Ceremonia de izamiento de banderas inaugurando celebraciónes.

El gobernador Gildo Insfrán inauguró las celebraciones por el 130 aniversario de la fundación de Formosa.

El gobernador Gildo Insfrán inauguró las celebraciones de ayer por la mañana por el centésimo trigésimo aniversario de la fundación de Formosa al izar los pabellones nacional y provincial en el mástil municipal. Oportunidad en la que el intendente Fernando De Vido rindió honores al fundador y a las familias pioneras; felicitó a la comunidad por su aporte en la lucha contra el dengue; destacó las obras que promueven la modernidad formoseña e instó a enarbolar las banderas de la unidad, organización y solidaridad para superar las contingencias de la crisis económico-financiera global.
Los actos matutinos comenzaron poco antes de las 9 horas con el saludo de las más altas autoridades y representantes de distintas organizaciones sociales y consulares al primer mandatario formoseño, tras lo cual la comitiva se encaminó hacia San Martín y 25 de Mayo donde un trompeta militar anunció la llegada de Insfrán y un oficial jefe del Regimiento 29 lo recibió y presentó a los efectivos allí formados junto con delegaciones escolares y estudiantiles.
Enseguida, y a los acordes de la canción "Aurora" interpretada por la banda de música de la Policía de la provincia, mientras Insfrán se aproximaba al mástil municipal para izar la bandera de Formosa y la enseña nacional,
Lo acompañaron en la tocante ceremonia el vicegobernador Floro Bogado; el presidente subrogante del Superior Tribunal de Justicia, doctor Eduardo Manuel Hang; el presidente provisional de la legislatura, doctor Armando Felipe Cabrera; el jefe de la Guarnición Militar, teniente coronel Fernando Augusto Jáuregui; el intendente municipal Fernando De Vido y el presidente del Concejo Deliberante, agrimensor Antonio Taboada.
Después, las alumnas Haydée Casadei y Milagros Ayala, alumnas de sexto grado de la escuela 124 "Comandante Luis Jorge Fontana", establecimiento que coincidentemente celebraba otro aniversario de su creación, interpretaron juntas la poesía "Así nació mi provincia" del autor Mariano Barrientos.

La mirada al pasado

Al hablar, el intendente De Vido dijo que importa volver la mirada al pasado y recrear el espíritu en los pioneros que afrontaron la difícil gesta fundacional, señalando que en duras jornadas de trabajo diario y con escasos recursos materiales lucharon para derrotar cuanto obstáculo se interpusiese en el logro de sus propósitos.
"La mirada hacia el pasado -añadió- permite valorar una voluntad inquebrantable por construir, más allá de la adversidad, de los fracasos circunstanciales, del desánimo y de la desesperanza, construir con generosidad no solo para la realización personal sino también con un propósito de conjunto y comunitario".
De Vido memoró que esforzarse por lo propio pero también aportando a emprendimientos comunes fueron sus consignas para ir construyendo lazos de comunicación abriendo picadas, tendiendo puentes, cultivando el suelo, haciendo escuelas, edificando iglesias y capillas, subrayando que esta tarea común fue compartida con servidores públicos como docentes, policías, enfermeros, médicos y sacerdotes, todos ellos imbuidos de que esa era la mejor manera de construir la patria.

76 años de desamparo

Pero el intendente parangonó esa lucha contra la naturaleza hostil con la librada contra los sentimientos de abandono y desamparo, recordando que durante 76 años los poderes políticos de Formosa fueron ejercidos por delegados del gobierno nacional."En su transitorio paso por esta tierra-afirmó- no daban con las respuestas adecuadas al estar ajenos a nuestras realidades y formas de ser y sentir".
De Vido recordó entonces que recién el 28 de junio de 1955 el por entonces presidente de la Nación, general Juan Domingo Perón, promulgó la ley de provincialización de Formosa significando que las difíciles tareas compartidas, hermanó a los pueblos originarios, a las familias de inmigrantes de diversas nacionalidades y a tantos anónimos obrajeros, cosecheros, agricultores, pescadores y comerciantes que fueron eligiendo esta tierra para vivir.
Resaltó el hecho de que con el paso del tiempo fueron surgiendo la ciudad, los parajes y las colonias y que las poblaciones fueron conformándose en sociedades abiertas, pluralistas y multiétnicas como resultado de la confluencia de lo diverso, una construcción que según lo refirió el intendente se realizó con disensos, con creatividad y fundamentalmente con un claro sentido de inclusión, de pertenencia, de colaboración y de generosidad, es decir compromiso y solidaridad
"La memoria histórica -acotó- nos permite reconocer el sacrificio, la entrega y las realizaciones de nuestros pioneros y fundadores. Pero también nos compromete absolutamente a continuar trabajando con la misma fuerza de sus convicciones, con el mismo espíritu de avanzar sobre la adversidad y alcanzar logros en beneficio de la comunidad".

