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Antes y durante la jornada de ayer, en la que los grupos multidisciplinarios pertenecientes a los distintos organismos del Estado que participaron del operativo de la distribución y entrega de juguetes destinados a todos los niños formoseños, tanto en la ciudad capital como en todos los rincones del territorio formoseño, se confiaba -y ello pudo haber sido advertido plenamente- en el éxito de un conjunto de estrategias que el Gobernador Gildo Insfrán se encargó de enfatizar y aclarar con presteza y energía: la totalidad de las niñas y los niños formoseños constituyen el centro de todos los esfuerzos.
Ello fue así no solo porque, cumpliendo el clásico apotegma del Peronismo que reconoce que "los únicos privilegiados son los niños", era verdaderamente conmovedor el esfuerzo de todos, que, siguiendo las indicaciones dejadas por el primer mandatario provincial, recorrían y controlaban que los destinatarios del emprendimiento de la llegada de los Reyes Magos en toda la provincia, tuvieran la seguridad de un regalo que materialmente tiene un significado que podría ser medido específicamente, pero que en lo que concierne a su valor simbólico, vital, sublime, representaba la fuerza de una energía que pone al Estado, a todos los organismos y servicios públicos, en forma articulada, presente junto a la gente, como siempre y una vez más, sin hablar, contestando con hechos y realizaciones, con capacidad de trabajo y sensibilidad, llegando al corazón de todos los niños de todos los rincones de Formosa, a sus escuelas y a los hogares.
Lo positivo del esfuerzo realizado fue, una vez más, reafirmar el indefectible y permanente compromiso del Gobernador Insfrán con la niñez formoseña, su atención afectiva, cálida, activa, amorosa y de una calidad que el tiempo enaltece en lugar de agotar.
Esta disposición permanente del primer mandatario provincial para con los niños formoseños es una prueba más, palmaria, inalterable, contundente, de que la inclusión social no es un adjetivo teórico en boca de unos pocos, sino una realidad integrada e integradora, articulada, sistémica y total, destinada a continuar el proceso de elevación de la calidad de vida del Pueblo, en cada niño, en cada niña, en cada lugar, en cada escuela, en cada casa.
La integración que esta actitud de entrega total pone en acto en los juguetes entregados y recibidos, constituye el resultado de un "magnífico gesto del Gobernador Insfrán", de un profundo amor a la gente que destaca por sobre todo esa impronta tan especial de estar siempre presente, con la razón y el corazón, como siempre, penando en el destinatario de todas las acciones de gobierno, en sus personas y en sus valores personales y permanentes.
En el operativo desarrollado se comentaban sobre estos "formidables resultados" que, una vez más, se cumplieron como habían sido planificados., dando cuenta de una realidad que "en el modelo formoseño es indestructible: si bien no es posible planificar el amor al prójimo, sí es posible comprender -como quedó demostrado- que la planificación, como metodología, como estrategia y como herramienta social, es una herramienta esencial también cuando se trata del amor a la gente". Los resultados se vieron tanto en los niños y las niñas beneficiados, como en sus familias, las que también acudieron con su participación a hacer efectivo este tan particular gesto solidario: funcionarios, legisladores, dirigentes sociales, miembros de cada comunidad, directivos, docentes, como siempre, hicieron efectiva una realidad integral, integrada, dinámica y sistémica, como todas las acciones que la gestión del doctor Gildo Insfrán destacan.
Finalmente, sobresale una vez más el conjunto de esfuerzos que, en forma solidaria, se pusieron en práctica: las entidades y organismos sociales, coordinados y articulados como las acciones panificadas lo requieren, impactaron una vez más en la felicidad de los niños y de sus familias.