Insfrán: "Habrá millones de desocupados por el derrumbe de la principal economía mundial".

Al propiciar el reencuentro con la persona humana, el gobernador Gildo Insfrán señaló que se hace imperativo, una profunda reforma de las instituciones que dominan el sistema internacional.

Al hacer una evaluación de la situación mundial, el gobernador Gildo Insfrán señaló en su mensaje del primero de marzo enviado a la Legislatura que los argentinos contemplan conmovidos el derrumbe de la principal economía capitalista del mundo, con implicancias y efectos globales devastadores que originan la crisis más severa de la historia económica mundial de los últimos 80 años.
Recordó que hace un año atrás, señalaba que la crisis de las hipotecas en los Estados Unidos exhibía la debilidad de una economía sustentada en la especulación financiera exenta del anclaje real de la inversión productiva y el trabajo y que al mismo tiempo advertía de la magnitud de la misma y sus derivaciones insospechadas.
"Los hechos, lamentablemente, nos dieron la razón y al fracaso de dicha política económica, cuya propagación al mundo significará millones de desocupados en todos los continentes, le corresponde el revés de las teorías económicas que las sustentaron: el liberalismo, el capitalismo individualista o la mínima injerencia del estado en la economía", expresa.
Consigna el mandatario que son las mismas ideas que, convenientemente acicaladas, constituyeron el ariete ideológico de las políticas de dominación en América Latina, con sus secuelas de pobreza y marginación extrema de vastos sectores populares.
"Consecuentes con sus premisas ideológicas, los países desarrollados realizan desesperados intentos por sostener un sistema agotado. Desorientados, buscan aplicar políticas fiscales y monetarias expansivas, o intentan reformas al sistema financiero mundial, aportando enormes sumas de dinero para salvar bancos y empresas responsables directas de la especulación financiera, recursos éstos que, sólo en EEUU, equivalen a haber duplicado su base monetaria en menos de tres meses", expuso..
Insfrán manifestó su convencimiento de que la respuesta a esta crisis no vendrá de la mano de soluciones parciales, focalizadas, como se pretende, porque estas solo constituyen un refinamiento de los métodos capitalistas de explotación con mínima participación del Estado.

Políticas conocidas

"Nosotros conocemos estas políticas por haberlas sufrido", manifestó el gobernador para recordar que el proceso militar iniciado en marzo de1976 cambió el modelo de acumulación basado en la industrialización por sustitución de importaciones, que existía en nuestro país, por una agresiva política de liberalización económica y financiera. Recordaba que en 1977 se desreguló completamente el sistema financiero, y al año siguiente se abrió totalmente la economía a los flujos del comercio y de capitales, así como que el resultado fue una crisis financiera de proporciones equivalentes a las que sufre hoy EEUU, que derivó en la caída de más de 70 instituciones financieras entre 1980 y 1983, y la destrucción del aparato productivo con efectos económicos, sociales y culturales devastadores, reflejados en secuelas de desempleo y altísima inflación.
Apuntó que en ese mismo período se engendró el monumental endeudamiento externo que de 5.700 millones de dólares en 1975, equivalente al 8 % del producto bruto, pasó a mas de 40.000 millones de dólares en 1983, valor que representaba el 38 % del PBI de entonces.

Dependencia económica

"Esta desarticulación entre el endeudamiento externo y la capacidad de pago dio origen a la dependencia económica que condicionó fuertemente nuestra soberanía política en los últimos treinta años. Si no aprendiéramos de nuestra historia, caeríamos en la trampa de una mirada reduccionista de la crisis mundial actual, que solo atienda la dimensión económica financiera, cuando ésta es esencialmente ideológica y política", advirtió.
El gobernador afirma que lo que está en crisis es un modelo, profundamente injusto, profundamente inmoral, por lo que cree necesario generar un nuevo orden mundial sustentado en nuevos paradigmas que tengan al Hombre como principio y fin último de toda acción política, y a la Justicia como valor fundante.
En tal sentido, opina que Latinoamérica está en condiciones de ofrecerlo y lo hace al evocar que hace más de sesenta años la visión estratégica de Perón propuso al mundo refundar las relaciones entre las naciones basándose en los principios de la Comunidad Organizada.
Dijo que en ella se rechaza la explotación del Hombre, provenga de donde proviniere, postulando que cada estado solo podrá realizarse, dentro de una comunidad internacional que también se realice.
"Este es el mundialismo que debe erigirse como contracara de una globalización que, centrada en lo material, olvida a la persona, al hombre y la mujer de carne y hueso", sugiere para señalar que se hace imperativo, entonces, una profunda reforma de las instituciones que dominan el sistema internacional.
En ese horizonte, estima que la democratización de los organismos internacionales, empezando por la ONU, de crédito como el FMI, el Banco Mundial o rectores del comercio mundial como la OMC, requiere que se contemplen los intereses de todos los estados más allá de sus atributos y capacidades.

Reforma estructural

Insfrán considera también es necesaria una profunda reforma estructural de las relaciones económicas entre los países, reemplazando sistemas de lucha y explotación por los de colaboración recíproca, con un intercambio justo que se asiente sobre la base de la paz, la equidad y el respeto a la soberanía de los pueblos.
"No es mas que hacer efectivo el viejo apotegma, muchas veces incomprendido, muchas veces vituperado, de que el capital este al servicio de la economía, y ésta al servicio del hombre. En suma, es hora de humanizar el capital", subraya.
Explica el gobernador que esta es la propuesta siempre vigente y actual del Movimiento Nacional y Popular que, renegando de los dogmas ideológicos de los imperialismos de turno, desde 1945 proclamó y ejecutó un Proyecto Nacional fundado en una filosofía humanista y cristiana que concibe al Estado y a la economía al servicio del bienestar social del pueblo.
"Con estas premisas, ante el difícil e incierto escenario mundial , mas que nunca es necesario fortalecer la cohesión social de los argentinos, contemplando los intereses de todos los sectores, superando, en armonía, diferencias egoístas, bajo un único interés: el de la Nación", expresó.
04-03-2009 | Cargada en Opinión - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social