente acompañadas de disminución progresiva de los rendimientos y rentabilidad.
Además, se reconoce que, teniendo en cuenta la potencialidad de Formosa para la producción ganadera de carne, se hace necesaria la implementación de tecnologías sustentables para la explotación del recurso natural en todo su territorio y promoviendo con ello el asentamiento definitivo de la población.
Esa es la misión que encomendó a los profesionales y técnicos del CEDEVA Las Lomitas con el objetivo de incrementar la producción de pasto y mejorar su manejo -entendiendo por manejo la interacción entre eficiencia de crecimiento de la pastura, su utilización y conversión en carne- son los aspectos principales que inicialmente se deben considerar para el aumento de la producción.
Para el caso se trabaja con el objetivo puesto en la optimización del uso del forraje para desarrollar sistemas basados en el pastoreo, con la introducción especies forrajeras herbáceas, gramíneas y leguminosas, como así también especies arbustivas y arbóreas. También se tienen en cuenta y se evalúa el comportamiento de la vegetación natural, para rescatar aquellas especies nativas, gramíneas y leguminosas, de alto valor forrajero.
"El manejo silvopastoril, en donde interactúan el ganado bovino y/o caprino, la pastura nativa y/o introducida y el estrato arbóreo, se presenta como una alternativa de múltiples beneficios, entre ellos, la sombra que ofrecen los árboles protege tanto a animales como a pastos de las temperaturas extremas", fue consignado, destacándose que a partir de la implementación y puesta en marcha del Centro Las Lomitas se genera experiencia directa aplicable a toda el área de influencia que una vez validada podrá extenderse en su uso a los productores que viven y trabajan en el oeste formoseño.
"Para lograr que los productores adopten la tecnología es necesario demostrar que estas son exitosas. Por ello, se realizan permanentemente capacitaciones, destinadas a productores, personal de campo y técnicos para desarrollar la actividad ganadera con mayor eficiencia", se insiste desde la coordinación ejecutivo.

40 especies forrajeras

Fue indicado que inicialmente se trabajó en parcelas experimentales donde se evaluaron 40 especies forrajeras gramíneas, leguminosas y nativas.
En este marco se reveló que los resultados de los trabajos permiten resaltar que las especies forrajeras que expresaron mejor comportamiento y adaptación a las condiciones de la zona fueron Panicum maximum (Gatton panic), Chloris gayana (Grama Rhodes), Cenchrus ciliare (Buffel grass) en suelos de desmonte selectivo y en suelos arenosos de pastizal Braquiaria (Brachiaria brizanta).
De esa experiencia surge que los rendimientos de materia seca fueron de 5000 kg/ha Buffel grass, 6500 Grama Rhodes, 12000 kg/ha Gatton panic y 8000 kg/ha para Braquiaria. Entre las leguminosas Leucaena sp., Stylosanthes sp., etc.
También se apunta a que con el desmonte selectivo en un 50% del área total, dejando árboles de mayor porte y con la incorporación de las especies forrajeras mencionadas se logró mejorar sustancialmente tanto la producción de forraje como la de carne. Se trabajó en el engorde de novillos con tropas de animales de la zona los cuales son criollos con algo de sangre índica y también con un lote Brangus.
Al mismo tiempo se señala que la incorporación de pasturas, la utilización del alambre eléctrico, el manejo del pastoreo, la utilización de heno como suplemento invernal permitió que la producción de carne medida alcance, en promedio de tres años, los 270 Kg./ha/año con un carga de 0,93 EV/ha.
"Estos resultados son alentadores ya permiten suponer que con mayor incorporación de técnicas el potencial productivo de la zona puede alcanzar valores muy altos", se confió finalmente.
12-01-2011 | Cargada en Fsa. en Marcha - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social