Ibáñez anhela que "dentro de tres años, si Dios quiere, podremos dejar en el recuerdo la época que en esta zona del país se peleaba por obtener una garrafa por un precio justo", refiriéndose al gas natural que llegará a traves del gasoducto.
El ministro de Planificación dijo que frente a los agoreros que señalaban que no se había dado respuesta a las aspiraciones de los formoseños para que estén abastecidos con gas natural, la gestión encarada por el gobernador Insfrán para modificar la traza y lograr que el caño troncal llegue hasta la ciudad capital no solamente que desmerece esas apreciaciones pesimistas sino que garantizan la disponibilidad del fluido en las épocas de mayor demanda para el consumo familiar e industrial.
"Esa diligencia personal permite con el nuevo trazado que aprobó la señora Presidenta en agosto pasado llegue el gasoducto con 24 pulgadas de diámetro hasta nuestra capital, que es el centro más poblado y el de mayor actividad comercial e industrial que existe en la provincia", señaló Jorge Ibáñez.
"Los que no creían ahora se darán cuenta que es una realidad y que aquella tranquilidad a las que se nos convocó desde el poder Ejecutivo se corresponde con la realidad", insiste para subrayar que "estamos esperanzados porque esta alternativa se concrete después de tantos años que venimos bregando y luchando".
Ibáñez anhela que "dentro de tres años, si Dios quiere, podremos dejar en el recuerdo la época que en esta zona del país se peleaba por obtener una garrafa por un precio justo, comparándolo con el que pagan por el servicio otros argentinos de las grandes ciudades del centro del país donde, no digo que sea gratis, pero que pagan precios casi irrisorios, donde utilizan el gas para calefaccionarse no solamente en los calefactores tradicionales sino en los grandes hornos de las cocinas.
"En otros lugares del país, los estudiantes formoseños que viven allí cuentan que dejan las cocinas encendidas en sus hornallas y hornos para calefaccionarse y se dan esos lujos porque es muy barato el gas", comentó a modo de anécdota sobre el uso familiar.
Pero el ministro también destaca que en el plano comercial, se trata de un combustible barato y limpio y que a la industria le soluciona múltiples problemas ya que no tiene que andar acarreando combustibles líquidos.
Dijo que el gasoducto permitirá la sustitución por gas del combustible líquido que están utilizando muchas empresas establecidas a lo largo de la ruta 81 y en la ciudad de Formosa para el funcionamiento de sus máquinas y reconvertirlas rápidamente.
Al pedírsele una comparación entre el antiguo trazado y el nuevo, admitió que el original contemplaba solamente lo relacionado con el ramal central sin que se especificara la magnitud de las derivaciones a punto tal que de los 2.000 kilómetros se pasó ahora a cerca de 5.000 kilómetros de longitud en siete provincias.
"Nosotros teníamos la preocupación de que la ciudad capital quedara abastecida con un ramal que en corto plazo temporal quedara insuficiente. Porque la historia de los gasoductos en la Argentina indica que son diseñados a partir de los análisis económicos y sociales pero la experiencia demuestra que a los pocos años de construirse todas las previsiones son pocas ya que cuando llega el gas natural se dispara el consumo y eso ha sido una constante en la Argentina", relató.
Narra Ibáñez que la gestión de Insfrán se orientó a que el gasoducto llegue efectivamente a la ciudad capital -ya que con anterioridad el trazado se extendía solamente hasta Ibarreta- y que estuviese abastecida por un ramal troncal del mayor diámetro y no por una derivación menor.
"Bueno... eso es lo que ha sido logrado", subrayó.
"Esa diligencia personal permite con el nuevo trazado que aprobó la señora Presidenta en agosto pasado llegue el gasoducto con 24 pulgadas de diámetro hasta nuestra capital, que es el centro más poblado y el de mayor actividad comercial e industrial que existe en la provincia", señaló Jorge Ibáñez.
"Los que no creían ahora se darán cuenta que es una realidad y que aquella tranquilidad a las que se nos convocó desde el poder Ejecutivo se corresponde con la realidad", insiste para subrayar que "estamos esperanzados porque esta alternativa se concrete después de tantos años que venimos bregando y luchando".
Ibáñez anhela que "dentro de tres años, si Dios quiere, podremos dejar en el recuerdo la época que en esta zona del país se peleaba por obtener una garrafa por un precio justo, comparándolo con el que pagan por el servicio otros argentinos de las grandes ciudades del centro del país donde, no digo que sea gratis, pero que pagan precios casi irrisorios, donde utilizan el gas para calefaccionarse no solamente en los calefactores tradicionales sino en los grandes hornos de las cocinas.
"En otros lugares del país, los estudiantes formoseños que viven allí cuentan que dejan las cocinas encendidas en sus hornallas y hornos para calefaccionarse y se dan esos lujos porque es muy barato el gas", comentó a modo de anécdota sobre el uso familiar.
Pero el ministro también destaca que en el plano comercial, se trata de un combustible barato y limpio y que a la industria le soluciona múltiples problemas ya que no tiene que andar acarreando combustibles líquidos.
Dijo que el gasoducto permitirá la sustitución por gas del combustible líquido que están utilizando muchas empresas establecidas a lo largo de la ruta 81 y en la ciudad de Formosa para el funcionamiento de sus máquinas y reconvertirlas rápidamente.
Al pedírsele una comparación entre el antiguo trazado y el nuevo, admitió que el original contemplaba solamente lo relacionado con el ramal central sin que se especificara la magnitud de las derivaciones a punto tal que de los 2.000 kilómetros se pasó ahora a cerca de 5.000 kilómetros de longitud en siete provincias.
"Nosotros teníamos la preocupación de que la ciudad capital quedara abastecida con un ramal que en corto plazo temporal quedara insuficiente. Porque la historia de los gasoductos en la Argentina indica que son diseñados a partir de los análisis económicos y sociales pero la experiencia demuestra que a los pocos años de construirse todas las previsiones son pocas ya que cuando llega el gas natural se dispara el consumo y eso ha sido una constante en la Argentina", relató.
Narra Ibáñez que la gestión de Insfrán se orientó a que el gasoducto llegue efectivamente a la ciudad capital -ya que con anterioridad el trazado se extendía solamente hasta Ibarreta- y que estuviese abastecida por un ramal troncal del mayor diámetro y no por una derivación menor.
"Bueno... eso es lo que ha sido logrado", subrayó.