Una enfermedad social.

El tema de los piojos que afectan a los chicos se torna un tema recurrente, y más allá que muchos lo ligan casi con exclusividad a la actividad escolar, es un tema que preocupa y se plantea cotidianamente, dado que estos molestos bichitos...

El tema de los piojos en los chicos se torna un tema recurrente, y más allá que muchos lo ligan casi con exclusividad a la actividad escolar, es un tema que preocupa y se plantea cotidianamente, dado que estos molestos bichitos acompañan todo el año.
De todas maneras, el gobierno de la provincia, de acuerdo a lo explicado por el ministro de Desarrollo Humano, Aníbal Gómez, “en un plan cuya primer fase se puso en marcha hace algún tiempo dispusimos distribuir 33.000 frascos de una crema de enjuague que contiene permetrina al 2%”, algo que se hizo a través de los diferentes centros de salud, para que desde allí se entreguen a las familias sin cargo alguno. “Se trata de un producto similar al que uno encuentra en las farmacias, el cual lo estamos produciendo en Laformed en frascos de 60 mililitros”, sostuvo.
Agregó que “si bien los profesionales brindan las explicaciones al padre o la madre sobre la manera apropiada de su aplicación, como la necesidad de mantenerla aplicada durante cinco minutos para luego enjuagar el pelo, en el mismo recipiente están señaladas las indicaciones, y dado que el método más efectivo resulta ser –según los entendidos- el tratamiento educativo, se hace hincapié en recomendar sobre los buenos hábitos de higiene”.
Dijo que “tenemos diseñado un plan en esta faceta, por ello de acuerdo a la demanda existente en toda la provincia la producción del producto continua, de tal manera de contar con el stock suficiente que nos permita ir reponiéndolos”.
Advirtió Gómez que “sin bien muchos los toman como un problema menor a los piojos, sin llegar a ser de gravedad, hay que señalar lo recomendable de optar por los productos apropiados para combatirlos, es por ello que nos ocupamos del tema”, marco en el cual comentó que recientemente desde el
 Hospital Gutiérrez en Buenos Aires los pediatras advertían a la población de ese lugar sobre los riesgos de utilizar productos veterinarios y querosén para combatirlos, dado que se habían encontrado con casos de aplicaciones de estos productos, algo que contrasta con el grado de concientización que se alcanzó en nuestro medio, y en ello mucho tiene que ver los permanentes mensajes a través de los centros de salud y en los mismos establecimientos educativos.


Aborígenes y
la pediculosis


La pediculosis, producto del accionar de estos insectos es considerado por muchos como una “enfermedad social”, la cual inclusive se determinó que es más frecuente entre los 8 y 12 años.
“El piojo de la cabeza es inherente a la especie humana. De todas formas, es una animal extraordinariamente bien adaptado en cuanto a su conformación anatómica, su fisiología y su capacidad de mutación genética”, afirma el doctor Armando Cicchino, Investigador del Conicet y estudioso del tema desde hace 35 años. Cuanto más cerca está de las personas, el piojo se pone más contento. El contagio se produce por contacto directo o indirecto. Pero una cosa es tener algún piojo como visitante ocasional y otra muy diferente padecer pediculosis. “Se presenta por ejemplo, picazón intensa debido a la saliva que inyectan los piojos para chupar la sangre y esto provoca un prurito. Si el proceso se vuelve crónico –entre otras manifestaciones- se puede tener los ganglios agrandados”, explica el facultativo.
Cicchino, quien estudió el tema incluso entre las comunidades Wichis de nuestra provincia, dijo que “en estas poblaciones es un hábito entre las familias despiojarse con los dedos. Sí, los Wichis tienen piojos pero no desarrollan la enfermedad debido a sus costumbres de higiene cotidiana”, subrayó.

29-08-2005 | Cargada en Salud - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social