Técnicos argentinos y bolivianos, además del representante de la OEA de la división Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, se encuentran analizando en esta ciudad ...
Técnicos argentinos y bolivianos, además del representante de la OEA de la división Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, se encuentran analizando en esta ciudad la continuidad de acciones tendientes a promover el desarrollo sostenible de la cuenca binacional interjurisdiccional del río Bermejo.
El encuentro que comenzó ayer y finaliza en la fecha se da en el marco de un taller promovido desde la Comisión Regional del río Bermejo, en el cual se están evaluando los resultados de los monitoreos de calidad de agua que hicieron los laboratorios de las provincias argentinas integrantes de la cuenca y también en Bolivia.
Justamente el presidente de la COREBE, Edgardo Castellano, aludió a que en la reunión confluyen representantes de los laboratorios de agua y medio ambiente pertenecientes a las cuatro provincias vinculadas a la cuenca (Chaco, Jujuy, Salta y Formosa), además de los técnicos responsables de las mismas áreas de la Prefectura de Tarija, Bolivia. Se sumo al encuentro el jefe para América Latina de la Oficina de Desarrollo Sustentable de la OEA, Jorge Rucks, desde donde se brinda asistencia para poder realizar estos trabajos.
"Estamos avaluando los resultados del monitoreo sobre las aguas del río Bermejo en la campaña anterior, que abarco toda su cuenca, tanto en el tramo boliviano como en el de nuestro país, además de la preparación de la logística para la nueva campaña que seguramente estaremos desarrollando entre los meses de julio y agosto", dijo Castellano, confirmando que en esta tarea intervendrán los laboratorios de las cuatro provincias argentinas y el de Bolivia también.
"Ajustes de las formas de medición, dar apoyo a algunos requerimientos que plantean los laboratorios de agua, y enmarcar a esta tarea en una sistematización del monitoreo de calidad de agua del río que se hará todos los años", son aspectos que también se analizan.
Insistió en marcar que "hasta ahora los resultados obtenidos han dado una buena calidad de las aguas, no hemos detectado problemas, aunque es una actividad que hay que hacerla para llevar un control que permita la conservación o preservación del recurso hídrico".
Por su parte, el coordinador técnico del programa Cuenca Binacional, licenciado Héctor Martínez, destaco la importancia que le asisten a la continuidad de estos talleres y los monitoreos sobre el curso de agua, dado que con los resultados obtenidos se instrumentara en forma definitiva el sistema de calidad de agua para la cuenca, con la participación de los cuatro laboratorios provinciales.
"Para hoy justamente se prevé que los especialistas den detalles en torno a los resultados, aunque en principio no hay signos de parámetros que estén muy por encima de lo normal", confirmó.
Consideró que "lo fundamental reside en poder sistematizar estas campañas, ya que hasta ahora tenemos un año y después tres no, y ahora avanzamos en una secuencia, justamente el trabajo final de este taller es organizar institucionalmente y darle sustentabilidad al programa de calidad de agua, además de otros estratégicos como el sistema de alerta o hidrometeorológico. Con esto iremos constituyendo antes que termine el PEA-Bermejo (programa financiado por la OEA) un sistema de información para la cuenca, que incluso podría contener indicadores sociales".
Aludió a que "de esta manera la COREBE contará con un sistema de información muy importante a partir del año que viene, los esquemas para ello ya están funcionando en etapa de prueba".
Evitar mayor sedimentación que generaría graves inconvenientes
El arquitecto Jorge Rucks, jefe de la división de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la OEA, indicó que "la idea es reunir por un lado los datos de las provincias, dado que cada una tiene su capacidad para trabajar en torno a la calidad de agua, y por el otro la participación de Bolivia, que como parte de la cuenca del Bermejo tiene un interés particular de accionar conjuntamente. Y el propósito de este proyecto es justamente que se trabaja en conjunto".
"Avanzar en acuerdos en torno a todos los parámetros que se van a medir en la segunda campaña de monitoreo, y darle continuidad a todo esto a futuro que es lo realmente importante, para así tener una fotografía real, dada la dinámica en el comportamiento en el tiempo", significó.
Advirtió Rucks que "las provincias que se encuentran aguas abajo son las que reciben los problemas que se generan aguas arriba, por lo tanto el interés es siempre mucho mayor de estas, dado que si no se manejan bien las aguas vienen contaminadas o en un estado de descontrol. Por eso creo que Formosa tiene un gran beneficio al poder trabajar con quienes se encuentran aguas arriba y por supuesto Bolivia, y al mismo tiempo la responsabilidad de ser quien dinamice todo este proceso y cuide el agua que es esencial para la gente".
Explicó que "cuando se decidió financiar este proyecto fue por el problema de los sedimentos fundamentalmente, que es un proceso natural que hay que respetar, dado que de alguna manera eso da alimento a todo un sistema biológico, pero por otro lado si el hombre no maneja bien los suelos y la producción, el control de la cobertura vegetal, eso significa mayor erosión y mayor sedimentación, y si eso se incrementa en el Bermejo, implicará un problema muy serio para las provincias y las comunidades que están aguas abajo".
