Polémica por las aguas del Río Pilcomayo

Desde la Defensoría del Pueblo de la Provincia calificaron de imprudentes las afirmaciones vertidas por un sector de la prensa paraguaya, la cual ha montado una campaña para instalar la idea de que el país y particularmente nuestra Provincia...

Desde la Defensoría del Pueblo de la Provincia calificaron de imprudentes las afirmaciones vertidas por un sector de la prensa paraguaya, la cual ha montado una campaña para instalar la idea de que el país y particularmente nuestra Provincia se apodera de aguas del Río Pilcomayo cuyo aprovechamiento no le corresponde. Así lo expresó el titular del Organismo de la Constitución, Dr. José Leonardo Gialluca, quien asegura que tal afirmación carece absolutamente de fundamentos. Nos llama poderosamente la atención el inusitado embate de un segmento de los medios guaraníes, el cual insiste sobre el particular. Para dar información de cualquier tipo se debe hacer un trabajo responsable y reflexivo, mas aún si, como en este caso, se hallan comprometidas cuestiones tan caras a las comunidades de ambos márgenes del curso hídrico. Hemos realizado minuciosos estudios de los antecedentes existentes, como el Acuerdo Bilateral suscripto entre el Gobierno de nuestro país y el de Paraguay en el año 1.991, mediante el cual se convino la apertura de dos canales, uno en cada territorio, para introducir aguas del Pilcomayo. Al año siguiente cada una de las partes dio inicio a las obras, en el caso de la administración paraguaya se optó por un criterio distinto en el manejo de las aguas que el seguido por la Argentina. Mientras en territorio nacional, para la construcción del canal, se siguieron las pendientes geofísicas, es decir los declives naturales del terreno, en el paraguayo no tuvieron en cuenta tal temperamento. Como consecuencia de ello, al llegar las crecidas estacionales del río, la masa hídrica fluyó con mayor fuerza hacia nuestro territorio, provocando un ensanchamiento del acueducto emplazado en el mismo, no sucediéndose en adelante proyectos que, ejecutados por el Paraguay dentro de sus potestades, sopesaran tal desequilibrio. No existió, en los años transcurridos desde entonces, ningún tipo de obra que, realizada por los gobiernos nacionales y/o provinciales implicaran o impliquen apropiación de un mayor caudal que el previsto en aquel acuerdo originario. Por otra parte, toda el agua que ingresa al territorio formoseño es acumulada en el reservorio del “ Bañado La Estrella ” para su aprovechamiento y los proyectos encarados no han tenido ni tienen otra finalidad que la de hacer un uso racional del recurso hídrico que se dispone. Las últimas obras en marcha y que infundadamente se cuestionan, afirma el Dr. Gialluca, no pretenden más que asegurar, muy adentro de nuestro territorio, la existencia de un conducto que lleve las aguas que ingresan al mismo, con la próxima crecida de fin de año, hasta el bañado, ya que un sector de nuestro cauce interior se halla colmatado por sedimentos, lo cual torna necesario tal emprendimiento. El mismo delegado paraguayo ante la Comisión Binacional del Pilcomayo afirmó hace días que Formosa no realiza ninguna obra fuera de los acuerdos bilaterales, ya que las mismas forman parte del aprovechamiento que cada país hace del caudal que ingresa en su territorio.
Es preciso, termina diciendo el Defensor del Pueblo, dar por concluida esta cuestión y ser prudentes al momento de realizar afirmaciones que pueden llevar a equívocos. El aprovechamiento del agua dulce es encarado desde el Gobierno Provincial mediante todo un programa, el cual, como es de esperarse, produce beneficios que se traducen en mayores oportunidades para el desarrollo socioeconómico sustentable de bastas regiones de nuestro territorio, todo ello no es pura casualidad sino consecuencia de la ejecución de una política de defensa de nuestro patrimonio ambiental y la racionalización de sus recursos, para lo cual la apropiación de los ajenos esta totalmente excluida.-


NOTA En la foto: La colmatación de los canales en territorio provincial, a causa de los sedimentos, obliga a realizar obras que aseguren el aprovechamiento de las aguas que ingresan anualmente desde el Pilcomayo. 

15-10-2005 | Cargada en Cultura - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social