Un grupo compuesto por seis jóvenes que residen en el Bº Bernardino Rivadavia de nuestra ciudad han puesto en marcha un interesante proyecto laboral...
Un grupo compuesto por seis jóvenes que residen en el barrio Bernardino Rivadavia de nuestra ciudad han puesto en marcha un interesante proyecto laboral, que es el de producir balones deportivos de cuero artesanalmente.
Aunque en realidad más que una iniciativa es una realidad palpable, puesto que ya están produciendo las pelotas, de fútbol, voley y fútbol cinco, inclusive y ante pedidos especiales, combinan colorares, dibujos e inscripciones. Han adoptado la marca registrada de “Etnias”, inclusive en el envoltorio de los balones aparece la foto de un chico aborigen, como una manera de identificar que se los elabora en una provincia que reconoce su identidad multiétnica, pluricultural y bilingüe.
Ante la idea de estos chicos y su imposibilidad de contar con recursos propios para adquirir el equipamiento e insumos para iniciar la tarea, el gobierno que les concedió un subsidio que les permitió poner en marcha el negocio, el cual si bien a la fecha se halla en una etapa inicial de producción, el propósito es crecer en todo sentido, sobre todo en el volumen de elaboración, y por supuesto en calidad también, aunque en este último sentido las pelotas que elaboran artesanalmente, ya que son cocidas en su totalidad a mano, nada tienen que envidiar a muchas de las que se comercializan en el medio, inclusive a un costo menor.
Aunque en realidad más que una iniciativa es una realidad palpable, puesto que ya están produciendo las pelotas, de fútbol, voley y fútbol cinco, inclusive y ante pedidos especiales, combinan colorares, dibujos e inscripciones. Han adoptado la marca registrada de “Etnias”, inclusive en el envoltorio de los balones aparece la foto de un chico aborigen, como una manera de identificar que se los elabora en una provincia que reconoce su identidad multiétnica, pluricultural y bilingüe.
Ante la idea de estos chicos y su imposibilidad de contar con recursos propios para adquirir el equipamiento e insumos para iniciar la tarea, el gobierno que les concedió un subsidio que les permitió poner en marcha el negocio, el cual si bien a la fecha se halla en una etapa inicial de producción, el propósito es crecer en todo sentido, sobre todo en el volumen de elaboración, y por supuesto en calidad también, aunque en este último sentido las pelotas que elaboran artesanalmente, ya que son cocidas en su totalidad a mano, nada tienen que envidiar a muchas de las que se comercializan en el medio, inclusive a un costo menor.