El gobernador Gildo Insfrán presidió ayer los actos recordatorios por el 34º aniversario del último golpe militar, en el Salón cultural del Galpón "C" en una jornada testimonial y reflexiva programada por el gobierno provincial en el "Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia".
Ministros del PE, legisladores, intendentes, concejales, dirigentes sociales y políticos, miembros de organizaciones de derechos humanos, sobrevivientes y familiares de víctimas de la dictadura, se confundieron en este sentido homenaje del gobierno a aquellos que "dieron la vida por la causa popular".
La subsecretaria de Derechos Humanos, María Sylvina Arauz, al hablar antes de los emotivos testimonios, memoró en principio que 34 años se iniciaba en el país "el proceso más funesto y oscuro de nuestra historia, donde las fuerzas armadas irrumpieron soslayando el orden legal y constitucional", añadiendo que "esta nueva dictadura perfeccionó una metodología precisa y sistemática: El terrorismo de estado. Un plan político alentado desde el centro del imperio para dominar una región inmersa en un proceso de luchas populares de liberación. Sus objetivos eran claros. Destruir al movimiento nacional y popular, para así desmantelar toda posibilidad de organización popular, sean estas sindicales, sociales, culturales y políticas".
Sostuvo que "el propósito era el de instalar un proyecto político-económico que sumiera a la Argentina en un empobrecimiento y endeudamiento ininterrumpido, a fuerza de acallar las luchas sociales y las conquistas de los movimientos nacionales y populares", afirmando que "el mismo dilema que aquejaba a la patria desde su nacimiento, es decir una nación verdaderamente federal, soberana y solidaria, para así ser el país para unos pocos, afloraron en toda su dimensión en esos años de terror".
Arauz enfatizó que "con la dictadura militar, las conquistas sociales quedaron en el olvido, bajo un telón de sangre y fuego", añadiendo que se activo un "modelo que implementó un sistema de represión, secuestros, asesinatos, torturas, encierro, apropiación de niños y el exilio de miles de personas".
Colaboracionistas civiles
Lamentó la subsecretaria que "la cara más vergonzosa de este drama nacional quedó reflejada en el colaboracionismo de algunos sectores de la sociedad civil. Es triste ver a algunos que apoyaron impúdicamente a la dictadura, o a partidos que brindaron a sus cuadros políticos como sostén civil a través de ministros o jueces, a hacer declaraciones rimbombantes en el día de hoy".
Afirmó asimismo que "las diversas prácticas represivas han dejado huella en la memoria colectiva del pueblo argentino, pero a pesar de todo no nos han vencido, porque cada uno de los compañeros caídos o desaparecidos, están aquí con nosotros, construyendo en Formosa, la patria libre, justa y soberana, por lo cual dieron su vida", considerando que "reflexionar acerca del terror y la violación sistemática de los derechos humanos se vuelve esencial para superar el terrorismo de estado. Es importante refrescar la historia, reconstruir lo que fue silenciado, porque sigue teniendo múltiples efectos en la política y la sociedad".
Sostuvo que "todo ello es vital para así definir nuestra identidad. Identidad que en nuestra nación fue formidablemente propuesta por el movimiento nacional y popular, fundada en una filosofía humanista y cristiana, desarrollada por el general Perón y teniendo como principio la comunidad organizada".
Primer ex gobernador de facto condenado
Indicó asimismo que "en nuestra joven provincia la promoción y protección de los derechos humanos está claramente reflejada en el modelo formoseño. Somos vasos comunicantes de nuestra comunidad organizada". Consideró que "cada una de las más de dos mil unidades educativas, en sus diferentes modalidades y niveles, rural, las intercultural y bilingüe; la atención primaria de la salud, cada tramo de ruta, el manejo de los recursos hídricos, las más de 300 mil hectáreas de tierra reconocidas en propiedad a los pueblos originarios, el plan de ordenamiento territorial, entre otros, son claros ejemplos de política inclusiva que promueven efectivamente los derechos humanos, que hacen a la justicia social y a la dignidad del hombre".
Enfatizó aquí que "desconocer todo esto es pretender tapar el sol con un dedo. De todas formas, a todos nos ilumina por igual", más allá de entender que "respecto a los derechos humanos siempre habrá algo por hacer".
Marcó que "para hacer memoria con justicia y verdad, desde el gobierno de la provincia se continua trabajando sin pausa y dando asistencia y contención a los querellantes, testigos y sus familiares, antes, durante y después del histórico juicio llevado a cabo en nuestra ciudad, donde fuera juzgado y condenado por primera vez en el país, a un ex gobernador de facto", al tiempo de mencionar el programa provincial de asistencia psicológica as víctimas y testigos del terrorismo de estado.