Finalmente aludió en este marco que "desde el punto de vista del sedimento, el Bermejo es un río que aporta un altísimo porcentaje al Paraná, y tratar de evitar que eso se incremente más es uno de los objetivos que este proyecto se plantea".
El encuentro que comenzó ayer y finaliza en la fecha se da en el marco de un taller promovido desde la Comisión Regional del río Bermejo, en el cual se están evaluando los resultados de los monitoreos de calidad de agua que hicieron los laboratorios de las provincias argentinas integrantes de la cuenca y también en Bolivia.
Justamente el presidente de la COREBE, Edgardo Castellano, aludió a que en la reunión confluyen representantes de los laboratorios de agua y medio ambiente pertenecientes a las cuatro provincias vinculadas a la cuenca (Chaco, Jujuy, Salta y Formosa), además de los técnicos responsables de las mismas áreas de la Prefectura de Tarija, Bolivia. Se sumo al encuentro el jefe para América Latina de la Oficina de Desarrollo Sustentable de la OEA, Jorge Rucks, desde donde se brinda asistencia para poder realizar estos trabajos.
"Estamos avaluando los resultados del monitoreo sobre las aguas del río Bermejo en la campaña anterior, que abarco toda su cuenca, tanto en el tramo boliviano como en el de nuestro país, además de la preparación de la logística para la nueva campaña que seguramente estaremos desarrollando entre los meses de julio y agosto", dijo Castellano, confirmando que en esta tarea intervendrán los laboratorios de las cuatro provincias argentinas y el de Bolivia también.
"Ajustes de las formas de medición, dar apoyo a algunos requerimientos que plantean los laboratorios de agua, y enmarcar a esta tarea en una sistematización del monitoreo de calidad de agua del río que se hará todos los años", son aspectos que también se analizan.
Insistió en marcar que "hasta ahora los resultados obtenidos han dado una buena calidad de las aguas, no hemos detectado problemas, aunque es una actividad que hay que hacerla para llevar un control que permita la conservación o preservación del recurso hídrico".
Por su parte, el coordinador técnico del programa Cuenca Binacional, licenciado Héctor Martínez, destaco la importancia que le asisten a la continuidad de estos talleres y los monitoreos sobre el curso de agua, dado que con los resultados obtenidos se instrumentara en forma definitiva el sistema de calidad de agua para la cuenca, con la participación de los cuatro laboratorios provinciales.
"Para hoy justamente se prevé que los especialistas den detalles en torno a los resultados, aunque en principio no hay signos de parámetros que estén muy por encima de lo normal", confirmó.
Consideró que "lo fundamental reside en poder sistematizar estas campañas, ya que hasta ahora tenemos un año y después tres no, y ahora avanzamos en una secuencia, justamente el trabajo final de este taller es organizar institucionalmente y darle sustentabilidad al programa de calidad de agua, además de otros estratégicos como el sistema de alerta o hidrometeorológico. Con esto iremos constituyendo antes que termine el PEA-Bermejo (programa financiado por la OEA) un sistema de información para la cuenca, que incluso podría contener indicadores sociales".
Aludió a que "de esta manera la COREBE contará con un sistema de información muy importante a partir del año que viene, los esquemas para ello ya están funcionando en etapa de prueba".
Evitar mayor sedimentación que generaría graves inconvenientes
El arquitecto Jorge Rucks, jefe de la división de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la OEA, indicó que "la idea es reunir por un lado los datos de las provincias, dado que cada una tiene su capacidad para trabajar en torno a la calidad de agua, y por el otro la participación de Bolivia, que como parte de la cuenca del Bermejo tiene un interés particular de accionar conjuntamente. Y el propósito de este proyecto es justamente que se trabaja en conjunto".
"Avanzar en acuerdos en torno a todos los parámetros que se van a medir en la segunda campaña de monitoreo, y darle continuidad a todo esto a futuro que es lo realmente importante, para así tener una fotografía real, dada la dinámica en el comportamiento en el tiempo", significó.
Advirtió Rucks que "las provincias que se encuentran aguas abajo son las que reciben los problemas que se generan aguas arriba, por lo tanto el interés es siempre mucho mayor de estas, dado que si no se manejan bien las aguas vienen contaminadas o en un estado de descontrol. Por eso creo que Formosa tiene un gran beneficio al poder trabajar con quienes se encuentran aguas arriba y por supuesto Bolivia, y al mismo tiempo la responsabilidad de ser quien dinamice todo este proceso y cuide el agua que es esencial para la gente".
Explicó que "cuando se decidió financiar este proyecto fue por el problema de los sedimentos fundamentalmente, que es un proceso natural que hay que respetar, dado que de alguna manera eso da alimento a todo un sistema biológico, pero por otro lado si el hombre no maneja bien los suelos y la producción, el control de la cobertura vegetal, eso significa mayor erosión y mayor sedimentación, y si eso se incrementa en el Bermejo, implicará un problema muy serio para las provincias y las comunidades que están aguas abajo".
Finalmente aludió en este marco que "desde el punto de vista del sedimento, el Bermejo es un río que aporta un altísimo porcentaje al Paraná, y tratar de evitar que eso se incremente más es uno de los objetivos que este proyecto se plantea".