Insfrán recibió al Cirio pascual y oró por la unidad y la paz de los formoseños.

El Gobernador y su gabinete refirmaron su fe cristiana.

El gobernador Gildo Insfrán asistió hoy a la ceremonia litúrgica llevada a cabo en la planta baja de la Casa de Gobierno donde encendió el cirio pascual y oró por la paz y la unidad de los formoseños en momentos en que se dan situaciones de inquietud por la crisis económica mundial y la aparición de epidemias en varios países del mundo que están causando muertes cuantiosas.
El encuentro cristiano comenzó a las 8.30 horas y acompañaron al mandatario ministros y funcionarios de su gabinete quienes portaron velas encendidas en el cirio mayor ubicado junto al altar donde se hallaba la imagen de la Virgen del Carmen a la que le guardaron custodia los efectivos de la Guardia de Honor "Comandante Fontana".
Asistió, asimismo, el personal que presta servicios en la sede del poder Ejecutivo así como en organismos aledaños tales como la Contaduría y Tesorería General y el Ministerio de Cultura y Educación.
El párroco de la Iglesia Catedral, padre Raúl Méndez, fue el encargado de presidir la celebración que culminó cuando invitó a todos a darse el saludo de la paz al tiempo que instó a seguir trabajando por el bien común y creando un clima de fraternidad necesario como para responder a las situaciones críticas que se dan en el mundo y para apreciar lo que se realiza a favor del pueblo.
"Queremos hacer un alto para dejarnos iluminar por la presencia del Señor Resucitado", expresó Méndez tras la lectura del Evangelio y la aspersión para compartir la bendición con los funcionarios y empleados públicos presentes.
Aludiendo al relato, dijo que cuando se lo escucha la mayoría de los cristianos se ven reflejados en él porque hay veces que están tentados de desesperanza.
"Estos dos discípulos -explicó respecto de la lectura de la palabra- han conocido a Jesús, han visto sus obras peor no lo reconocen presente entre ellos. Es que muchas veces hay cosas maravillosas que acontecen a nuestro alrededor pero que no podemos verlas y esto que le ocurre a ellos nos puede ocurrir a todos en nuestra vida personal y familiar".
"Ellos (por los discípulos) sabían toda la obra de Jesús , su palabra , lo conocían todo. Pero no tenían fe, habían perdido el sentido de los acontecimientos y de los hechos y Jesús se presenta entonces como un forastero, como un peregrino que acompaña y esto es lo importante? que Jesús nos va acompañando, nos va descubriendo el rumbo de los acontecimientos", refirió.
Dijo el párroco que la luz de Cristo es un poco el signo del sentido que le asigna a la vida personal y familiar y también como provincia, como estado, como Nación y como pueblo.
"Y esto es lo que debemos pedir mucho hoy porque hay sectores que tienen temores, enfermedades, distintas situaciones que no nos tienen que hacer perder de vista de que hay alguien que nos está acompañando y al mismo tiempo el resucitado nos señala con su vida que debemos levantar la mirada hacia lo que es importante porque esa misma presencia de Jesús, el hombre nuevo resucitado, está diciendo que es lo importante en cada momento del ser humano, la defensa de cada persona ", reflexionó.
Y uno de los aspectos que el sacerdote destacó es que en la provincia se privilegia al ser humano."No a las finanzas ni el capital sino el ser humano", recalcó para hacer notar que "Jesús dio su vida por cada uno de nosotros y quiere que vivamos según este proyecto que el nos muestra, el proyecto del reino donde cada uno es importante, tiene un lugar y es hijo de Dios por lo que todos somos hermanos".
Insistió en que es real el acompañamiento de Jesús, razón por la cual avisó que "cada vez que pueda surgir alguna sombra de duda o de desconfianza, hay que levantar la mirada para advertir su presencia.
Resaltó asimismo la disposición de los discípulos que escucharon primeramente a Jesús para asumir luego un gesto de generosidad y apertura abriéndole la casa para que cene con ellos, registrándose el encuentro que sirvió para que todo se aclare y de donde surge la oración que está sintetizada en un "Quédate con nosotros, Señor".

Hay una búsqueda sincera del bien común, reconoce el padre Raúl Méndez

Al término de la ceremonia litúrgica cumplida en Casa de Gobierno con motivo de la visita del Cirio Pascual, el párroco Raúl Méndez reconoció que en Formosa se realizan esfuerzos sinceros por alcanzar el bien común y que se están dando respuestas concretas a las necesidades e inquietudes del ser humano, aunque no debe demandarse que las realizaciones del hombre sean perfectas.
El sacerdote habló acerca del valor de la fe en momentos en que se dan situaciones controversiales en el mundo por cuestiones que causan malestar y dañan al ser humano, razón por la cual insistió en su llamado a seguir el camino de la luz.
"La luz es Jesús, El estaba por encima de cualquier proyecto económico o político porque simplemente iba hacia cada persona .Esos gestos de atención personal nos está mostrando un camino: la prioridad que hay que darle al ser humano.
El ser humano es el centro, el eje y motivo de todo proyecto político no la defensa de algo global o del capital financiero.
Creo que en eso, al menos como formoseños, estamos bastante encaminados. Priorizar todo gestión publica en bien de la persona, en bien del hombre formoseño.
Sobre la actitud a mostrar con motivo de los comicios que se avecinan , apeló nuevamente al pasaje del Evangelio que leyó durante la ceremonia y en el que se mostraba a dos que iban discutiendo y en apariencia enfrentados en sus posturas :"Es Jesús quien se pone en el medio para explicarles el sentido de lo que están haciendo y cual es el camino que hay que seguir".
"Es importante que nos dejemos llevar por criterios comunes y en primer lugar por el principio que nos tiene que mover que es la búsqueda del bien común, es decir algo que nos fortalezca para el dialogo, para el encuentro y para proyectos comunes", subrayó.
Sobre la realidad formoseña, interpreta el sacerdote que en Formosa hay una búsqueda sincera del bien común.
"Hay mucho esfuerzo para alcanzar el bien común y por supuesto que siempre toda realización humana es limitada y tampoco se puede pretender que sea perfecta y satisfaga a todos. Pero lo esencial es caminar en pos del bien común y hacerlo con mucha fortaleza porque los tiempos son adversos y las ideologías que son individualista y cada uno hace un discurso a su conveniencia. Por eso es importante ya que las obras hablan por sí solas", opinó.
Al hacérsele notar que eso es aun mas posible de llevar a cabo por el clima de tranquilidad que se vive en Formosa y que en tal sentido se diferencia de otros lugares del país y del mundo.
"Ciertamente es notable la diferencia. Pero no se pueden negar otras realidades, aunque debe reconocerse que se están dando respuestas a muchas inquietudes y problemáticas y eso es lo que hay que destacar, sobre todo, en este momento", acotó.
Volviendo al pasaje del Evangelio, recordó que la hospitalidad mostrada por los discípulos les permite también tener una experiencia de alegría. "Es algo que no hay que perder ?..es decir, el ser capaces de escuchar y de recibir así como atender lo que el señor nos va diciendo", expresó.
Considera Raúl Méndez "si ello se pone en práctica en la vida social y comunitaria el respeto que se merece cada persona, el tratar de interpretar benévolamente lo que hace es algo propio también de nuestra condición y que no debemos perderlo".
29-04-2009 | Cargada en Noticias - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social