Analizaron actividades de los tres Centros de Validación de Tecnologías Agropecuarias.

Se destacó que en los Centros se busca una producción moderna con alta tecnología accesible a todos los estratos de trabajadores rurales, generar información valiosa para atraer inversores y reconvertir social y económicamente a regiones que estaban al borde de la desertificación.

El efecto positivo que ha tenido en la evolución de las actividades productivas primarias, sobre todo en materia de horticultura, fruticultura y pasturas fue abordado en el Ministerio de Planificación, Inversión, Obras y Servicios Públicos a partir de los resultados logrados con el uso de moderna tecnología y genética en los Centros de Validación de Tecnologías Agropecuarias que funcionan en Laguna Yema, Las Lomitas y Misión Tacaaglé.
Durante el encuentro- del que participaron el titular de esa cartera, doctor Jorge Ibáñez y el coordinador ejecutivo de los CEDEVA, ingeniero Jorge Balonga- se destacó que con dichas unidades se busca mejorar la calidad de la producción para todos los estratos de trabajadores rurales, generar información valiosa para atraer inversores y al mismo tiempo reconvirtiendo social y económicamente las realidades de regiones que estaban condenadas a la desertificación y que ahora se están convirtiendo en verdaderos polos de desarrollo.
El punto de partida de esta realidad surgió, según lo evocó el ministro Jorge Ibáñez, de la decisión política del gobernador Gildo Insfrán que fue descripta y explicada en el modelo provincial, orientado a la búsqueda de herramientas aptas para frenar el éxodo rural en el centro oeste formoseño y la alta aridez de los suelos.
"Se fijaron como objetivos la recreación de una población productiva, favoreciendo el establecimiento de explotaciones agrícolas, pequeñas, medianas y grandes afianzadas económicamente, creando fuente de trabajo y generando el desarrollo económico regional y provincial e invertir el flujo de la migración interna", indicó el ministro.
Explicó que estos emprendimientos surgieron por derivación del proceso de afirmación de la infraestructuras básica para el desarrollo, al crearse las condiciones para que en zonas con problemas se dispusiera de comunicaciones, redes viales y eléctricas y un adecuado manejo de losa recursos hídricos, es decir lo que básicamente se demanda para encarar proyectos productivos modernos.
En tal sentido, el funcionario evocó que el diseño elegido, tras la decisión política adoptada, fue desarrollar estos centros de validación de tecnologías para generar información para la eficiencia o resolución de problemas y aprovechamiento de oportunidades y fortalezas que tienen los sistemas productivos en las distintas regiones con énfasis en los métodos de pequeños y medianos productores.

El primer centro

El CEDEVA de Laguna Yema ha sido considerado como el primer centro en el Chaco Árido Americano dedicado a la validación de tecnologías de riego en el manejo de los cultivos y de allí que Ibáñez revelara que el desarrollo de agrotécnicas de avanzada se base en la aplicación de métodos modernos de riego que tienen por objetivo la optimización del uso del agua, elevar los niveles de rendimiento, mejorar la calidad de la producción y mantener un control sobre el calendario de siembra y cosecha.
Comentó que en el CEDEVA de Laguna Yema -donde se dispone de un moderno sistema de riego por goteo y por aspersión que abarca 200 hectáreas- se realizan ensayos con cultivos tales como algodón, maíz, soja, avena, trigo, triticale, cártamo, girasol, alfalfa, sorgo granífero y sésamo, en todos los casos sometidos a los sistemas de riego por goteo y por aspersión, para comparar rendimientos con los cultivos a secano.
Al particularizar acerca de dicho centro, el ingeniero Jorge Balonga, reveló que el área de cultivos extensivos se validan técnicas de manejo de cultivo y riego con variedades de pomelo, naranja, mandarina y limón.
También se han hecho ensayos con variedades de tunas introducidas para la validación de su comportamiento agronómico y se ha habilitado un jardín de introducción de frutales donde se implantaron distintas variedades de palta, mango, durazno, pelones, nísperos, higos, uvas, acerolas, guayabas, nuez de Macadamia y castañas.
En el caso de las hortalizas los ensayos están destinados a apoyar a los productores locales que quieren abastecer demandas de explotaciones bajo las normas Europgap, figurando entre ellos el zapallo "anquito".

En Lomitas y Tacaagle

El CEDEVA de Las Lomitas funciona a 5 kilómetros del pueblo, sobre la ruta 28 y tiene una superficie de poco más de 100 hectáreas.
"Entre los modelos productivos que allí se ensayan figuran el forrajero para definir lotes de monte modificado para hacer pastoreo rotativo y evaluación de carga animal y banco de proteína que se pastorean diariamente y alternativa con los potreros de monte modificado", dijo Balonga, quien refirió que además se contempla el modelo silvopastoril con la implantación de pasturas para su aprovechamiento en forma de heno para evitar daños en los árboles y finalmente el enriquecimiento del monte nativo con la incorporación de árboles y arbustos de valor forrajero al monte nativo.
Entretanto, el CEDEVA de Misión Tacaaglé cuenta con 79 hectáreas de superficie que tiene como objetivo principal la adaptación de tecnologías de punta para acelerar el desarrollo frutihortícola de la región.
Allí se habilitaron prácticamente todos los componentes del complejo preparado para la clonación de vegetales en una moderna biofábrica que dispone como complemento de un moderno invernadero donde se avanzara en el proceso de clonación de diferentes especies vegetales, único en su tipo en el país.
Esta infraestructura dispone de la tecnología más moderna, con la cual y a través de trabajos en genética de diferentes especies, se procura acelerar el desarrollo frutihortícola regional.
Las líneas de acción, según lo explica Balonga, incluyen el manejo de frutos tropicales como el banano en una zona donde existen unas 4.500 hectáreas, previéndose brindarle una atención preferencial para mejorar su calidad y avanzar hacia el objetivo de llegar a las 15.000 hectáreas con plantas de alta calidad tratadas previamente en la biofábrica, liberadas de toda enfermedad.
Se ha desarrollado un semillero con el propósito de lograr excelente producción lo que implica selección de material a multiplicar, su tratamiento sanitario previo a la implantación en el semillero y un posterior manejo para lograr semillas uniformes de gran vigor y libres de enfermedades.
En el jardín de nuevas variedades se estudia el comportamiento y las posibilidades de comercialización de banana, mango, cítricos, papaya, ananá, guayaba, maracuyá, litchies, pitayas, carambolas, chirimoyas, kaki, nísperos, acerolas, granadina, granada, duraznos y pelones.
En Tacaaglé también se trabaja en la consolidación de cultivos hortícola como calabacita, zapallo y batata a partir del riego y con la posibilidad de obtener primicias de alto impacto económico. La línea de investigación incluye ensayos con maíz, tártago de las variedades lynn, esperanza e india; trigo y soja a lo que se suma el ensayo comparativo de rendimiento del sorgo granífero.

Modelos de desarrollo

Finalmente, el ministro Ibáñez dijo que frente a esta realidad, el modelo CEDEVA propiciado por el gobernador Insfrán y que inicialmente trabajó sobre bases teóricas de escenarios posibles y actuando a la oferta, en la actualidad está revisando los nuevos modelos de desarrollo.
"Para el caso, estamos interactuando con el ministerio de la Producción y Ambiente y con el Instituto PAIPPA, atendiendo las demandas de los productores y considerando las cadenas de agregación de valor en cada región, con inclusión de los diferentes sistemas productivos", expresó.
11-11-2009 | Cargada en Novedades - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social