Producción de banana en Formosa.

Los productores bananeros de nuestra provincia trabajan de manera conjunta con el gobierno en pos de cambiar estrategias a fin de lograr cantidad y calidad...

Los productores de bananas de nuestra provincia están trabajando de manera conjunta con el gobierno en pos de cambiar estrategias a fin de lograr cantidad y calidad y así poder posicionarse mejor en el mercado interno —saliendo a competir con el producto importado de Brasil— y también animarse a la exportación.
"En este proyecto, que se está implementando desde octubre del año pasado y se concreta con la ayuda del Ministerio de la Producción de Formosa, el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y el Mercado Central de Buenos Aires, están trabajando 24 productores del norte de Formosa, que en conjunto suman alrededor de 280 hectáreas. Hasta el momento se han logrado grandes mejoras en la calidad de presentación del producto para poder posicionar mejor la fruta en Buenos Aires", indicó el ingeniero agrimensor Víctor Mazacotte, asesor técnico del grupo.
Otro de los logros obtenidos fue una mejora en el precio. "El valor ronda entre los 10 y 12 pesos por cajón de 22 kilos, mientras Brasil está vendiendo en 14 pesos, aunque antes el valor era más elevado, de 16 pesos e inclusive más", comentó en una entrevista concedida al diario Clarín Rural.
Desde octubre del 2004, estos bananeros del norte formoseño están metidos de lleno en el manejo integral del cultivo y el trabajo conjunto, que incluye la compra en grupo de insumos, para abaratar costos. Por otro lado, se está realizando la capacitación de la mano de obra.
"Cuando se logre un fuerte posicionamiento en el mercado interno con este proyecto piloto, se encarará la exportación. Se apuntará principalmente a Europa con bananas orgánicas", afirmó Mazacotte.
Por ahora, los 24 productores están trabajando en el desarrollo de galpones de empaque y plantas con playa de recepción y zonas de lavado, desinfección y embalaje, también en todo lo inherente a la cadena de frío y la implementación de sistemas de riego en los cultivos.
En cuanto al financiamiento de estas obras, Mazacotte destacó que "hay líneas de crédito disponibles, del CFI, a una tasa del 4,5% anual".
Formosa reúne casi 800 productores de bananas y unas 4.800 hectáreas destinadas a este cultivo. La actividad en la provincia se ve beneficiada por un dato de la realidad y de orden sanitario: es libre de la enfermedad conocida como Sigatoka Negra.


"Ser libres de este flagelo favorece el crecimiento y la producción en la provincia podría crecer hasta las 20.000 hectáreas", dijo Mazacotte. Para lograr el despegue de este sector, también se está trabajando en la implementación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y normas EurepGap.


El área bananera formoseña ocupa una superficie de 8.662 km2: 5.342 km2 están en el departamento Pilcomayo y 3.320 km2 en el de Pilagás.
Dentro del Pilcomayo se encuentra el 90 % de las plantaciones de bananos y el área de mayor concentración de productores está cerca de la localidad de Laguna Naineck.
La actividad bananera es un verdadero parámetro económico en estos dos departamentos y tuvo momentos de esplendor: trascendía el nivel provincial y llegó a ubicarse como el producto que cubría el 80% de la oferta nacional.
La falta de competitividad trajo la decadencia del sector que fue desplazada por la fruta procedente de la provincia de Salta, "a pesar de que los bananales salteños son de origen formoseño", comentó Mazacotte.



Levantando vuelo


En la actualidad, el despegue se está dando por:
Apoyo gubernamental, finan ciando insumos sin intereses.
A pesar de cotizarse por debajo de la fruta extranjera, es un cultivo que tiene impactos sociales y económicos relevantes para la zona norte de la provincia.
Con el despertar de la actividad, ya se está notando un fuerte impacto en la generación de trabajo. "Desde el punto de vista social es la parte más importante de esta actividad, dado que al tratarse de un cultivo perenne, demanda mano de obra todo el año. En las condiciones normales una hectárea en producción insume 0,7 peón fijo por ha/año, de manera que tenemos: 0,7 peón/ha en 4.000 has equivale a 2.800 puestos de trabajo fijos por año, en la zona bananera", hizo números Mazacotte.
En cuanto a las ventajas comparativas, dependiendo de la tecnología aplicada, los rendimientos varían entre los 800 a 2.000 cajones de 20 kilos cada uno por hectárea. De no registrarse adversidad climática alguna, los rindes esperados más un incremento de la superficie implantada arroja los siguientes valores promedios: 4.000 hectáreas a 25.000 kg/ha es igual a 100 millones de kilos. Estos, divididos en cajas de 20 kilogramos, es igual a 5 millones de cajones. "Multiplicando esta cifra por el valor del cajón que recibe el productor ($ 4) nos da un ingreso en la zona de 20 millones de pesos", afirmó.


Las dificultades en el sector bananero


En la Argentina, la superficie cultivada de banana ronda las 8.400 hectáreas y la producción está en las 170.000 toneladas.
El mercado interno es el principal destino, compitiendo con gran esfuerzo con la importación ecuatoriana y brasileña.
En esa patriada, se encuentran inmersos varios productores de tres provincias, Salta, Formosa y Jujuy, donde se encuentra el epicentro de la actividad.
Uno de los palos en la rueda del sector es "la política de importación que favorece la introducción de fruta de otros países con bajo arancel y la política sanitaria nacional que no tiene en cuenta la introducción de enfermedades que no posee nuestro país y que lógicamente pone en riesgo una producción regional de gran impacto económico y social. La infraestructura referida a caminos y la posibilidad de acceder al uso del agua de riachos a través de obras hídricas es otra de las trabas", aseguró el ingeniero Víctor Mazacotte.
Otro de los inconvenientes a nivel país es que, en general, los productores realizan un manejo de los cultivos conforme a prácticas comunes, con baja o nula tecnología, y no se tienen en cuenta los problemas que esas prácticas ocasionan en el suelo y en las plantas, que finalmente inciden notablemente en el rendimiento de fruta por hectárea, como así también en la calidad.
Por otro lado, la idiosincrasia de los productores se caracteriza por su fuerte individualismo que no les permite compartir conocimientos, reunirse en asociaciones con fines de distinta naturaleza, y transmitir informaciones, acciones éstas que van en detrimento de su bienestar. Algo que está en vías de transformación.

14-08-2005 | Cargada en Fsa. en Marcha - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social