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El ministro de Turismo de la Provincia, Alberto Areco, advirtió que al igual que lo padeciera el general José de San Martín, también aquí, ante este “presente extraordinario de Formosa” se presentaran escollos, “enemigos de adentro y de afuera”, aunque confió en que no tendrán éxito ya que el proyecto de provincia en marcha es “comprendido, compartido y acompañado por la inmensa mayoría de los formoseños”.
Estas expresiones las hizo ayer por la tarde durante el acto central conmemorativo al 155 aniversario del fallecimiento del general José de San Martín en la plaza que lleva el nombre del Padre de la Patria, ceremonia que fue presidida por el gobernador Gildo Insfrán junto al vicegobernador Floro Bogado, ministros del PE, autoridades de los demás Poderes del Estado e invitados especiales.
Justamente, y al hablar en dicho acto, el ministro Areco, en principio recordó la muerte de San Martín en la lejana Boulong-Sumer, Francia, “para dar paso a la inmortalidad al más grande de los próceres de la emancipación americana. Héroe en lo moral y en lo épico. Héroe sin egolatría y en la virtud trascendente del desinterés”.
Sostuvo que “fue admirable la forma en que planteó sus luchas, dentro del dictado de la serenidad y la justicia que impone la civilización. Su guerra no fue impetuosa ni bárbara, hubo ausencia absoluta de hecatombes y represalias, quizás porque la naturaleza lo dotó de dos cualidades excepcionales: la soberanía del pensamiento que define al genio y la soberanía de la acción que define al héroe. Que combate las ideas pero que respeta al hombre por su propia condición de ser humano”.
También subrayó que “renunció a todos los honores. Si aceptó un cargo directivo en Perú como lo fue el protectorado, esto fue por razones perentorias y circunstanciales. Su afán no era gobernar sino libertar. Fue por esto que cuando creyó que su papel de libertador había terminado, interrumpió bruscamente su ascensión a la gloria y se alejó del poder sin amarguras”.
“Nos dejó esta América libre de invasores europeos, más no sin enemigos y acechanzas”, afirmó, para sostener que “nos legó el espejo en el que deberíamos reflejarnos para combatir el pensamiento colonialista de anacrónicos dirigentes, que aún hoy pretenden la esclavitud de compatriotas latinoamericanos. Espejo en el que el tres veces presidente de los argentinos, el general Juan Domingo Perón, se reflejó para construir una patria justa, libre y soberana, con una clara tendencia panamericanista”.
Afirmó Areco que “es el mismo espejo en el que nos miramos los formoseños, para así afianzar este presente extraordinario, pleno de realizaciones y que tiene como norte el bienestar de todos los habitantes de esta querida patria chica nuestra. Por supuesto, en un marco de equidad, solidaridad y justicia social”.
Aquí es que advirtió que “en este camino nos vamos a encontrar con distintos escollos, como lo decía Juan Perón, con enemigos de adentro y de afuera, con algunos vende patrias, con los que agotada su credibilidad buscan el apoyo de incautos o ilustres y desprevenidos foráneos que desconocen nuestra realidad, nuestra historia y vivencias, contándoles mentiras o media verdades”.
“Estamos ante un tiempo nuevo, un tiempo de comunión de ideas entre nuestro conductor provincial y el presidente de los argentinos. Un tiempo de crecimiento y realizaciones donde florecen las obras y se acelera la transformación. Un tiempo donde no hay lugar para las palabras sino para los hechos. Un tiempo revolucionario”, enfatizó, para ponderar que “es comprendida, compartida y acompañada por la inmensa mayoría de los formoseños”.
De todos modos alertó que “debemos estar atentos, no solamente para construir, sino para defender nuestro patrimonio, sobre el que no tengan dudas, ya han atentas y ávidas miradas extranjeras”, marco en el cual señaló que “el (Gildo) doctor Insfrán fue claro al advertir sobre la codicia de países poderosos sobre el Acuífero Guaraní, una de las reservas de agua dulce más importante del mundo, justamente en momentos en que se anuncia que la tercera guerra mundial tendrá como causa a este vital elemento”.
También aludió a que “fue claro al mirarse es ese espejo del general San Martín en torno a ese respeto por los hermanos aborígenes, reconociendo el origen multiétnico y pluricultural de nuestra sociedad, por eso nuestra provincia es ejemplo en el país, por la Ley 426 Integral del Aborigen; pero lo es más por las obras desarrolladas en igual proporción a las brindadas a las comunidades criollas, así como la defensa de las lenguas, costumbres y tradiciones, comprendiendo e inculcando que todos somos formoseños con los mismos derechos y garantías”.
Finalizó diciendo que en este acto homenaje “estamos renovando nuestro compromiso de seguir construyendo esta nueva Formosa, agropecuaria, forestal, industrial y turística que hoy está en marcha”.

Acto

Tal como se anunció, puntualmente a la 14 en la plaza San Martín se fueron concentrando las delegaciones escolares y formaciones de fuerzas armadas, de seguridad y policiales para rendirle homenaje al Padre de la Patria al conmemorarse ayer 155 años de su fallecimiento.
Media hora después se efectuó la presentación de los efectivos al primer mandatario y al jefe de la Guarnición Militar Formosa, quienes revistaron y saludaron a las tropas formadas a lo largo de la calle Fontana.
Poco después, y ya ubicadas las autoridades en el palco oficial, se entonarán las estrofas de los Himnos Nacional Argentino y Marcha a Formosa, dando paso luego a una invocación religiosa y al depósito de ofrendas florales al pie del monumento que perpetúa la memoria del general San Martín. Lo hicieron tanto autoridades provinciales como altos oficiales de las fuerzas policiales y de seguridad, además de la Asociación Sanmartiniana y los residentes correntinos en Formosa.
Puntualmente a las 15, horario culmine que coincidió cuando hace 155 años atrás el general José Francisco de San Martín pasaba a la inmortalidad, se ejecutó el tradicional “Toque de Silencio”.
Con posterioridad se refirió a la fecha el ministro de Turismo Alberto Areco, tras lo cual se desarrolló un pasaje de desfile con lo cual  concluyó la ceremonia.