Según lo explicaron los técnicos del organismo, esta actividad se inscribe en el contexto de las líneas de trabajo que les fueran definidas con miras a la adaptación de herramientas para una mecanización progresiva de los cultivos.
Consideran como óptimo el rendimiento de una pulverizadora para bananas que está siendo sometida a pruebas en el predio del Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias de Misión Tacaaglé.
En la actualidad se está ensayando con una fertilizadora que es la adecuación de una sembradora de grano grueso sobre una barra portaherramientas.
De acuerdo a los datos preliminares, los técnicos verificaron que se puede fertilizar una hectárea cada media hora, con lo cual se ahorraría mucha mano de obra en lo atinente al mantenimiento de los bananales con fertilizantes.
Está fabricada con elementos disponibles en el mercado ya que se trata de cajones de sembradoras sobre una barra portaherramientas.
La fertilizadora puede ser arrastrada con un tractor pequeño porque cuenta con una barra muy liviana.
Se trata de una maquina fabricada en Córdoba aunque sus partes se pueden conseguir en cualquier punto del país.
Las pruebas comenzaron hace un mes en el CEDEVA de Tacaaglé con distintos fertilizantes, midiendo su granulometría para ver con que placa se acomoda y a esta altura de las operaciones de campo el tractorista ya le ha tomado la mano al manejo de esa máquina tan simple, determinándose que se está en condiciones de cubrir cada hectárea en treinta minutos.
Los técnicos estiman que un bananal de 10 hectáreas estará en condiciones de ser fertilizado en una tarde.
Se reconoce la importancia que alcanzó la difusión de los sistemas de riego a partir de los equipos de origen israelí así como también la necesidad de apelar, como en este caso, a otras opciones para responder a los sistemas productivos existentes.
Se admite que todavía es poca la gente que dispone de sistemas de ferti-riego y que la gran mayoría cuenta con tractores por lo que se determinó como ideal recrear un equipo para que lo puedan utilizar en sus predios.
De lo que se trata es de adaptar herramientas que les permita a los productores hacer rápidamente los trabajos, sobre todo inmediatamente después de registradas las lluvias y aprovechando que hay buena humedad en los suelos.
Tras completar las pruebas, se ha previsto poner a disposición de los productores este implemento para enseñarles sobre su uso, de modo tal que los puedan ir incorporando paulatinamente.
Sobre otros equipos disponibles en el CEDEVA de Tacaaglé adaptables a los cultivos se menciona a una pequeña pulverizadora con picos adaptados a herbicidas para hacer los pertinentes tratamientos dentro del bananal.
De ella parten chorros muy dirigidos que no afectan a la fruta y permiten mantener el bajo el nivel de malezas.
Respecto a la empacadora que fuese diseñada y fabricada por la firma formoseña Tecnoga, ya se la está trasladando a Tacaaglé para que en la campaña que viene se puedan realizar los ensayos necesarios para verificar si responde a los requerimientos de los productores.
Sobre la incidencia del fertilizante, se informó que permite aportarle a las plantas la cantidad de nutrientes que favorezcan su evolución a partir de las necesidades de los productores.
Se parte del reconocimiento que los nutrientes naturales no permite que se obtengan más de doce o quince toneladas por hectárea cuando en la planificación en marcha se aspira a alcanzar un "piso" de treinta toneladas dentro de poco , para lograr lo cual debe proveérsele a la planta de la alimentación necesaria.
Específicamente, el objetivo del CEDEVA de Tacaaglé es llegar a los treinta mil kilogramos de banana por hectárea en los próximos dos años y después ver como se puede ir aumentando los rendimientos de modo progresivo.
En la actualidad se está ensayando con una fertilizadora que es la adecuación de una sembradora de grano grueso sobre una barra portaherramientas.
De acuerdo a los datos preliminares, los técnicos verificaron que se puede fertilizar una hectárea cada media hora, con lo cual se ahorraría mucha mano de obra en lo atinente al mantenimiento de los bananales con fertilizantes.
Está fabricada con elementos disponibles en el mercado ya que se trata de cajones de sembradoras sobre una barra portaherramientas.
La fertilizadora puede ser arrastrada con un tractor pequeño porque cuenta con una barra muy liviana.
Se trata de una maquina fabricada en Córdoba aunque sus partes se pueden conseguir en cualquier punto del país.
Las pruebas comenzaron hace un mes en el CEDEVA de Tacaaglé con distintos fertilizantes, midiendo su granulometría para ver con que placa se acomoda y a esta altura de las operaciones de campo el tractorista ya le ha tomado la mano al manejo de esa máquina tan simple, determinándose que se está en condiciones de cubrir cada hectárea en treinta minutos.
Los técnicos estiman que un bananal de 10 hectáreas estará en condiciones de ser fertilizado en una tarde.
Se reconoce la importancia que alcanzó la difusión de los sistemas de riego a partir de los equipos de origen israelí así como también la necesidad de apelar, como en este caso, a otras opciones para responder a los sistemas productivos existentes.
Se admite que todavía es poca la gente que dispone de sistemas de ferti-riego y que la gran mayoría cuenta con tractores por lo que se determinó como ideal recrear un equipo para que lo puedan utilizar en sus predios.
De lo que se trata es de adaptar herramientas que les permita a los productores hacer rápidamente los trabajos, sobre todo inmediatamente después de registradas las lluvias y aprovechando que hay buena humedad en los suelos.
Tras completar las pruebas, se ha previsto poner a disposición de los productores este implemento para enseñarles sobre su uso, de modo tal que los puedan ir incorporando paulatinamente.
Sobre otros equipos disponibles en el CEDEVA de Tacaaglé adaptables a los cultivos se menciona a una pequeña pulverizadora con picos adaptados a herbicidas para hacer los pertinentes tratamientos dentro del bananal.
De ella parten chorros muy dirigidos que no afectan a la fruta y permiten mantener el bajo el nivel de malezas.
Respecto a la empacadora que fuese diseñada y fabricada por la firma formoseña Tecnoga, ya se la está trasladando a Tacaaglé para que en la campaña que viene se puedan realizar los ensayos necesarios para verificar si responde a los requerimientos de los productores.
Sobre la incidencia del fertilizante, se informó que permite aportarle a las plantas la cantidad de nutrientes que favorezcan su evolución a partir de las necesidades de los productores.
Se parte del reconocimiento que los nutrientes naturales no permite que se obtengan más de doce o quince toneladas por hectárea cuando en la planificación en marcha se aspira a alcanzar un "piso" de treinta toneladas dentro de poco , para lograr lo cual debe proveérsele a la planta de la alimentación necesaria.
Específicamente, el objetivo del CEDEVA de Tacaaglé es llegar a los treinta mil kilogramos de banana por hectárea en los próximos dos años y después ver como se puede ir aumentando los rendimientos de modo progresivo.