El Gobierno de la provincia organizó el programa de las celebraciones por Nochebuena y Navidad, con la recreación del pesebre viviente, la actuación de coros polifónicos y la celebración de la Santa Misa, renovando de esta manera la fe cristiana del pueblo formoseño.
Hoy se habrá de repetir uno de los acontecimientos tradicionales organizados por el gobierno de la provincia en vísperas de la Nochebuena y la Navidad con la representación del pesebre viviente en la plazoleta de la Cruz del Norte, en el acceso Sur de la ciudad.
Allí desde las 20 estarán autoridades provinciales y representantes de las distintas barriadas que llegarán con sus ansias de renovar su fe cristiana y al mismo tiempo mostrar su arte ya que se registrará la presentación de los integrantes de diversos coros polifónicos pertenecientes a diferentes religiones, entre ellos un afianzado grupo vocal aborigen del barrio Namqom.
El espectáculo se llevará a cabo en el sitio donde ya desde hace algunos días los funcionarios de la subsecretaria de Cultura dispusieron el armado de un pesebre gigante en la explanada de la Cruz del Norte.
Debajo de una enorme carpa, puede apreciarse la recreación de la llegada del Niño Jesús. Como ocurrió en los últimos años, allí, cada 23 de diciembre, se representa el pesebre viviente con motivo de la fiesta de la Natividad.
Uno de los momentos especiales se vive durante la celebración de la Santa Misa, que ante la víspera navideña, tiene ribetes muy particulares.
Muestras de fe
A todo esto, y en lo que implica una ratificación de la fe cristiana de la comunidad formoseña, puede apreciarse en estos días que se difunde con mayor intensidad el armado de pesebres, tanto en los domicilios privados cuanto en los distintos organismos públicos.
En Casa de Gobierno la gente realiza visitas diarias al pesebre armado en la planta baja del edificio mientras que en el patio interior se puede ver el que se encargaron de instalar los efectivos de la Guardia de Honor del PEP "Comandante Luis Jorge Fontana". Ambos cuentan con ramas y hojas de conocidos arbustos, perfumados ellos, íntimamente ligados a la tradición navideña, como la flor de coco, de palma, jazmín de lluvia y el niño rupá. Con este último, tradicionalmente se recrea la pequeña cuna para el Niño Jesús. Hay quienes ya incorporan al Niño desde el mismo 8 de diciembre pero otros recién lo hacen a partir de la medianoche del 24.
Por otra parte, continua en exhibición la muestra de Pesebres del Mundo", como en años anteriores en el Complejo Cultural del Paseo Costanero "Vuelta Fermosa". El lugar se ha transformado en el epicentro de tradiciones, un lugar donde la creatividad, la comunión de ideas y la religión popular, brindan un correlato expresivo de las necesidades latentes o manifiestas en el entorno sociocultural formoseño y regional. Allí se expone la colección privada de pesebres nacionales e internacionales de la familia Duca, y donde uno encontrará las más diversas rarezas en cuanto a las características de esta simbología, como también por el tipo de materiales y elementos utilizados para su elaboración. Pesebres de Grecia, China, Italia a otros de México, Perú y Guatemala, muchos de ellos exóticos y con las particularidades propias de la nación de donde provenga, se puede apreciar en esta atractiva muestra que anualmente se reedita a partir de la excelente buena predisposición de los Duca de compartir su colección con los formoseños y visitantes.
Allí desde las 20 estarán autoridades provinciales y representantes de las distintas barriadas que llegarán con sus ansias de renovar su fe cristiana y al mismo tiempo mostrar su arte ya que se registrará la presentación de los integrantes de diversos coros polifónicos pertenecientes a diferentes religiones, entre ellos un afianzado grupo vocal aborigen del barrio Namqom.
El espectáculo se llevará a cabo en el sitio donde ya desde hace algunos días los funcionarios de la subsecretaria de Cultura dispusieron el armado de un pesebre gigante en la explanada de la Cruz del Norte.
Debajo de una enorme carpa, puede apreciarse la recreación de la llegada del Niño Jesús. Como ocurrió en los últimos años, allí, cada 23 de diciembre, se representa el pesebre viviente con motivo de la fiesta de la Natividad.
Uno de los momentos especiales se vive durante la celebración de la Santa Misa, que ante la víspera navideña, tiene ribetes muy particulares.
Muestras de fe
A todo esto, y en lo que implica una ratificación de la fe cristiana de la comunidad formoseña, puede apreciarse en estos días que se difunde con mayor intensidad el armado de pesebres, tanto en los domicilios privados cuanto en los distintos organismos públicos.
En Casa de Gobierno la gente realiza visitas diarias al pesebre armado en la planta baja del edificio mientras que en el patio interior se puede ver el que se encargaron de instalar los efectivos de la Guardia de Honor del PEP "Comandante Luis Jorge Fontana". Ambos cuentan con ramas y hojas de conocidos arbustos, perfumados ellos, íntimamente ligados a la tradición navideña, como la flor de coco, de palma, jazmín de lluvia y el niño rupá. Con este último, tradicionalmente se recrea la pequeña cuna para el Niño Jesús. Hay quienes ya incorporan al Niño desde el mismo 8 de diciembre pero otros recién lo hacen a partir de la medianoche del 24.
Por otra parte, continua en exhibición la muestra de Pesebres del Mundo", como en años anteriores en el Complejo Cultural del Paseo Costanero "Vuelta Fermosa". El lugar se ha transformado en el epicentro de tradiciones, un lugar donde la creatividad, la comunión de ideas y la religión popular, brindan un correlato expresivo de las necesidades latentes o manifiestas en el entorno sociocultural formoseño y regional. Allí se expone la colección privada de pesebres nacionales e internacionales de la familia Duca, y donde uno encontrará las más diversas rarezas en cuanto a las características de esta simbología, como también por el tipo de materiales y elementos utilizados para su elaboración. Pesebres de Grecia, China, Italia a otros de México, Perú y Guatemala, muchos de ellos exóticos y con las particularidades propias de la nación de donde provenga, se puede apreciar en esta atractiva muestra que anualmente se reedita a partir de la excelente buena predisposición de los Duca de compartir su colección con los formoseños y visitantes.