Referencia al modelo

En su mensaje del 8 de abril, el intendente no dejó de referirse a la actual crisis global para invitar a que se tenga clara conciencia de que se trata del resultado de la aplicación por parte de los países poderosos, de políticas basadas en un modelo profundamente injusto e inmoral, parafraseando a Insfrán en su mensaje a la legislatura el primero de mayo pasado.
"En esta hora difícil que está viviendo el mundo como efecto de la profunda crisis, los formoseños debemos acompañar las distintas políticas económicas definidas por la señora Presidenta de la Nación a fin de proteger a los sectores más vulnerables y fundamentalmente preservar nuestras fuentes de trabajo porque es claro que en una Nación no existen salidas individuales ni sectoriales", expresó.
De Vido pasó a hablar luego del modelo formoseño cuyo paradigma tiene al hombre como principio y fin de toda acción política. "En esta coyuntura-amplió- nos define las políticas públicas que debemos defender para hacer frente a esa realidad", para explicar que el modelo expresa el sentimiento de un pueblo al que el gobernador supo interpretar y transformarlo en políticas, obras y acciones para la gente.

Tedeum en la Iglesia Catedral

El Obispo Diocesano de Formosa, monseñor José Vicente Conejero, formuló un llamado a construir una sociedad "con paz, prosperidad y seguridad", en tanto exhortó a que "los jóvenes participen activa y responsablemente en la vida pública, teniendo en cuenta que Formosa es una provincia eminentemente juvenil".
Al hablar ayer en el Tedeum realizado en la Iglesia Catedral "Nuestra Señora del Carmen", al que asistiera el gobernador Gildo Insfrán y demás autoridades, Conejero sostuvo en principio que "estamos aquí reunidos en esta hermosa y espléndida mañana, conmemorando 130 años de la fundación de Formosa, ciudad y provincia que acoge y recibe a todos, a quienes han nacido en esta tierra, queremos mencionar de manera especial a los originarios de estas tierras y el canto que precedía a la lectura del Evangelio evocaba esos sones de la etnia toba que juntamente con los wichí y pilagá, y también algunos nibaclé que habitan en la zona este de la provincia, habitan esta tierra desde tiempo inmemorial, también muchos inmigrantes y nacidos ya en esta tierra".
Tras subrayar el carácter "acogedor, generoso y cariñoso" de la ciudad, contextualizó este cumpleaños afirmando que "es providencial que el festejo de los 130 años de la ciudad de Formosa se de en plena Semana Santa", entendiendo que este hecho "nos abre la esperanza"
Hizo notar luego que "a partir del año que viene hasta el 2016 vamos a celebrar el bicentenario de nuestro país, de nuestra nación, y queremos caminar hacia un bicentenario en justicia y solidaridad y este es el contexto para celebrar este acontecimiento que venimos aquí a la Iglesia Catedral para dar gracias a Dios y también a los pies de esta bella imagen de nuestra Virgen del Carmen, patrona de todos los formoseños".
Advirtió en otro pasaje el obispo que "el mundo en que vivimos está un poco revuelto, no caben dudas, esta crisis global que afecta a todos los países, porque cada vez la interdependencia es mayor entre los pueblos y naciones".
Sostuvo que "también es cierto que hoy más que nunca crece la conciencia sobre la dignidad y los derechos humanos, en una sociedad donde el individualismo y el consumismo quieren apagar esa dimensión esencial del humano que es la dimensión social y comunitaria", de allí que instara a los representantes y gobernantes, elegidos por el pueblo, a que promuevan una participación más activa y responsable en la vida pública, especialmente a los jóvenes.
"Lo que si podemos afirmar, desde la fe, que siendo Dios el principio y la meta de todo bien, la realidad y la transformación de la realidad no pueden ser adecuadas en su comprensión y transformación si se prescinde de Dios.
