Ultiman las tareas de restauración del pesebre hiperrealista de Formosa

Ubicado en la Plaza de Las Banderas del Paseo Costanero de la capital provincial, el pesebre hiperrealista es considerado uno de los más grandes del mundo.

Se trata de una obra con piezas en tamaño real y natural de cada uno de sus componentes, además de una ambientación especial con un moderno sistema lumínico, músicas y relato sonoro de las distintas escenas y secuencias que recrean el nacimiento del niño Jesús, dándole un sentido didáctico a este símbolo del cristianismo.


Esta enorme obra de arte, cuyo creador es el artista argentino Fernando Pugliese, se ha convertido en uno de los mayores atractivos de Formosa.


Se integra al tradicional Árbol Navideño de 33 metros de altura, adornado con un moderno sistema de luces LED, además de todo el sistema lumínico a lo largo del Paseo Costanero y las plazoletas de la Avenida 25 de Mayo.


Con luminarias se engalanan también edificios y espacios públicos de la Capital, como el Cine Teatro “Italia”, la Iglesia Catedral, la Residencia de los Gobernadores, el Museo Histórico “Juan Pablo Duffard”, entre otros.


Todo ello forma parte del cúmulo de ornamentaciones que le dan vida a la atractiva propuesta del Gobierno provincial para esta época navideña denominada “Formosa Brilla”.



Restauración


En ese sentido, con miras al 8 de diciembre, el Grupo “Meraki” acentúa las últimas tareas en el pesebre.


Al respecto, en testimonios recabados por AGENFOR, la profesora y artista Jéssica Justiniano comentó que “la restauración del pesebre comenzó el 7 de noviembre y estamos en la última semana. Se está trabajando en los últimos detalles ya para montar el pesebre en el lugar donde va a quedar durante todo el año”.


“Somos 10 artistas formoseños, docentes, profesores de Arte, y tenemos cuatro ayudantes”, puntualizó, explicando que como las piezas están al aire libre, las cuestiones climáticas van dañando las piezas, por lo que “la restauración se hace desde cero”.


Según describió, “en total son casi 400 piezas que van desde las más pequeñitas, como las frutas que lleva cada canasto, hasta las más grandes como los camellos por ejemplo”.



“Queda muy poquito, estamos ansiosos porque se acerca el día de la inauguración y queremos que todo salga muy bien”, remarcó a esta Agencia.


Y apuntó que “se trabaja desde las 6 de la mañana hasta las 18, 19 horas porque hay que aprovechar el sol. A pesar de que hace mucho calor, esto favorece al secado de las piezas, porque en un día nublado o de lluvia no se puede pintar. Utilizamos pintura sintética para que cada pieza dure al aire libre durante todo el año”, completó, por último.


06-12-2022 | Cargada en Noticias - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social