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La planta de Nutrir que funciona en predios del Parque Industrial ya está elaborando mermelada de banana cuya distribución se hará en la totalidad de los comedores comunitarios de la provincia donde en la actualidad ya se están recibiendo frutas frescas que mejoran la alimentación de los niños y abuelos.
El propio gobernador Gildo Insfrán, autor de la iniciativa, califica al producto como “realmente exquisito” y confirma que se instalará en la zona de Laguna Naineck una planta que se encargará de la industrialización bananera así como de otros productos frutihorticolas.
Como parte de ese proyecto oficial, el estado provincial  compra en el actual ciclo  entre 100.000 y 120 mil cajones de bananas a  los  pequeños productores a tres pesos por cada modulo de veinticinco kilogramos, promedio, es decir un 200% más por sobre los 80 centavos o un peso que se les venía ofreciendo.
En la operatoria se volcará 1.000.000 pesos que permitirá descomprimir el mercado y al mismo tiempo resolver la situación planteada por los bananeros que cultivan hasta tres hectáreas, que soportaron el efecto de la invasión de frutas del exterior.
La compra ya está en marcha e involucra, además de los tres pesos por caja de veinte kilos promedio, 1,70 peso por cada  caja de madera que arman carpinteros de la zona, el acopio y transporte así como también el alquiler de las cámaras frigoríficas donde deben permanecer los cachos por tres días, como mínimo, para que alcancen su punto justo de maduración.
Toda esta producción tiene un doble destino. Por un lado, como fruta fresca para abastecer los comedores escolares y casas de los abuelos de esta capital y de los tres departamentos del oeste-Ramón Lista, Matacos y Bermejo-donde no se consigue banana-rica en potasio- o se la adquiere a muy alto valor. Otra parte, ya se está procesando en el Parque Industrial de esta ciudad en las plantas elaboradoras de productos alimenticios del plan Nutrir del ministerio de Desarrollo Humano de donde están siendo convertidas en mermeladas. La población a asistir llega a casi 150.000,esa decir la que diariamente se alimenta en los comedores sociales.

Una ayuda constante

Estos pequeños productores ya habían recibido asistencia financiera a razón de 340 pesos por hectárea para la siembra y las labores culturales así como para la compra de agroquímicos, permitiéndoseles que este dinero-prestado con una tasa de interés del 4 por ciento anual- sea devuelto con producción.
La intervención responde al deseo oficial de evitar que se siga especulando con el esfuerzo que realizan los minifundistas para lograr buenos rendimientos y frutas de calidad, ante la invasión de partidas desde Brasil y Paraguay que hicieron bajar ostensiblemente los valores.
Esta medida de la provincia se complementa con otra tomada por SENASA que puso restricciones al ingreso de banana del exterior al declarar a Formosa como zona libre de la sigatoka negra.
Esto obliga a los bananeros extranjeros a modificar la modalidad de embalaje y adecuar una cadena de frío con lo cual se ven obligados a ingresar frutas a precios más elevados.
Se explica en el ámbito del ministerio de la Producción que las compras a los pequeños productores, establecidos sobre todo en el nordeste del territorio, cerca de la frontera con el Paraguay, se realiza sobre el 50 por ciento de su stock.

Principal productora

Formosa es la principal productora bananera de la Argentina aunque solamente está en condiciones de cubrir el 20 por ciento de la demanda nacional.
Esa es la razón por la que desde los niveles oficiales se decidía apoyar crediticiamente a los bananeros para que aumenten sus areas de cultivo y se anuncia la instalación en Laguna Naineck, a 50 kilómetros de Clorinda, de una planta industrializadora de banana asi como también de otras frutas y hortalizas de la región.
Carlos Escribano, presidente de la Asociación de Productores Hortícolas, elogió la medida del gobierno provincial aunque pedian que también a los bananeros estructurados se les oxigene con prorrogas para el pago de las obligaciones derivadas de créditos que se les otorga para encarar la campaña.
 
Satisfacción

Félix Occhipinti de 75 años y Zoilan Antonio Benitez son dos pequeños productores con tres y dos hectárea cada uno. Occhipinti dijo que "si el gobernador no intervenía no conseguiríamoss vender ni a un peso la caja ya que se estaban aprovechando de nosotros por la gran cantidad de fruta que llegaba de afuera".
La provincia ya había intervenido en la campaña algodonera creando un fondo fiduciario por 30 millones de pesos con el que ayuda a sembrar a productores de hasta 50 hectáreas a los que les dio créditos para la siembra y a otros les compro lo cultivado porque hubo especulación en las compras que oscilaban entre 300 y 450 pesos la tonelada. La intervención estatal permitía equilibrar el mercado. El precio pagado en las planchadas oficiales fue de 740 pesos.
En total se sembraron 48.000 hectáreas de las cuales el 90 por ciento recibía asistencia financiera provincial a una tasa del 4 por ciento anual. Se obtuvieron 60.000 toneladas.