"La memoria se vincula de este modo a la voluntad de recordar y a la ética, a la decisión de que nunca más se repitan hechos tan trágicos. Creando conciencia del significado político y la condición colectiva de una Argentina justa, libre y soberana", insistió Arauz.
Momentos emotivos
Los asistentes pudieron observar un documental que reflejó testimonios de formoseños que sufrieron en carne propia el terror de aquellos años. Madres, padres, hijos de muertos y desaparecidos, otros que sobrevivieron a las torturas y otros castigos, transitaron en el video, y luego muchos de ellos contaron sus tristes vivencias personalmente ante el auditorio, generándose un escenario realmente conmovedor.
Dirigentes políticos del justicialismo, gremialistas peronistas, entre estos ocupando bancas legislativa o una intendencia, como la diputada nacional Graciela De la Rosa y la jefa comunal Nelly Daldovo, fueron algunas de estas.
Se dejó en claro desde la subsecretaría de Derechos Humanos que era justo rendir homenaje a dirigentes sociales y al pueblo formoseño en su conjunto, algo que con justamente se hacía en parte con este documental, el cual fue elaborado por distintos organismos del gobierno provincial.
"No pretende ser el único y representar a todas las voces y realidades, pero fue hecho con la humildad y convicción de que era necesario reflejar la historia reciente, vivida y contada por ellos. Esto no es para detenernos en el pasado, sino para no olvidar y recordar los principios sobre los cuales construir nuestra comunidad en paz, sustentada en la verdad, la justicia y la libertad", expuso Arauz sobre el particular.
Cierre musical
El acto tuvo un cierre muy especial con música y letra de una joven clorindense Natalia Martínez, nieta de quién en vida fuera Porfirio Domínguez, quién apareciera muerto en aguas del río Paraguay en aquellos años, luego de ser secuestrado de su hogar por tres desconocidos. "Los cuentos de mi abuelo" se titula la emotiva canción que ella misma interpretó ante el auditorio.
Lamentó no poder haber conocido a su abuelo, pero supo de la triste historia a través de su madre que le contó todos los sufrimientos padecidos, y tras enfatizar que pese a todo "no nos quitaron la esperanza" de bregar por un país mejor, al tiempo de instar a que aquella época no se recuerde sólo un 24 de marzo, sino que sea algo permanente para así fortalecer conciencias y que nunca más ocurra algo similar.
La subsecretaria de Derechos Humanos, María Sylvina Arauz, al hablar antes de los emotivos testimonios, memoró en principio que 34 años se iniciaba en el país "el proceso más funesto y oscuro de nuestra historia, donde las fuerzas armadas irrumpieron soslayando el orden legal y constitucional", añadiendo que "esta nueva dictadura perfeccionó una metodología precisa y sistemática: El terrorismo de estado. Un plan político alentado desde el centro del imperio para dominar una región inmersa en un proceso de luchas populares de liberación. Sus objetivos eran claros. Destruir al movimiento nacional y popular, para así desmantelar toda posibilidad de organización popular, sean estas sindicales, sociales, culturales y políticas".
Sostuvo que "el propósito era el de instalar un proyecto político-económico que sumiera a la Argentina en un empobrecimiento y endeudamiento ininterrumpido, a fuerza de acallar las luchas sociales y las conquistas de los movimientos nacionales y populares", afirmando que "el mismo dilema que aquejaba a la patria desde su nacimiento, es decir una nación verdaderamente federal, soberana y solidaria, para así ser el país para unos pocos, afloraron en toda su dimensión en esos años de terror".
Arauz enfatizó que "con la dictadura militar, las conquistas sociales quedaron en el olvido, bajo un telón de sangre y fuego", añadiendo que se activo un "modelo que implementó un sistema de represión, secuestros, asesinatos, torturas, encierro, apropiación de niños y el exilio de miles de personas".
Colaboracionistas civiles
Lamentó la subsecretaria que "la cara más vergonzosa de este drama nacional quedó reflejada en el colaboracionismo de algunos sectores de la sociedad civil. Es triste ver a algunos que apoyaron impúdicamente a la dictadura, o a partidos que brindaron a sus cuadros políticos como sostén civil a través de ministros o jueces, a hacer declaraciones rimbombantes en el día de hoy".
