El primer mandatario en compañía de los integrantes de su gabinete, funcionarios y empleados del lugar, asistieron a la llegada del Cirio Pascual durante una ceremonia litúrgica que se realizó en la planta baja de la sede del Poder Ejecutivo.
Como parte de la celebración religiosa de Pascuas de Resurrección, el gobernador Gildo Insfrán asistió en compañía de los integrantes de su gabinete a la llegada del cirio pascual durante una ceremonia litúrgica llevada a cabo temprano en la planta baja de la sede del Poder Ejecutivo.
La celebración estuvo a cargo del párroco de la Catedral , padre Raúl Méndez, quien oró porque la luz de Cristo ilumine a los formoseños en la búsqueda del bien común y en el apego a los mejores valores del ser humano para sostener la construcción de una provincia que sea ejemplar para las nuevas generaciones explicando que el acto litúrgico implicaba hacer un alto para que las autoridades, funcionarios y empleados de la sede del poder Ejecutivo se dejen iluminar por la presencia del Señor Resucitado", expresó Méndez quien tras la lectura del Evangelio procedió a la aspersión para compartir la bendición con los funcionarios y empleados públicos presentes quienes habilitaron un corredor por donde el párroco se desplazó haciendo llegar el agua bendita a todos los presentes.
Se le preguntó al sacerdote si la concreción de la integración territorial es válida para afirmar el valor de la unidad, admitió que ese propósito se proclama pero que se realiza con las obras y que para que sea posible la unidad hacen falta los medios para lo cual deben volcarse todos los esfuerzos.
"En Formosa se van abriendo esas posibilidades para que haya medios para que estemos mas unidos, podamos reconocernos y también para poder intercambiar los valores culturales y las riquezas que cada uno tiene en su patrimonio, la Formosa es amplia en su territorio del mismo modo que en diversidad de cultura y de aportes de distintas ramas de la cultura humana se concentran en el territorio y esto es muy valioso", indicó.
Durante su homilía el religioso ponderó el pensamiento del gobernador transmitido en la Legislatura sobre la necesidad de que el ser humano tenga casa, justicia, trabajo e iglesia.
"Lo más claro es que haya un proyecto de provincia y cuando hay uno que responde al sueño de todos pero hay que ponerse detrás de ese emprendimiento para poder concretarlo, un proyecto que como decía el doctor Insfrán citando al Martín Fierro haga que cada formoseño tenga casa, iglesia, derechos y trabajo. Teniendo un ideal se trata de vislumbrar ese horizonte hacia adonde dirigirnos y de vislumbrarlo, limando las asperezas que pudiesen existir para trabajar juntos".
Se le hizo notar que a veces aparecen voces ajenas a la provincia que desvirtúan su realidad confundiendo a los más débiles y desprovistos de solidez en su formación educativa y cultural."Como dice Jesús, en el campo del Señor siempre hay trigo y cizaña. Lo bueno es lo que prevalece y después se discierne bien y se puede elegir el trigo y quitar la cizaña", sugirió.
Proyecto común
"Un proyecto es común es la expresión clara de trabajar por el bien común. En cada formoseño debe estar esa intención. A veces no sabemos como y por eso los caminos se cruzan y a veces no nos entendemos. Pero creo que hay una clara intencionalidad de buscar el bien común cosa que no es fácil porque a veces se quiere imponer el bien personal o sectorial y se impide la realización de este anhelo".
Esas perturbaciones se dan por mala intención, por competencia político-partidaria, por mala fe o por desconocimiento.
