Un total de 6500 obras habitacionales en marcha, 3000 viviendas más que estarán finalizadas en pocos días más, otras 14.000 proyectadas ejecutarse (8000 urbanas y 6000 rurales), las primeras desde este mismo año, son cifras de por sí elocuentes...
Un total de 6500 obras habitacionales en marcha, 3000 viviendas más que estarán finalizadas en pocos días más, otras 14.000 proyectadas ejecutarse (8000 urbanas y 6000 rurales), las primeras desde este mismo año, son cifras de por sí elocuentes para graficar el escenario actual a lo largo y ancho de la provincia.
Y el fuerte y positivo impacto en todo sentido se refleja en los casi diez mil obreros de la construcción con empleo pleno, la motorización en sectores como las ladrillerías y carpinterías, y por supuesto las miles de familias que progresivamente tendrán un hogar propio con todos los servicios incluidos.
Las cifras fueron aportadas por el interventor del Instituto Provincial de la Vivienda, quién junto a técnicos del organismo estuvo verificando las obras habitaciones en marcha y también concluidas en populosas barriadas de la zona norte de la ciudad como el 8 de Octubre, 8 de Octubre Bis y el 6 de Enero.
Dijo en principio que en estos barrios antes mencionados, sumado a los de El Porvenir y República Argentina, “ya entregamos unas 600 viviendas, y otro número similar se encuentran en ejecución”, añadiendo que son los grupos familiares constituidos con varios hijos los primeros en recibir sus casas.
Cifras concluyentes
Cuantificó Giménez que “en este mes de agosto estamos terminando 3000 viviendas en toda la provincia, además disponemos de otras 3000 más en ejecución y un total de 3500 que forman parte del plan “Mejor Vivir”, este último corresponde a las mejoras y ampliaciones de casas que también están en marcha”.
“A todo ello debemos sumarle los programas nacionales que se han establecido, como el Plan Federal, que contempla 8000 viviendas urbanas y 6000 del tipo rural, o sea que estamos hablando de un global de otras 14.000. El sistema financiero indica que a diciembre de 2007 tendrían que estar concluidas las de tipo urbana, mientras que para las rurales se fijó una modalidad licitatoria de 300 cada mes en algunos casos y dos meses en otros, esto porque debemos tener el reaseguro de la disponibilidad de materiales que hagan posible un ritmo normal de ejecución”, sostuvo el titular del IPV.
Explicó asimismo que “las viviendas que estamos construyendo son del tipo tradicional, de dos y tres dormitorios, y donde siempre propendemos a la mayor utilización de mano de obra posible”, ratificando aquí que “siempre y cuando haya producción local de los materiales que se requieren para las obras, las empresas tienen la obligación de adquirir lo provincial”. “Estamos tratando y creo que llegaremos en corto tiempo a un acuerdo con las carpinterías y aserraderos para que podamos tener disponibilidad de lo que se necesita”, agregó, para comentar que “los ladrillos que se están adquiriendo son totalmente producidos en la provincia, con lo cual no creo que pueda haber problemas para que lo mismo suceda con por ejemplo las aberturas de madera que se requiera”.
Con el techo propio
En torno al sector donde estaba verificando las obras, el funcionario recordó que en esa zona del 8 de Octubre Bis “iniciamos en su momento un programa que hemos dado en llamar lotes con servicios, es decir que le adjudicábamos a las familias los lotes y los incorporábamos al sistema de auto-construcción, donde le aportábamos los materiales y también el asesoramiento técnico y la misma familia ayudaba en la edificación”. Agregó que luego también se habilitó el programa de ejecución por terceros, o sea que se adjudicaba a empresas la construcción de las viviendas, muchas de las cuales ya han sido entregadas a sus propietarios, que se tratan de familias humildes con varios hijos.
Estela, una mujer con tres hijos que habita una humilde vivienda en este sector de la ciudad no ocultó su alegría al observar que frente a su actual morada ya está prácticamente terminada lo que será su futura casa ejecutada a través del IPV, a la cual sólo resta que la pinten y otros detalles menores para que ella pueda pasar a habitarla.
Como está a metros de su futuro hogar dijo que diariamente fue apreciando cuando la edificaban y conoce en detalle todas las dependencias que posee, señalando estar ansiosa y feliz al saber que en poco tiempo más se le entregará, incluyéndose todos los servicios.
En tanto que Arminda, quién junto a su esposo y tres hijos ya habita su nuevo hogar, recordó que antes disponía de una pieza precaria, “pero luego construyeron mi casa donde estoy ahora habitando con todas las comodidades, por lo que no tengo más que agradecimiento para el gobierno”.
“Estamos contentos, fíjese que antes vivíamos en una piecita chiquita, y ahora tenemos una hermosa casa con dos habitaciones, cocina, baño y el recibidor, además de un terreno importante que nos queda libre. Mi marido trabaja en la construcción y gracias a Dios vamos mejorando y progresando, ya que también tenemos un pequeño kiosquito que nos ayuda, especialmente para nuestros hijos que van a la escuela que está a pocas cuadras de acá”, subrayó la mujer.
Por su parte, Margarita Fernández aludió a que “yo vivía en una casa de cartón, luego me entregaron el terreno y depues se edificó la vivienda donde estamos super-bien con mi marido y mis tres chicos. Nosotros pudimos ampliar un poco nuestra casa y tiene todas las comodidades”.
“Además estar cerca de la obra hizo que mi marido consiga trabajo en la construcción, por lo que estamos muy contentos y agradecidos con el gobierno, con todos, especialmente desde que (por el presidente de la Nación) el doctor Néstor Kirchner está en el poder estamos mucho mejor, ya que el ayuda a nuestro gobernador para que vivamos bien”, remarcó.
En su caso dijo que optó por tirar abajo lo que fue su precaria casa, ya que aludió que le recordaba un momento difícil de su vida que prefiere dejar atrás definitivamente y disfrutar de este mejor presente.
Ricardo Barrios señaló que “hace quince días estamos en nuestra nueva vivienda con mi señora y mis dos chicos que van a la escuela que les queda cerquita”, y contento sostuvo que “antes cada vez que llovía sufríamos mucho en nuestra humilde casa, pero ahora todo eso y gracias al IPV eso ya quedo en el paso y nos encontramos muy cómodos todos”.
Indicó que trabaja en una empresa de la construcción, por lo cual sostuvo feliz que “estoy viviendo un hermoso momento ya que tengo trabajo y casa que son las cosas más importantes para toda familia”.