Afirmó asimismo que "las diversas prácticas represivas han dejado huella en la memoria colectiva del pueblo argentino, pero a pesar de todo no nos han vencido, porque cada uno de los compañeros caídos o desaparecidos, están aquí con nosotros, construyendo en Formosa, la patria libre, justa y soberana, por lo cual dieron su vida", considerando que "reflexionar acerca del terror y la violación sistemática de los derechos humanos se vuelve esencial para superar el terrorismo de estado. Es importante refrescar la historia, reconstruir lo que fue silenciado, porque sigue teniendo múltiples efectos en la política y la sociedad".
Sostuvo que "todo ello es vital para así definir nuestra identidad. Identidad que en nuestra nación fue formidablemente propuesta por el movimiento nacional y popular, fundada en una filosofía humanista y cristiana, desarrollada por el general Perón y teniendo como principio la comunidad organizada".
Primer ex gobernador de facto condenado
Indicó asimismo que "en nuestra joven provincia la promoción y protección de los derechos humanos está claramente reflejada en el modelo formoseño. Somos vasos comunicantes de nuestra comunidad organizada". Consideró que "cada una de las más de dos mil unidades educativas, en sus diferentes modalidades y niveles, rural, las intercultural y bilingüe; la atención primaria de la salud, cada tramo de ruta, el manejo de los recursos hídricos, las más de 300 mil hectáreas de tierra reconocidas en propiedad a los pueblos originarios, el plan de ordenamiento territorial, entre otros, son claros ejemplos de política inclusiva que promueven efectivamente los derechos humanos, que hacen a la justicia social y a la dignidad del hombre".
Enfatizó aquí que "desconocer todo esto es pretender tapar el sol con un dedo. De todas formas, a todos nos ilumina por igual", más allá de entender que "respecto a los derechos humanos siempre habrá algo por hacer".
Marcó que "para hacer memoria con justicia y verdad, desde el gobierno de la provincia se continua trabajando sin pausa y dando asistencia y contención a los querellantes, testigos y sus familiares, antes, durante y después del histórico juicio llevado a cabo en nuestra ciudad, donde fuera juzgado y condenado por primera vez en el país, a un ex gobernador de facto", al tiempo de mencionar el programa provincial de asistencia psicológica as víctimas y testigos del terrorismo de estado.
"La memoria se vincula de este modo a la voluntad de recordar y a la ética, a la decisión de que nunca más se repitan hechos tan trágicos. Creando conciencia del significado político y la condición colectiva de una Argentina justa, libre y soberana", insistió Arauz.
Momentos emotivos
Los asistentes pudieron observar un documental que reflejó testimonios de formoseños que sufrieron en carne propia el terror de aquellos años. Madres, padres, hijos de muertos y desaparecidos, otros que sobrevivieron a las torturas y otros castigos, transitaron en el video, y luego muchos de ellos contaron sus tristes vivencias personalmente ante el auditorio, generándose un escenario realmente conmovedor.
Dirigentes políticos del justicialismo, gremialistas peronistas, entre estos ocupando bancas legislativa o una intendencia, como la diputada nacional Graciela De la Rosa y la jefa comunal Nelly Daldovo, fueron algunas de estas.
Se dejó en claro desde la subsecretaría de Derechos Humanos que era justo rendir homenaje a dirigentes sociales y al pueblo formoseño en su conjunto, algo que con justamente se hacía en parte con este documental, el cual fue elaborado por distintos organismos del gobierno provincial.
"No pretende ser el único y representar a todas las voces y realidades, pero fue hecho con la humildad y convicción de que era necesario reflejar la historia reciente, vivida y contada por ellos. Esto no es para detenernos en el pasado, sino para no olvidar y recordar los principios sobre los cuales construir nuestra comunidad en paz, sustentada en la verdad, la justicia y la libertad", expuso Arauz sobre el particular.
Cierre musical
El acto tuvo un cierre muy especial con música y letra de una joven clorindense Natalia Martínez, nieta de quién en vida fuera Porfirio Domínguez, quién apareciera muerto en aguas del río Paraguay en aquellos años, luego de ser secuestrado de su hogar por tres desconocidos. "Los cuentos de mi abuelo" se titula la emotiva canción que ella misma interpretó ante el auditorio.
Lamentó no poder haber conocido a su abuelo, pero supo de la triste historia a través de su madre que le contó todos los sufrimientos padecidos, y tras enfatizar que pese a todo "no nos quitaron la esperanza" de bregar por un país mejor, al tiempo de instar a que aquella época no se recuerde sólo un 24 de marzo, sino que sea algo permanente para así fortalecer conciencias y que nunca más ocurra algo similar.