La asociación afianza progresivamente su tarea productiva, sumando la producción de juguetes de madera a la inicial labor de reparar mobiliario escolar.
Un muy particular consorcio integrado por jóvenes con capacidades especiales y egresados de escuelas técnicas viene afianzando su tarea productiva, ya que a su inicial labor de reparar mobiliario escolar ahora le han sumado la producción de juguetes de madera.
Al explicarse sobre el nuevo horizonte laborar que se le abrió a este grupo de jóvenes, se indicó que los mismos son guiados por carpinteros de dilatada trayectoria, aunque también fueron organizados por el Ministerio de Economía, Hacienda y Finanzas a través de la dirección de Asociativismo y Economía Social.
Inclusive, y en este caso merced a gestiones ante el Registro Nacional de Efectores , fueron registrados como monotributistas sociales de tal modo de estar incorporados a la economía formal, dado que ello les permite facturar, tener una obra social y hacer aporte jubilatorio.
Es mas, la labor del consorcio que se inició reparando mobiliario escolar deteriorado, proveyendo de mesas, sillas, armarios totalmente acondicionados a establecimientos educativos de esta ciudad, ahora va ampliando su horizonte. Es que no solamente continuarán en esta tarea, sino también están ampliando su horizonte productivo fabricando materiales didácticos y juguetes de maderas para los niños.
Fortaleciendo
Sobre el particular, el director de Asociativismo y Economía Social, Ricardo Fischer, sostuvo que "si bien el estado ha venido organizando consorcios de pequeñas carpinterías para que produzcan mobiliario que son justamente los que se entregan a las obras educativas habilitadas, hemos incorporado a las de menor escala aun y que no tienen una capacidad de fabricación".
En este sentido indico que "este es el caso del consorcio del San Miguel, cuyos integrantes, egresados de colegios técnicos y jóvenes con capacidades especiales que tienen conocimiento en este oficio, que conforman un estrato de microempresarios, a quienes le buscamos la posibilidad de que trabajen en tareas de reparación" .
Aludió a que "estos chicos con capacidades diferentes que trabajan muy bien en la madera. Esto por un lado, y por el otro, la necesidad del Estado de que el mobiliario que van sacando las escuelas debe repararse. No se reemplazan en un ciento por ciento, sino los que están en condiciones de ser reciclados".
"Todo esto generó la idea de conformar un consorcio con esta gente que quiere trabajar, lo que tuvo una muy buena recepción, lo que significa un afianzamiento del trabajo asociativo y así se habilitó este taller donde se desempeñan estos chicos, con la guía de carpinteros con mucha experiencia, que son los que les están preparando para que puedan avanzar en este trabajo", ponderó.
Al explicarse sobre el nuevo horizonte laborar que se le abrió a este grupo de jóvenes, se indicó que los mismos son guiados por carpinteros de dilatada trayectoria, aunque también fueron organizados por el Ministerio de Economía, Hacienda y Finanzas a través de la dirección de Asociativismo y Economía Social.
Inclusive, y en este caso merced a gestiones ante el Registro Nacional de Efectores , fueron registrados como monotributistas sociales de tal modo de estar incorporados a la economía formal, dado que ello les permite facturar, tener una obra social y hacer aporte jubilatorio.
Es mas, la labor del consorcio que se inició reparando mobiliario escolar deteriorado, proveyendo de mesas, sillas, armarios totalmente acondicionados a establecimientos educativos de esta ciudad, ahora va ampliando su horizonte. Es que no solamente continuarán en esta tarea, sino también están ampliando su horizonte productivo fabricando materiales didácticos y juguetes de maderas para los niños.
Fortaleciendo
Sobre el particular, el director de Asociativismo y Economía Social, Ricardo Fischer, sostuvo que "si bien el estado ha venido organizando consorcios de pequeñas carpinterías para que produzcan mobiliario que son justamente los que se entregan a las obras educativas habilitadas, hemos incorporado a las de menor escala aun y que no tienen una capacidad de fabricación".
En este sentido indico que "este es el caso del consorcio del San Miguel, cuyos integrantes, egresados de colegios técnicos y jóvenes con capacidades especiales que tienen conocimiento en este oficio, que conforman un estrato de microempresarios, a quienes le buscamos la posibilidad de que trabajen en tareas de reparación" .
Aludió a que "estos chicos con capacidades diferentes que trabajan muy bien en la madera. Esto por un lado, y por el otro, la necesidad del Estado de que el mobiliario que van sacando las escuelas debe repararse. No se reemplazan en un ciento por ciento, sino los que están en condiciones de ser reciclados".
"Todo esto generó la idea de conformar un consorcio con esta gente que quiere trabajar, lo que tuvo una muy buena recepción, lo que significa un afianzamiento del trabajo asociativo y así se habilitó este taller donde se desempeñan estos chicos, con la guía de carpinteros con mucha experiencia, que son los que les están preparando para que puedan avanzar en este trabajo", ponderó.