"Yo soy religioso y no me corresponde interpretar cuando viendo proyectos buenos hay quienes deben salir a decir que es una lástima que no se conozcan bien las cosas, para que se pueda trabajar en común. Me parece que el desconocimiento que la mala intención. Como cristiano reflexiono y me pregunto que pasa que no nos entendemos .Y la falta de entendimiento o la mala interpretación de la palabra de uno u otro y hasta un mensaje dicho en forma positiva se malinterpreta y genera discusiones inútiles. Por eso que lindo que cada uno busque conocer, profundizar, que está aconteciendo para poder entablar este dialogo necesario para todos", reflexionó. Una de las cosas que sugirió el religioso tiene que ver con la necesidad de generar una Nación unida, integrada y solidaria y sobre todo que los hombres tomen conciencia de los dones que Dios entrega a los hombres en todos los aspectos, tanto a nivel personal cuanto como argentinos con el don de la patria, de haber recibido esta tierra hermosa, el reconocimiento de nuestra identidad, patrimonio y raíces.
El sacerdote considera imprescindible ese reconocimiento para poder cada uno actuar en consecuencia y como respuesta a esa señal divina, reconociendo que todos han recibido este don y regalo por lo que nadie puede quedar al margen de intervenir en la construcción de la Nación y la provincia que anhelamos.
"Allí debemos trabajar todos juntos y de ser capaces de valorar el trabajo y el talento de cada uno, así como también que nuestra condición de hermanos nos permite realizar algo juntos cuando nos sentimos realmente familia", señaló.
Añadió que esto requiere en profundidad vivir cada uno desde la justicia y la solidaridad vivir la tarea cotidiana de construir la Nación anhelada.
La Formosa del futuro
Ante la cercanía del 8 de abril, que evoca la fundación de esta ciudad, el padre Méndez considera que se aguarda con mucha expectativa positiva el futuro de Formosa.
"Se ve que este don y esta tarea que se nos ha encomendado a todos es inmenso y que demanda mucha abnegación y por eso creo que es determinante la actitud que tomemos ante el bien común y los proyectos comunes", opinó.
Estima que a partir de esos presupuestos se podrá determinar como sigue Formosa. "Por eso es que un llamado pascual está relacionado con la búsqueda de este trabajo común, este entendimiento, la conciliación de todos porque es necesario porque siempre cuando los padres se pelean los chicos sufren. Así también cuando entre formoseños discutimos los que sufren son los más débiles y por eso es importante tener esta esperanza bien firme y avanzar con honestidad y con esfuerzo en la consecución de este proyecto", subrayó.
La celebración estuvo a cargo del párroco de la Catedral , padre Raúl Méndez, quien oró porque la luz de Cristo ilumine a los formoseños en la búsqueda del bien común y en el apego a los mejores valores del ser humano para sostener la construcción de una provincia que sea ejemplar para las nuevas generaciones explicando que el acto litúrgico implicaba hacer un alto para que las autoridades, funcionarios y empleados de la sede del poder Ejecutivo se dejen iluminar por la presencia del Señor Resucitado", expresó Méndez quien tras la lectura del Evangelio procedió a la aspersión para compartir la bendición con los funcionarios y empleados públicos presentes quienes habilitaron un corredor por donde el párroco se desplazó haciendo llegar el agua bendita a todos los presentes.
Se le preguntó al sacerdote si la concreción de la integración territorial es válida para afirmar el valor de la unidad, admitió que ese propósito se proclama pero que se realiza con las obras y que para que sea posible la unidad hacen falta los medios para lo cual deben volcarse todos los esfuerzos.
"En Formosa se van abriendo esas posibilidades para que haya medios para que estemos mas unidos, podamos reconocernos y también para poder intercambiar los valores culturales y las riquezas que cada uno tiene en su patrimonio, la Formosa es amplia en su territorio del mismo modo que en diversidad de cultura y de aportes de distintas ramas de la cultura humana se concentran en el territorio y esto es muy valioso", indicó.
Durante su homilía el religioso ponderó el pensamiento del gobernador transmitido en la Legislatura sobre la necesidad de que el ser humano tenga casa, justicia, trabajo e iglesia.
