El gobernador Insfrán habilitó la nueva capilla del barrio San Pedro.

El primer mandatario y otras altas autoridades en la tarde-noche de la víspera, compartieron con los vecinos de la populosa barriada, la inauguración de la nueva capilla del lugar durante una jornada festiva por la realización de la obra deseosamente esperada por la comunidad.

La comunidad del barrio San Pedro y de otras barriadas cercanas, coincidieron en destacar la "enorme generosidad" del gobernador Gildo Insfrán de disponer la construcción de la atractiva capilla del lugar, y justamente así le manifestaron personalmente al mandatario que compartió con los vecinos la habilitación de la obra en la tarde-noche de la víspera.
Junto al vicegobernador Floro Bogado y el intendente Fernando De Vido, además de ministros del PE, legisladores provinciales y concejales, y la gente que se volcó masivamente a la ceremonia que se desarrolló en Coronel Bogado y OHiggins, se inauguró esta que pasa a ser la "casa de todos", como lo dijera el presbítero Raúl Candia, y que para mucha gente se trataba de la "cristalización de muchos sueños y esperanzas".
La reconocida catequista del barrio, Del Rosario Martínez, al hablar en representación de la comunidad, hizo una breve historia de los primeros pasos donde consiguieron el terreno y las primeras reuniones bajo un árbol, para pasar a un precario salón, mientras "pedimos con mucha esperanza la construcción de nuestra capilla al señor gobernador Gildo Insfrán, y hoy vemos nuestro sueño hecho realidad, gracias a las autoridades de nuestro gobierno".
Aludió a que la obra cuenta con salones para encuentros catequísticos, para reuniones de niños, charlas matrimoniales y bautismales, afirmando que "será de gran ayuda para la formación de tantas personas cristianas y colaborar para el compromiso ciudadano".
"Agradezco de corazón esta obra al señor gobernador y que Dios lo siga acompañando en su tarea y lo bendiga", dijo finalmente Martínez.

"La cristalización de sueños y esperanzas"

La bendición de la obra estuvo a cargo del presbítero Raúl Candia, quién de alguna manera definió el hecho que estaban viviendo al comentar que al llegar a la capilla le preguntó a una de las más antiguas catequistas del lugar que sentía al ver la obra, la que le respondió que sentía tal emoción que si hilvanaba alguna palabra terminaría por llorar. Dijo que "es el sentimiento de mucha gente que hoy ve cristalizado muchos sueños y esperanzas".
Expuso al sacerdote que "la capilla no sólo es un lugar de reunión, sino donde la gente trae su vida para presentarle a Dios, trae sus alegría y penas. La iglesia es el lugar donde todos encuentran la paz y el consuelo, sitio de encuentro con Dios, es la casa de todos, no conoce distinción de ningún tipo, ni de ricos ni pobres, ni de partidos políticos, ni razas".
"Agradecemos por brindarnos la posibilidad de tener estas instalaciones, la capilla y salones", afirmando que se trataba de una oración de bendición muy especial, ya que estaban "ante el enorme desafío", sosteniendo que "no basta tener un templo para decir tenemos comunidad cristiana", significando que "debemos aprender a sentirnos hermanos, solidarios y brindar nuestro granito de arena para tener un país mucho más fraterno y justo".
Insistió en marcar que "no se trata de una bendición más, sino un desafío que lo recibimos con alegría, con la confianza puesta en el Señor", concluyendo el agradecer al igual que la catequista Rosarito, al gobernador y a todos quienes colaboraron para que esta edificación sea realidad.
10-04-2010 | Cargada en Noticias - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social