Un prototipo de sembradora mecánica diseñada por un industrial santafecino que visitó Formosa y se entusiasmó con sus potencialidades, está siendo analizada por el Instituto PAIPPA, con la posibilidad de fabricarlas aquí y ponerla a disposición...
Un prototipo de sembradora mecánica diseñado por un industrial santafecino que visitó Formosa y se entusiasmó con sus potencialidades, está siendo analizada por el Instituto PAIPPA, con la posibilidad cierta de que pueda estar al servicio de los pequeños productores.
El titular de ese organismo, doctor Alberto Zorrilla, comentó que todo se enmarca en el objetivo estratégico orientado a la recuperación de la fertilidad de los suelos y su conservación sustentable para beneficio de las futuras generaciones.
Comento, preliminarmente, que un logro argentino es la siembra directa, un método calificado como conservacionista aunque reconoce que todos los implementos para emprenderla están pensados en grandes superficies de campo con maquinarias a tracción mecánica y grandes tractores, habiendo muy poco para los pequeños productores.
“Nosotros empezamos con el abono verde para recuperar el suelo y eso va a ser recorrido por un rolo, también de tracción a sangre y diseñado en el medio, para llegar ahora a una maquina para la siembra directa de dos surcos, tracción a sangre, con todos las características pergeñadas por nuestros técnicos”, indicó.
Explicó que en FRUTAR era la primera vez que se exhibía el prototipo que utilizara para experimentar en los distintos tipos de suelos que hay en Formosa para corregir los defectos que pudiesen tener y a partir de allí fabricarlos aquí mismo para ponerlos a disposición de los pequeños productores.
Santafecino apasionado
“Nos pusimos en contacto con Cristian Goorh y su padre, que son propietarios de una importante industria dedicada al diseño y fabricación de implementos y maquinas del agro, radicada en Las Parejas, Santa Fé, que es gente que está vendiendo a nivel internacional y que fabrica todo para el gran productor. Con ellos charlamos, les contamos nuestros sueños y los que queríamos hacer”, relató.
Dijo Zorrilla que Cristian se entusiasmó sobremanera con la filosofía del PAIPPA
Y que les solicitó: “Denme la oportunidad de hacerles un prototipo”. Subrayó Zorrilla que “lo hizo, lo trajo ahora, nos gustó y lo vamos a probar cuando termine FRUTAR”.
“Se trata de una sembradora liviana, de unos 100 kilogramos de peso, que se diferencia de otras, también de tracción a sangre, pero que son bastante pesadas y no cumplen con el objetivo que perseguimos. Este prototipo, con bueyes o caballos, se puede traccionar y utilizar en forma muy efectiva con poco mantenimiento, con un sistema de regulación de tamaño de semilla muy simple y con un poco de lubricante funciona perfectamente bien”, contó.
Cuenta, asimismo, con dispositivos preparados por si hay que utilizar fertilizantes que los van distribuyendo conjuntamente con el volcado de la semilla en los surcos que son cubiertos automáticamente.
La idea, una vez probada la eficacia y adaptada la máquina a los suelos locales, es entregar las unidades a distintos agrupamientos de “paipperos”, cuya organización estructural parte, justamente, del asociativismo y la solidaridad
Se entregarán las sembradoras y los rolos a un valor aproximado de 5.000 pesos por cada comunidad compuesta, estimativamente, por cinco o seis familias lo que les facilitará el pago y afirmaría el criterio de la utilización compartida.
Peculiar “fogoncito”
Otro detalle llamativo es un “fogoncito” que utiliza un principio de combustión interna que a partir de una serie de leyes físicas concentra el calor en un punto y con muy poco combustible, como leña, marlo o cualquier cosa que se queme, en pequeñas cantidades genera un intenso calor que facilita la cocción de comidas hogareñas.”Se puede aprovechar solamente el desecho del monte, sin necesidad de cortar ningún árbol”, aclaró Zorrilla.
Dispone de ladrillos refractarios y un sistema de entrada de aire que le da oxígeno al fuego, radicándose el calor en un punto evitándose su dispersión.
Ceferino Romero, profesor del centro de formación profesional, es el autor del diseño del “fogoncito” que se ubicó en tercer lugar en un concurso internacional. “Es un señor con mucha imaginación, que conoce las cosas del campo y a quien, gracias a Dios, se le prende la lamparita de la creatividad bastante seguido y logra cosas tan útiles como ésta que nosotros nos encargamos de mandar a construir”, refirió finalmente Zorrilla.