Dios es el origen, principio, medio y meta de todo cuanto existe, también de la vida humana, y de ahí el valor de esta trascendencia que hemos de procurar todos, sobre todos quienes creemos impregnar a nuestras realidad humana, y toda realidad humana debe de ser purificada y perfeccionada por el misterio pascual de Jesús", reflexionó Conejero.
Refirió a que "la Iglesia desde hace décadas, principalmente desde el Concilio Vaticano II, propicia una laicidad sana y positiva, es decir, reconoce una autonomía de las realidades temporales, una autonomía absoluta, relativa, siempre encuadrada en Dios", considerando que "es importante queridos hermanos, y ustedes como gobernantes, que la dimensión pública de la fe y de la dimensión religiosa en el hombre sea respetada y reconocida, porque hace su aporte invalorable en el conjunto de la vida de la sociedad".
Los deseos de paz y seguridad, ante hechos de inseguridad y violencia que se dan mundialmente, fue otro aspecto marcado por el prelado, para instar a trabajar "por la paz y por la seguridad, para que vivan felices los que aman al Señor".
"Quienes fuimos llamado a desempeñar alguna tarea en bien de los demás como autoridades, tenemos una doble responsabilidad porque además de la dimensión personal y familiar de cada uno estamos frente al pueblo, y por tanto hemos de procurar dar un testimonio transparente, auténtico, sincero, de nuestra propia vida, es la coherencia de nuestros principios, de una sana ética a fin de que viendo nuestras buenas obras Dios pueda ser glorificado. Así nos exhortaba Jesús con estas hermosas palabras", sostuvo.
Aludió al documento emitido a fines del año pasado por la Conferencia Episcopal Argentina que fue dado en llamar "Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad", el cual señaló plantea "las metas a alcanzar en este bicentenario en justicia y solidaridad que nos proponemos e invitamos también a todos los argentinos a trabajar por todos estos objetivos: recuperar el respeto por la familia en todas sus formas, desde la concepción hasta su muerte natural; avanzar en la reconciliación entre sectores y en la capacidad de diálogo, es una insistencia que incluso que en el último documento o mensaje del mes pasado de la Comisión Permanente del Episcopado, para fortalecer la amistad social".
"Instamos al diálogo permanente, ahora que también están cerca las elecciones, se crea un ambiente que no es fácil porque todos quieren acceder al poder, al menos se proponen, y por consiguiente debe darse un sano y constructivo diálogo, y consensos para el bien de todos, un consenso que esté fundado en la verdad y en el bien común", enfatizó Conejero.
Indicó que "otro objetivo será alentar el paso de habitantes a ciudadanos responsables", aludiendo al marcado estrato juvenil de la población formoseña, a quienes invitó a participar "cada vez más activa y responsablemente de la vida pública".
Exhortó asimismo a "fortalecer las instituciones republicanas, la calidad de la democracia, que como toda realidad humana siempre es perfectible y se puede mejorar; afianzar la educación y el trabajo como claves del desarrollo y la justa distribución de los bienes; implementar políticas agroindustriales para un desarrollo integral de las personas, la familia y la sociedad; promover también el federalismo y por último profundizar la integración en la región, ya que caminamos siempre hacia una mayor solidaridad entre los pueblos".
"Elevemos nuestra plegaria para que nuestro esfuerzo político, solidario, esté siempre en favor de los más pobres, esto es también algo que no debemos olvidar; ese objetivo de las Naciones Unidas de erradicar la pobreza para el 2015", reflexionó, para subrayar la necesidad de "esforzarnos todos y trabajar por los más pobres, para que la alegría, la paz del amor, llegue a todos, sin excepción".
09-04-2009 | Cargada en Noticias - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social