"Lo más claro es que haya un proyecto de provincia y cuando hay uno que responde al sueño de todos pero hay que ponerse detrás de ese emprendimiento para poder concretarlo, un proyecto que como decía el doctor Insfrán citando al Martín Fierro haga que cada formoseño tenga casa, iglesia, derechos y trabajo. Teniendo un ideal se trata de vislumbrar ese horizonte hacia adonde dirigirnos y de vislumbrarlo, limando las asperezas que pudiesen existir para trabajar juntos".
Se le hizo notar que a veces aparecen voces ajenas a la provincia que desvirtúan su realidad confundiendo a los más débiles y desprovistos de solidez en su formación educativa y cultural."Como dice Jesús, en el campo del Señor siempre hay trigo y cizaña. Lo bueno es lo que prevalece y después se discierne bien y se puede elegir el trigo y quitar la cizaña", sugirió.
Proyecto común
"Un proyecto es común es la expresión clara de trabajar por el bien común. En cada formoseño debe estar esa intención. A veces no sabemos como y por eso los caminos se cruzan y a veces no nos entendemos. Pero creo que hay una clara intencionalidad de buscar el bien común cosa que no es fácil porque a veces se quiere imponer el bien personal o sectorial y se impide la realización de este anhelo".
Esas perturbaciones se dan por mala intención, por competencia político-partidaria, por mala fe o por desconocimiento.
"Yo soy religioso y no me corresponde interpretar cuando viendo proyectos buenos hay quienes deben salir a decir que es una lástima que no se conozcan bien las cosas, para que se pueda trabajar en común. Me parece que el desconocimiento que la mala intención. Como cristiano reflexiono y me pregunto que pasa que no nos entendemos .Y la falta de entendimiento o la mala interpretación de la palabra de uno u otro y hasta un mensaje dicho en forma positiva se malinterpreta y genera discusiones inútiles. Por eso que lindo que cada uno busque conocer, profundizar, que está aconteciendo para poder entablar este dialogo necesario para todos", reflexionó. Una de las cosas que sugirió el religioso tiene que ver con la necesidad de generar una Nación unida, integrada y solidaria y sobre todo que los hombres tomen conciencia de los dones que Dios entrega a los hombres en todos los aspectos, tanto a nivel personal cuanto como argentinos con el don de la patria, de haber recibido esta tierra hermosa, el reconocimiento de nuestra identidad, patrimonio y raíces.
El sacerdote considera imprescindible ese reconocimiento para poder cada uno actuar en consecuencia y como respuesta a esa señal divina, reconociendo que todos han recibido este don y regalo por lo que nadie puede quedar al margen de intervenir en la construcción de la Nación y la provincia que anhelamos.
"Allí debemos trabajar todos juntos y de ser capaces de valorar el trabajo y el talento de cada uno, así como también que nuestra condición de hermanos nos permite realizar algo juntos cuando nos sentimos realmente familia", señaló.
Añadió que esto requiere en profundidad vivir cada uno desde la justicia y la solidaridad vivir la tarea cotidiana de construir la Nación anhelada.
La Formosa del futuro
Ante la cercanía del 8 de abril, que evoca la fundación de esta ciudad, el padre Méndez considera que se aguarda con mucha expectativa positiva el futuro de Formosa.
"Se ve que este don y esta tarea que se nos ha encomendado a todos es inmenso y que demanda mucha abnegación y por eso creo que es determinante la actitud que tomemos ante el bien común y los proyectos comunes", opinó.
Estima que a partir de esos presupuestos se podrá determinar como sigue Formosa. "Por eso es que un llamado pascual está relacionado con la búsqueda de este trabajo común, este entendimiento, la conciliación de todos porque es necesario porque siempre cuando los padres se pelean los chicos sufren. Así también cuando entre formoseños discutimos los que sufren son los más débiles y por eso es importante tener esta esperanza bien firme y avanzar con honestidad y con esfuerzo en la consecución de este proyecto", subrayó.